viernes, junio 16, 2006
Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía
¿Para quiénes se legisla?
El Arzobispo de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, en su alocución correspondiente al sexto domingo de Pascua, se preguntó: “¿Para quiénes se legisla?”, haciendo referencia al proyecto de la Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía en Corrientes. Nuestro Pastor manifestó al respecto que “la Iglesia Católica no está defendiendo sus parámetros religiosos sino una concepción del hombre, que inspira la fe y toda sana filosofía”. A continuación transcribimos el párrafo que hace alusión a este tema.
“La Iglesia Católica no está defendiendo sus parámetros religiosos sino una concepción del hombre, que inspira la fe y toda sana filosofía. Su lucha no está planteada como conservación o conquista de espacios de poder. El hombre, como Dios lo revela en Cristo, es su principal interés. Sabe que, mediante la promoción de algunos proyectos legislativos, la dignidad de la persona humana corre riesgo de ser negada y destruida. Jesucristo viene a salvar al hombre. Lo hace como médico que cura el ser y recupera los dones originales irresponsablemente rechazados. La fragilidad e inconsistencia de los argumentos presentados para respaldar el proyecto de la ley Cleto nos causan estupor. Parece que se intenta legislar para anormales. La pobreza no es una enfermedad o una discapacitación. Se pretende discapacitar quirúrgicamente a los pobres para privarles de un derecho que, al contrario, exige asistencia y servicio por parte de una sociedad bien organizada. Conocemos los planes hegemónicos de políticas internacionales orientadas a suprimir a los pobres de Latinoamérica mediante una esterilización masiva. De esa manera, una sociedad sin futuro se precipitará hacia el abismo de su propia destrucción. Sin nuevos nacimientos ¿qué será de los pueblos técnicamente super desarrollados? Los pobres, aunque algunos se manifiesten disconformes con su situación, están jugando sus pocas monedas a una humanidad con futuro. Los viejos – o aventajados – de las naciones ricas tendrán que acudir a las familias de los pobres para suplicarles la limosna salvadora de un auténtico sentido de familia ordenada y prolífera”.
Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía
Lamentable proyecto
Hace tiempo, más exactamente en la alocución radial del 12 de octubre de 2003, nuestro Arzobispo ya se había manifestado sobre el proyecto de la Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía al que lo calificó de “lamentable”. Este es el párrafo que hizo mención en ese tiempo:“Lamentable proyecto de ley. Me refiero al borrador de un proyecto de ley dirigido a dar curso a la despenalización y a la práctica quirúrgica de la ligadura de trompas de Falopio y la vasectomía. Encubre la intención de legalizar una cirugía que atenta directamente contra el derecho humano a procrear. El control de la natalidad como también la protección contra algunos lamentables abusos sexuales deben transitar senderos que correspondan a la dignidad de la persona humana. La Iglesia es clara en su discernimiento doctrinal. Será preciso, en razón de la fe cristiana que profesa la mayoría del pueblo, conocer el contenido doctrinal de dicha fe. Entre algunos conceptos centrales, Juan Pablo II va al encuentro de ciertos argumentos que parecen respaldar el mencionado proyecto legislativo: “Una de las características propias de los atentados actuales contra la vida humana – como ya se ha dicho – consiste en la tendencia a exigir su legitimación jurídica, como si fuesen derechos que el Estado, al menos en ciertas condiciones, debe reconocer a los ciudadanos y, por consiguiente, la tendencia a pretender su realización con la asistencia segura y gratuita de médicos y agentes sanitarios”.
Hace tiempo, más exactamente en la alocución radial del 12 de octubre de 2003, nuestro Arzobispo ya se había manifestado sobre el proyecto de la Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía al que lo calificó de “lamentable”. Este es el párrafo que hizo mención en ese tiempo:“Lamentable proyecto de ley. Me refiero al borrador de un proyecto de ley dirigido a dar curso a la despenalización y a la práctica quirúrgica de la ligadura de trompas de Falopio y la vasectomía. Encubre la intención de legalizar una cirugía que atenta directamente contra el derecho humano a procrear. El control de la natalidad como también la protección contra algunos lamentables abusos sexuales deben transitar senderos que correspondan a la dignidad de la persona humana. La Iglesia es clara en su discernimiento doctrinal. Será preciso, en razón de la fe cristiana que profesa la mayoría del pueblo, conocer el contenido doctrinal de dicha fe. Entre algunos conceptos centrales, Juan Pablo II va al encuentro de ciertos argumentos que parecen respaldar el mencionado proyecto legislativo: “Una de las características propias de los atentados actuales contra la vida humana – como ya se ha dicho – consiste en la tendencia a exigir su legitimación jurídica, como si fuesen derechos que el Estado, al menos en ciertas condiciones, debe reconocer a los ciudadanos y, por consiguiente, la tendencia a pretender su realización con la asistencia segura y gratuita de médicos y agentes sanitarios”.
Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía
Coherencia entre fe y vida
No es la primera vez que nuestro Pastor, monseñor Domingo Salvador Castagna, reclama coherencia entre fe y vida a sus fieles. Es que el comportamiento de muchos, que se autotitulan “cristianos”, son los que más hieren a la Iglesia, ya sea con sus actitudes o conductas.
Días atrás, doce legisladores de nuestra Provincia, acompañaron la iniciativa presentada hace tres años en la Legislatura: nos referimos al proyecto de la Ligadura de Trompas de Falopio y Vasectomía. Ahora falta la media sanción senatorial para que se convierta en ley la posibilidad de realizar prácticas anticonceptivas en hospitales públicos.
Lamentablemente, muchos funcionarios que apoyan esta iniciativa, son también “cristianos”, pero quizás con una fuerte carencia precisamente de una Catequesis.
Nuestro Pastor, monseñor Domingo Salvador Castagna, se refirió en su alocución del domingo 11 de junio, fiesta de la Santísima Trinidad, a la falta de coherencia entre fe y vida por parte de nuestros hermanos que se autotitulan cristianos.
Esto nos decía nuestro Arzobispo: “¡Qué lejos está el clima social que respiramos continuamente del ideal presentado por el Evangelio! La fe aparece como un sentimiento heredado mientras que la incredulidad es el triste sustrato del comportamiento común. Lo absorbemos naturalmente - como el oxígeno - y nos movemos por su misteriosa y tétrica virtud. Los criterios que se manejan provienen de la incredulidad generalizada, no de la fe que, no obstante, afirma la mayoría profesar. Si indagáramos qué piensan nuestros vecinos, incluso quienes comparten nuestra práctica religiosa, hallaríamos incoherencias graves entre el comportamiento habitual y los valores de la fe. El gran desafío de la hora actual, identificado por los últimos y venerables Pontífices, es restablecer la coherencia entre fe y vida. Esto viene de muy atrás. Los responsables de la pastoral de la Iglesia - hace cincuenta años – hablaban de un “divorcio” doloroso entre la fe católica y el comportamiento cotidiano. Como resultado de encuestas recientes aparece una disminución del 10% de los autocalificados católicos, en relación con el año anterior. Es saludable llevar la honestidad de la encuesta hasta sus últimas consecuencias. Del 84% que se mantienen católicos, menos del 10% son “católicos practicantes”. ¡Cómo se reduce el número de creyentes católicos, comprometidos con la fe que profesan! Me conmovió el razonamiento de una ex católica práctica, psicóloga de profesión: “Iba todas las semanas a misa y estaba segura de tener fe. Pero un día advertí que me sentía “tan muerta como la imagen del Cristo al que rezaba en la cruz” y que transitaba por la vida con amargura y miedo de todo”.
No es la primera vez que nuestro Pastor, monseñor Domingo Salvador Castagna, reclama coherencia entre fe y vida a sus fieles. Es que el comportamiento de muchos, que se autotitulan “cristianos”, son los que más hieren a la Iglesia, ya sea con sus actitudes o conductas.
Días atrás, doce legisladores de nuestra Provincia, acompañaron la iniciativa presentada hace tres años en la Legislatura: nos referimos al proyecto de la Ligadura de Trompas de Falopio y Vasectomía. Ahora falta la media sanción senatorial para que se convierta en ley la posibilidad de realizar prácticas anticonceptivas en hospitales públicos.
Lamentablemente, muchos funcionarios que apoyan esta iniciativa, son también “cristianos”, pero quizás con una fuerte carencia precisamente de una Catequesis.
Nuestro Pastor, monseñor Domingo Salvador Castagna, se refirió en su alocución del domingo 11 de junio, fiesta de la Santísima Trinidad, a la falta de coherencia entre fe y vida por parte de nuestros hermanos que se autotitulan cristianos.
Esto nos decía nuestro Arzobispo: “¡Qué lejos está el clima social que respiramos continuamente del ideal presentado por el Evangelio! La fe aparece como un sentimiento heredado mientras que la incredulidad es el triste sustrato del comportamiento común. Lo absorbemos naturalmente - como el oxígeno - y nos movemos por su misteriosa y tétrica virtud. Los criterios que se manejan provienen de la incredulidad generalizada, no de la fe que, no obstante, afirma la mayoría profesar. Si indagáramos qué piensan nuestros vecinos, incluso quienes comparten nuestra práctica religiosa, hallaríamos incoherencias graves entre el comportamiento habitual y los valores de la fe. El gran desafío de la hora actual, identificado por los últimos y venerables Pontífices, es restablecer la coherencia entre fe y vida. Esto viene de muy atrás. Los responsables de la pastoral de la Iglesia - hace cincuenta años – hablaban de un “divorcio” doloroso entre la fe católica y el comportamiento cotidiano. Como resultado de encuestas recientes aparece una disminución del 10% de los autocalificados católicos, en relación con el año anterior. Es saludable llevar la honestidad de la encuesta hasta sus últimas consecuencias. Del 84% que se mantienen católicos, menos del 10% son “católicos practicantes”. ¡Cómo se reduce el número de creyentes católicos, comprometidos con la fe que profesan! Me conmovió el razonamiento de una ex católica práctica, psicóloga de profesión: “Iba todas las semanas a misa y estaba segura de tener fe. Pero un día advertí que me sentía “tan muerta como la imagen del Cristo al que rezaba en la cruz” y que transitaba por la vida con amargura y miedo de todo”.
Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía
El aporte necesario de los laicos
“¡Cuántos dolorosos contratiempos se hubieran evitado con ciudadanos correctamente educados en la fidelidad a los valores de su fe y de su cultura!”, exclamó el Arzobispo de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, haciendo referencia, una vez más, al proyecto de Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía que hoy es impulsada por funcionarios que precisamente se autodenominan católicos.
“La fe cristiana –agregó nuestro Pastor- no excluye de la grave responsabilidad de ser buenos vecinos y del compromiso por el progreso socio político y técnico de su comunidad. Los cristianos –continuó- son ciudadanos con plenitud de derechos y todas las obligaciones en el desarrollo de la sociedad. El Espíritu que los anima e inspira se constituye en garante de su identificación y de su aporte ejemplar”.
Miembros de distintos movimientos e instituciones de nuestra Arquidiócesis alzaron sus voces para “frenar” este proyecto calificado por nuestro propio Arzobispo como “lamentable”.
Este gesto, por parte de los laicos, fue bien visto por monseñor Castagna. “Como Pastor no quiero dejar pasar la oportunidad de manifestar mi gozo ante los laicos católicos que se hacen presentes en la exposición lúcida y constructiva de sus convicciones. Lo he podido verificar en la alta controversia protagonizada por ellos con motivo de la propuesta de un proyecto que contempla la legalización de la ligadura de trompas y vasectomía”.Según el prelado, los argumentos “multidisciplinares” de esta porción de la Iglesia correntina “no se limitan a parámetros puramente religiosos. Lo que piensan y dicen no es cosa de católicos - encerrados en sus esquemas - sino de hombres y mujeres de fe que saben compartir, con muchos otros no creyentes, coincidentes conclusiones antropológicas. La seriedad manifestada en el diálogo con algunos legisladores - de hace un par de semanas - constituye una garantía para fundamentar sólidamente las objeciones al proyecto en cuestión”.
“¡Cuántos dolorosos contratiempos se hubieran evitado con ciudadanos correctamente educados en la fidelidad a los valores de su fe y de su cultura!”, exclamó el Arzobispo de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, haciendo referencia, una vez más, al proyecto de Ley de Ligadura de Trompas y Vasectomía que hoy es impulsada por funcionarios que precisamente se autodenominan católicos.
“La fe cristiana –agregó nuestro Pastor- no excluye de la grave responsabilidad de ser buenos vecinos y del compromiso por el progreso socio político y técnico de su comunidad. Los cristianos –continuó- son ciudadanos con plenitud de derechos y todas las obligaciones en el desarrollo de la sociedad. El Espíritu que los anima e inspira se constituye en garante de su identificación y de su aporte ejemplar”.
Miembros de distintos movimientos e instituciones de nuestra Arquidiócesis alzaron sus voces para “frenar” este proyecto calificado por nuestro propio Arzobispo como “lamentable”.
Este gesto, por parte de los laicos, fue bien visto por monseñor Castagna. “Como Pastor no quiero dejar pasar la oportunidad de manifestar mi gozo ante los laicos católicos que se hacen presentes en la exposición lúcida y constructiva de sus convicciones. Lo he podido verificar en la alta controversia protagonizada por ellos con motivo de la propuesta de un proyecto que contempla la legalización de la ligadura de trompas y vasectomía”.Según el prelado, los argumentos “multidisciplinares” de esta porción de la Iglesia correntina “no se limitan a parámetros puramente religiosos. Lo que piensan y dicen no es cosa de católicos - encerrados en sus esquemas - sino de hombres y mujeres de fe que saben compartir, con muchos otros no creyentes, coincidentes conclusiones antropológicas. La seriedad manifestada en el diálogo con algunos legisladores - de hace un par de semanas - constituye una garantía para fundamentar sólidamente las objeciones al proyecto en cuestión”.
