Lamentable proyecto
Hace tiempo, más exactamente en la alocución radial del 12 de octubre de 2003, nuestro Arzobispo ya se había manifestado sobre el proyecto de la Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía al que lo calificó de “lamentable”. Este es el párrafo que hizo mención en ese tiempo:“Lamentable proyecto de ley. Me refiero al borrador de un proyecto de ley dirigido a dar curso a la despenalización y a la práctica quirúrgica de la ligadura de trompas de Falopio y la vasectomía. Encubre la intención de legalizar una cirugía que atenta directamente contra el derecho humano a procrear. El control de la natalidad como también la protección contra algunos lamentables abusos sexuales deben transitar senderos que correspondan a la dignidad de la persona humana. La Iglesia es clara en su discernimiento doctrinal. Será preciso, en razón de la fe cristiana que profesa la mayoría del pueblo, conocer el contenido doctrinal de dicha fe. Entre algunos conceptos centrales, Juan Pablo II va al encuentro de ciertos argumentos que parecen respaldar el mencionado proyecto legislativo: “Una de las características propias de los atentados actuales contra la vida humana – como ya se ha dicho – consiste en la tendencia a exigir su legitimación jurídica, como si fuesen derechos que el Estado, al menos en ciertas condiciones, debe reconocer a los ciudadanos y, por consiguiente, la tendencia a pretender su realización con la asistencia segura y gratuita de médicos y agentes sanitarios”.
viernes, junio 16, 2006
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