jueves, mayo 21, 2009

XVI Asamblea y Encuentro Nacional de Cáritas en Mar del Plata


Acercarse a la realidad de las personas, una de las prioridades pastorales

Así lo manifestó el correntino Alfredo Correa quien participó por primera vez como coordinador de comunidades en estas jornadas. Dijo que la realidad de pobreza es muy similar en todas las regiones de nuestro país y que Cáritas Argentina ya delineó, a largo plazo, las líneas pastorales para poder transformar esa realidad.

Fue su primera experiencia como coordinador de comunidades. Se mostró feliz por el trabajo en comunidad que se realizó en la XVI Asamblea y Encuentro Nacional de Cáritas Argentina.
Se trata de Alfredo Correa, uno de los correntinos que participó en estas jornadas y que tuvo como escenario la ciudad balnearia de Mar del Plata.
Esta es la entrevista que tuvimos con Correa, quien nos contó su experiencia en ese encuentro nacional:
¿Cómo viviste esta asamblea y encuentro de Cáritas Argentina?
“Ha sido un encuentro muy lindo. Un encuentro fraterno con muchos hermanos de distintas comunidades de todo el territorio argentino. Es lindo encontrarse, reflexionar sobre nuestra realidad y plantearnos qué metas podemos trabajar dentro de Cáritas para poder transformar nuestra realidad de pobreza que vive nuestro pueblo. Para ello fuimos analizando y reflexionando a la luz del Evangelio. En la oportunidad surgieron trabajos en conjunto, solidarios, fraternos y de participación comunitaria. La intención es afianzar la relación con otras instituciones, con otras pastorales dentro de la Iglesia e inclusive con otros credos”.
¿Cuáles son las nuevas líneas pastorales que se trazaron en la oportunidad?
“Una de ellas es acercarnos a la realidad de las personas de nuestro pueblo con una mirada creyente, con un corazón fraterno para que, al reconocer juntos los actuales escenarios de pobreza, seamos capaces de trabajar, de implicarnos cada vez más en la construcción de una sociedad más justa, más solidaria y más fraterna; animar y acompañar los procesos comunitarios, participativos; afianzar un modo de hacer y obrar que fortalezcan las articulaciones, la cooperación y el trabajo en red con otras áreas pastorales; revitalizar la organización de Cáritas en todos sus niveles, tanto en el nivel parroquial, diocesano, regional y nacional, haciendo una renovación, una mirada en las nuevas prácticas sociales, recuperando capacidades en la gente, fortaleciendo el trabajo en equipo, la formación integral y la capacitación permanente; trabajar contra el flagelo de la droga, el abandono familiar, etc. También nos exhortaron a salir al encuentro de los jóvenes para proponerle el ‘amor solidario’ como camino de crecimiento, humano y cristiano e invitarlos a participar en las propuestas de Cáritas, donde puedan aportar sus dones de creatividad y entusiasmo”.
¿La realidad de pobreza es similar en todo el país?
“Por supuesto. En un trabajo donde se observó las distintas áreas geográficas de cada región se pudo detectar que la realidad de pobreza es similar en todo el país: abandono familiar, el flagelo de la droga, la desnutrición en los niños, el fracaso escolar, la falta de políticas públicas que acompañen más a las familias. Nosotros fuimos trabajando pensando de qué forma podemos ir cambiando de a poco esa realidad”.
Ustedes trabajaron con un lema muy particular.
“Así es. El lema: ‘Discípulos de Jesús al servicio de los pobres y excluidos, para que todos tengamos vida plena’ nos animó todo el encuentro. Rescato la metodología de trabajo de la Asamblea que fue hacerlo siempre en comunidad. También en la oportunidad fuimos re-significando los signos del Evangelio, la Palabra, el pan compartido con los más pobres. Fue, en verdad, un gesto muy esperanzador todo lo que hemos vivido. Y por supuesto resalto el acompañamiento de nuestros Pastores, especialmente por nuestro Presidente (de Cáritas Argentina), monseñor Fernando (María Bargalló).
¿Cómo se va a plasmar ese trabajo en nuestra Arquidiócesis?
“Ahora nos toca compartir con las diócesis a nivel de ‘mesa ampliada’ de Cáritas Arquidiocesana, y después ir compartiendo juntos con las Cáritas Parroquiales e ir planteando nuevas metodologías, nuevos ‘cómos’ como solemos decir nosotros. Con estas nuevas líneas pastorales, en principio, se dio un plazo de trabajo de tres años, pero en la Asamblea se decidió extender este trabajo por otros tres años más, entonces esto nos permitirá a nosotros enmarcarlo como un proceso para que nos ayude a madurar a la hora de trabajar en estas líneas pastorales”.