Proyecto de Ligadura de Trompas y Vasectomía
El Pueblo de Dios tiene la palabra
En los distintos medios de comunicación (gráficos, radiales y televisivos) el Pueblo de Dios de Corrientes, a través de sus movimientos e instituciones y, principalmente, de nuestro Pastor, se expidieron sobre el tema del proyecto Ley Cleto. Estas son algunas afirmaciones de nuestros laicos.
**
“La ley no brindaría la posibilidad de elegir, porque la gente indigente, a la que señalan que está dirigida, no está en condiciones, no tiene los elementos para poder tomar la decisión” (Alfredo Revidatti, integrante de la Comisión de Ética del Hospital Escuela).
**
"Queremos participar y dialogar. Que un psicólogo diga cómo le afecta a una persona que le practica esa operación, o que un abogado hable de las aristas legales. También que opinen un médico, un sociólogo, que sea un debate más amplio, en el que Dios esté presente. No queremos la confrontación, sí el diálogo en un ámbito cordial" (Walter Goldfarb, del Movimiento Familiar Cristiano).
**
“Los que defendemos la vida sabemos que desde el primer instante en que se encuentran un óvulo y un espermatozoide, en el momento de la concepción, estamos frente a la presencia de un nuevo ser humano único e irrepetible, como lo sos vos y como lo soy yo. Por eso, apostemos siempre por la vida, que en todos los casos vale la pena vivirla”. (Movimiento Familiar Cristiano).
**
“En caso de la ligadura, la mujer se expone a cambios en la etapa menstrual, alteraciones en la ovulación, riesgo en la fractura vertebrales, tendencia a contraer quistes de ovarios. En lo que respecta a vasectomía hay un peligro de contraer cáncer de próstata” (Zubieta, ginecóloga).
**“Con esta iniciativa se corre el riesgo que luego de dos o tres años después de la cirugía de ligadura de trompas, quisiera tener un bebé, no lo podrá hacer porque ya hay una mutilación” (Alejandro Goldfarb, psicólogo).
Son más los jóvenes, menores de 24 años, que se suicidan
Así lo aseguró un miembro de “Nendivéi”, la asociación correntina que interviene en situaciones en crisis y riesgo suicida. Luis Castillo aseguró que desde el 2003 hasta los primeros meses de este año, en Corrientes, se incrementó el número de suicidios en jóvenes menores de 24 años. “Esto es alarmante, preocupante y ese incremento no lo podemos disimular”, afirmó.
“Nendivéi” es una asociación correntina que interviene en situaciones en crisis y riesgo suicida. Hoy sus miembros se encuentran abocados a la difusión de su tarea en nuestra sociedad. Como ejemplo de ello, “Nendivéi” estuvo en la “Movida Correntina” que se realizó el 21 de mayo en el Anfiteatro “José Hernández” de la costanera correntina.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, logró acceder a uno de sus folletos informativos y se mostró interesado en dar a conocer este servicio social.
Luis Castillo es un miembro de “Nendivéi”. Se acercó a nuestra oficina para comentarnos la labor que ellos realizan, pese a que hoy no cuentan todavía con casa propia.
“Estuvimos en la ‘Movida Correntina’ repartiendo trípticos explicativos para que la sociedad conozca que existe una asociación que trabaja en la prevención de suicidas. El tema suicidio, en los medios, es tratado como flagelo o pandemia; y sobre esto hay que ser muy cuidadosos con las estadísticas”, indicó Castillo. Más adelante continuó: “Nuestras estadísticas provinciales arrojan que jóvenes, menores de 24 años, ocupan en los últimos 3 años un 20 y un 40% de incremento en Corrientes, no en la región”, aclaró. “Y es por eso que estamos brindando señales de alerta, indicadores de riesgo y concientizando a la población que el suicidio, si bien es una realidad, también es previsible y prevenible”.
El suicidio en menores de 24 años es tema que preocupa a “Nendivéi”. Es que desde el 2003 y lo que va de 2006, el incremento es notorio. “Esto es alarmante y preocupante para nosotros, su incremento no lo podemos disimular”, aseguró.
Por su parte para Castillo, el suicidio no “discrimina” a nadie. “Una persona puede llegar a tomar una determinación drástica a raíz de múltiples factores, y esto se da en todos los niveles sociales”. A modo de ejemplo comentó que en el Interior, más precisamente en Ituzaingó, “tuvimos dos suicidios en menores de entre 11 y 13 años” y aseguró que esta problemática se viene manifestando desde los 9 años. “Por eso digo que al suicidio no lo podemos categorizar ya que afecta a todos. Es un problema de índole estrictamente personal y privada”.
Teléfono por la vida
El 461600 es conocido por todos como el “Teléfono por la Vida”. Se atiende al público de 15 a 23, de lunes a viernes. Miembros de “Nendivéi” también vienen colaborando con esa asistencia, vía telefónica. Son muchos los llamados que se realizan a diario.
Hoy existen muchas maneras de estar comunicados unos con otros, sin embargo para Castillo, el mayor problema que se escucha en el 461600 “es la falta de comunicación en todos los aspectos: a nivel pareja, adolescente, relación padre e hijo, etc.”.
“Por culpa de la gran demanda de trabajo, los padres ya no logran encontrar espacios de diálogo con sus hijos; y los adolescentes no se sienten escuchados ni contenidos por sus padres y/o tutores. Entonces muchos de los que nos llaman piensan en la muerte como “solución” a su problema”, comentó.Al ser consultado si existe un factor común entre las personas que llaman y se encuentran en una etapa delicada señaló que no y que los motivos pueden ser diversos: relación afectiva (pareja), falta de trabajo, un mal examen, etc. “Ante estos múltiples factores nosotros estamos trabajando con los indicadores y los factores de protección”.
“Nendivéi” es una asociación correntina que interviene en situaciones en crisis y riesgo suicida. Hoy sus miembros se encuentran abocados a la difusión de su tarea en nuestra sociedad. Como ejemplo de ello, “Nendivéi” estuvo en la “Movida Correntina” que se realizó el 21 de mayo en el Anfiteatro “José Hernández” de la costanera correntina.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, logró acceder a uno de sus folletos informativos y se mostró interesado en dar a conocer este servicio social.
Luis Castillo es un miembro de “Nendivéi”. Se acercó a nuestra oficina para comentarnos la labor que ellos realizan, pese a que hoy no cuentan todavía con casa propia.
“Estuvimos en la ‘Movida Correntina’ repartiendo trípticos explicativos para que la sociedad conozca que existe una asociación que trabaja en la prevención de suicidas. El tema suicidio, en los medios, es tratado como flagelo o pandemia; y sobre esto hay que ser muy cuidadosos con las estadísticas”, indicó Castillo. Más adelante continuó: “Nuestras estadísticas provinciales arrojan que jóvenes, menores de 24 años, ocupan en los últimos 3 años un 20 y un 40% de incremento en Corrientes, no en la región”, aclaró. “Y es por eso que estamos brindando señales de alerta, indicadores de riesgo y concientizando a la población que el suicidio, si bien es una realidad, también es previsible y prevenible”.
El suicidio en menores de 24 años es tema que preocupa a “Nendivéi”. Es que desde el 2003 y lo que va de 2006, el incremento es notorio. “Esto es alarmante y preocupante para nosotros, su incremento no lo podemos disimular”, aseguró.
Por su parte para Castillo, el suicidio no “discrimina” a nadie. “Una persona puede llegar a tomar una determinación drástica a raíz de múltiples factores, y esto se da en todos los niveles sociales”. A modo de ejemplo comentó que en el Interior, más precisamente en Ituzaingó, “tuvimos dos suicidios en menores de entre 11 y 13 años” y aseguró que esta problemática se viene manifestando desde los 9 años. “Por eso digo que al suicidio no lo podemos categorizar ya que afecta a todos. Es un problema de índole estrictamente personal y privada”.
Teléfono por la vida
El 461600 es conocido por todos como el “Teléfono por la Vida”. Se atiende al público de 15 a 23, de lunes a viernes. Miembros de “Nendivéi” también vienen colaborando con esa asistencia, vía telefónica. Son muchos los llamados que se realizan a diario.
Hoy existen muchas maneras de estar comunicados unos con otros, sin embargo para Castillo, el mayor problema que se escucha en el 461600 “es la falta de comunicación en todos los aspectos: a nivel pareja, adolescente, relación padre e hijo, etc.”.
“Por culpa de la gran demanda de trabajo, los padres ya no logran encontrar espacios de diálogo con sus hijos; y los adolescentes no se sienten escuchados ni contenidos por sus padres y/o tutores. Entonces muchos de los que nos llaman piensan en la muerte como “solución” a su problema”, comentó.Al ser consultado si existe un factor común entre las personas que llaman y se encuentran en una etapa delicada señaló que no y que los motivos pueden ser diversos: relación afectiva (pareja), falta de trabajo, un mal examen, etc. “Ante estos múltiples factores nosotros estamos trabajando con los indicadores y los factores de protección”.
Informe sobre el suicidio en Corrientes
Señales peligrosas
- Intentos previos
- Expresiones verbales, como por ejemplo: “la vida no tiene sentido”, “no sirvo para nada”, “voy a desaparecer”, “no le importo a nadie”.
- Cambios de conducta. Personas normalmente activas se retraen.
- Señales de depresión como: trastornos del sueño, pérdida de apetito, ansiedad, fatiga, sentimiento de desesperanza, culpa y aislamiento.
- Compras poco comunes, como: armas, sogas y otros objetos que despiertan sospechas.
- Regalar objetos personales.
- Escribir cartas o testamentos.
- Tratar, en forma permanente, temas en relación con la muerte. También escribir, pintar, ver películas o escuchar música que traten de la muerte.
- Bienestar repentino luego de una depresión prolongada.
- Duelo mal resuelto.
¿Cómo ayudar?
- Establecer una comunicación abierta. Hablar del problema.
- Mostrar comprensión por el sufrimiento.
- No dejar nunca sola a la persona.
- Destacar su capacidad para superarse resaltando los aspectos positivos de su persona.
- Confirmar que hay otros que quieren y desean ayudarlo.
- Demostrar que es importante para usted.
- Evaluar a quien puede recurrir en su entorno.
- Implicar a la familia y amigos siempre que sean contenedores.
- Derivar de inmediato a un profesional.
No debemos
- Juzgar.
- Intentar solucionar todos los problemas a la vez.
- Minimizar el problema.
- Hacer un interrogatorio policial.
- Tomar distancia afectiva.
- Dar razones de por qué no debe matarse. Por ejemplo: “piensa en tus hijos, en tu familia”.
- Dar recetas rápidas y mágicas.
Factores de protección
- Instituciones: familia, escuela, clubes, Iglesia.
- Programación de actividades de tiempo libre.
- Desarrollo de habilidades personales.
- Desarrollo de habilidades sociales.
- Fomento de la autoestima.
- Fomento de la creatividad y soluciones alternativas a los problemas.
- Reforzamiento de conductas positivas, demostración de los afectos.- Adecuada canalización de la agresión.
- Intentos previos
- Expresiones verbales, como por ejemplo: “la vida no tiene sentido”, “no sirvo para nada”, “voy a desaparecer”, “no le importo a nadie”.
- Cambios de conducta. Personas normalmente activas se retraen.
- Señales de depresión como: trastornos del sueño, pérdida de apetito, ansiedad, fatiga, sentimiento de desesperanza, culpa y aislamiento.
- Compras poco comunes, como: armas, sogas y otros objetos que despiertan sospechas.
- Regalar objetos personales.
- Escribir cartas o testamentos.
- Tratar, en forma permanente, temas en relación con la muerte. También escribir, pintar, ver películas o escuchar música que traten de la muerte.
- Bienestar repentino luego de una depresión prolongada.
- Duelo mal resuelto.
¿Cómo ayudar?
- Establecer una comunicación abierta. Hablar del problema.
- Mostrar comprensión por el sufrimiento.
- No dejar nunca sola a la persona.
- Destacar su capacidad para superarse resaltando los aspectos positivos de su persona.
- Confirmar que hay otros que quieren y desean ayudarlo.
- Demostrar que es importante para usted.
- Evaluar a quien puede recurrir en su entorno.
- Implicar a la familia y amigos siempre que sean contenedores.
- Derivar de inmediato a un profesional.
No debemos
- Juzgar.
- Intentar solucionar todos los problemas a la vez.
- Minimizar el problema.
- Hacer un interrogatorio policial.
- Tomar distancia afectiva.
- Dar razones de por qué no debe matarse. Por ejemplo: “piensa en tus hijos, en tu familia”.
- Dar recetas rápidas y mágicas.
Factores de protección
- Instituciones: familia, escuela, clubes, Iglesia.
- Programación de actividades de tiempo libre.
- Desarrollo de habilidades personales.
- Desarrollo de habilidades sociales.
- Fomento de la autoestima.
- Fomento de la creatividad y soluciones alternativas a los problemas.
- Reforzamiento de conductas positivas, demostración de los afectos.- Adecuada canalización de la agresión.
“La verdad los hará libres”
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, recomienda a toda la sociedad correntina el trabajo compilado de Carlos Alberto Scarponi, titulado “La verdad los hará libres”, obra que surgió del Congreso Internacional sobre la encíclica “Veritatis Splendor”.
Es la primera iniciativa eclesial de envergadura intelectual que se realiza en torno a la mencionada encíclica en la Argentina. En estas actas se podrán leer y saborear exposiciones de autores muy variados, representantes de escuelas diversas, que presentan una Teología Moral que intenta lleva a cabo la auspiciada renovación del Concilio Vaticano II, que Juan Pablo II ha impulsado definitivamente superando las discusiones doctrinales.El Congreso “La verdad los hará libres” y la publicación de sus actas quieren hacer comprender que la libertad que no se nutre de la Verdad termina en la esclavitud y es causa de opresión y de explotación. Por eso el Papa, en esta encíclica, intenta ayudar a la Iglesia y a sus miembros a vivir en la libertad de los hijos de Dios como adoradores del Padre y servidores del bien de los hombres, y a la sociedad nacional e internacional a fundar la convivencia política en una democracia real en la cual cada hombre y cada nación sean respetados y promovidos en su verdadera dignidad. Podríamos decir que el “Esplendor de la Verdad” (Veritatis Splendor) es la Carta Magna de la Libertad para este nuevo milenio.
Defensa de la dignidad de la persona
Derechos humanos, libertad individual, dignidad de la persona, son temas siempre presentes en los discursos de nuestros dirigentes políticos y sociales, pero en el momento de plasmarlos en acciones concretas: programas, proyectos, leyes ¿son tenidos en cuenta?. Para clarificar el término dignidad de la persona leamos lo que la respecto, nos dice la Constitución Pastoral “Gaudium Et Spes” (sobre la Iglesia en el mundo de hoy -1965-). “Una sociedad justa puede ser realizada solamente en el respeto de la dignidad trascendente de la persona humana. Esta representa el fin último de la sociedad, que está a ella ordenada. En ningún caso la persona puede ser instrumentalizada para fines ajenos a su mismo desarrollo….la persona no puede estar finalizada a proyectos de carácter económico, social o político”.
Los católicos debemos asumir la responsabilidad que nos compete como ciudadanos, y participar activamente en la sociedad, haciendo escuchar nuestra voz en todas aquellas oportunidades en que creemos que nuestra opinión puede ser valiosa a la hora de aportar ideas, argumentaciones, información que contribuya a la defensa del derecho a la vida y a la dignidad de nuestros hermanos, especialmente de aquellos que menos tienen y menos pueden.
En la Carta Encíclica “Evangelium Vitae” -1990- Juan Pablo II nos decía: “Nadie puede abdicar jamás de su responsabilidad, sobre todo cuando se tiene un mandato legislativo o ejecutivo, que llama responder ante Dios, ante la propia conciencia y ante la sociedad entera de decisiones eventualmente contrarias al verdadero bien común. Si bien las leyes no son el único instrumento para defender la vida humana, sin embargo, desempeñan un papel muy importante y a veces determinante en la promoción de una mentalidad y de unas costumbres”.
“La Iglesia sabe que, en el contexto de las democracias pluralistas, es difícil realizar una eficaz defensa legal de la vida por la presencia de fuertes corrientes culturales de diversa orientación. Sin embargo, movida por la certeza de que la verdad moral encuentra un eco en la intimidad de cada conciencia, anima a los políticos, comenzando por los cristianos, a no resignarse, y adoptar aquellas decisiones que, teniendo en cuenta las posibilidades concretas, lleven a establecer un orden justo en la afirmación y promoción de la vida. Es necesario poner de manifiesto que no basta con eliminar leyes inicuas. Hay que eliminar las causas que favorecen los atentados contra la vida, asegurando sobre todo el apoyo debido a la familia y la maternidad: la política familiar debe ser el eje y motor de todas las políticas sociales. Por tanto, es necesario promover iniciativas sociales y legislativas capaces de garantizar condiciones de auténtica libertad en la decisión sobre paternidad y maternidad; además, es necesario replantear las políticas laborales, urbanísticas, de vivienda y de servicios para que puedan conciliar entre sí los horarios de trabajo y los de la familia, y sea efectivamente posible la atención a los niños y a los ancianos”.Sin dudas, en este documento encontramos una propuesta concreta para eliminar las causas que favorecen las variadas formas de atentados contra la vida y la familia. Si bien es un llamado especialmente a los que tienen mas responsabilidades, por la función que desempeñan en la sociedad, no debe ser ajena a nuestro compromiso ciudadano: ¿nos animamos a trabajar en esa dirección? ¿Participamos en la elaboración de propuestas para mejorar la situación de tantas familias en las que el desempleo, la pobreza, la desnutrición, el analfabetismo, las está destruyendo? ¿O preferimos la crítica, y el no te metas? De nuestra coherencia entre fe y vida dependerá la respuesta.
Los católicos debemos asumir la responsabilidad que nos compete como ciudadanos, y participar activamente en la sociedad, haciendo escuchar nuestra voz en todas aquellas oportunidades en que creemos que nuestra opinión puede ser valiosa a la hora de aportar ideas, argumentaciones, información que contribuya a la defensa del derecho a la vida y a la dignidad de nuestros hermanos, especialmente de aquellos que menos tienen y menos pueden.
En la Carta Encíclica “Evangelium Vitae” -1990- Juan Pablo II nos decía: “Nadie puede abdicar jamás de su responsabilidad, sobre todo cuando se tiene un mandato legislativo o ejecutivo, que llama responder ante Dios, ante la propia conciencia y ante la sociedad entera de decisiones eventualmente contrarias al verdadero bien común. Si bien las leyes no son el único instrumento para defender la vida humana, sin embargo, desempeñan un papel muy importante y a veces determinante en la promoción de una mentalidad y de unas costumbres”.
“La Iglesia sabe que, en el contexto de las democracias pluralistas, es difícil realizar una eficaz defensa legal de la vida por la presencia de fuertes corrientes culturales de diversa orientación. Sin embargo, movida por la certeza de que la verdad moral encuentra un eco en la intimidad de cada conciencia, anima a los políticos, comenzando por los cristianos, a no resignarse, y adoptar aquellas decisiones que, teniendo en cuenta las posibilidades concretas, lleven a establecer un orden justo en la afirmación y promoción de la vida. Es necesario poner de manifiesto que no basta con eliminar leyes inicuas. Hay que eliminar las causas que favorecen los atentados contra la vida, asegurando sobre todo el apoyo debido a la familia y la maternidad: la política familiar debe ser el eje y motor de todas las políticas sociales. Por tanto, es necesario promover iniciativas sociales y legislativas capaces de garantizar condiciones de auténtica libertad en la decisión sobre paternidad y maternidad; además, es necesario replantear las políticas laborales, urbanísticas, de vivienda y de servicios para que puedan conciliar entre sí los horarios de trabajo y los de la familia, y sea efectivamente posible la atención a los niños y a los ancianos”.Sin dudas, en este documento encontramos una propuesta concreta para eliminar las causas que favorecen las variadas formas de atentados contra la vida y la familia. Si bien es un llamado especialmente a los que tienen mas responsabilidades, por la función que desempeñan en la sociedad, no debe ser ajena a nuestro compromiso ciudadano: ¿nos animamos a trabajar en esa dirección? ¿Participamos en la elaboración de propuestas para mejorar la situación de tantas familias en las que el desempleo, la pobreza, la desnutrición, el analfabetismo, las está destruyendo? ¿O preferimos la crítica, y el no te metas? De nuestra coherencia entre fe y vida dependerá la respuesta.
Cáritas sigue esperando tu aporte
En el marco de su 50º aniversario y con el lema: “Por una sociedad sin exclusión ni pobreza”, Cáritas Argentina sigue esperando tu colaboración, en efectivo, que será destinado a los sectores más pobres y olvidados de nuestro país.
Cabe señalar que usted puede ser protagonista de esta colecta acercando su aporte en dinero en efectivo a Cáritas Arquidiocesana, sita en San Lorenzo e Irigoyen, de lunes a viernes, en horario comercial.
Es de recordar que Cáritas Argentina lanzó su Colecta Anual el segundo domingo de junio, pero en nuestra Arquidiócesis todavía se sigue recibiendo ese aporte en dinero para poder ayudar a comedores o centros asistenciales donde actualmente se encuentra trabajando nuestra Cáritas.
Con la Colecta, Cáritas ofrece una motivación solidaria que promueve la reflexión y el compromiso de todos para transformar la realidad desde el encuentro sincero entre hermanos, a partir de un proyecto de sociedad basado en el bien común.
Es una invitación destinada a la comunidad a sumarse, desde el sincero compromiso, ante la situación de pobreza y marginalidad de muchos hermanos en nuestro país. Es, en consecuencia, el punto culminante de un conjunto de acciones que, desde Cáritas, se desarrollan durante el año.
Cada año, a través del lema que se elige, Cáritas Argentina propone seguir recuperando la sensibilidad social, sintiéndonos responsables los unos de los otros.
“Por una sociedad sin exclusión ni pobreza” nos presenta el debate sobre la inclusión social y la necesidad de continuar trabajando por una sociedad justa y equitativa es un desafío permanente porque persiste en nuestro país un ensanchamiento de la brecha entre los que más tienen y los que no.
Por eso, en el marco de celebración de los 50 años de vida de Cáritas, el mensaje de la Colecta Anual busca ser una interpelación y, a la vez, una invitación a la esperanza.
La Colecta Anual nos permite multiplicar el compromiso con los que más necesitan a través del gesto solidario de compartir, fortalecer la invitación a construir una sociedad inclusiva y proponer la comunión cristiana de bienes como camino, porque sabemos que un país justo y equitativo es posible si asumimos la responsabilidad que a cada uno nos toca.Las acciones de Cáritas en el marco de la Asistencia, la Promoción Humana, la Incidencia y la Formación, intentan ser una respuesta frente a la crisis desde los valores de la justicia, la solidaridad y la dignidad humana.
Cabe señalar que usted puede ser protagonista de esta colecta acercando su aporte en dinero en efectivo a Cáritas Arquidiocesana, sita en San Lorenzo e Irigoyen, de lunes a viernes, en horario comercial.
Es de recordar que Cáritas Argentina lanzó su Colecta Anual el segundo domingo de junio, pero en nuestra Arquidiócesis todavía se sigue recibiendo ese aporte en dinero para poder ayudar a comedores o centros asistenciales donde actualmente se encuentra trabajando nuestra Cáritas.
Con la Colecta, Cáritas ofrece una motivación solidaria que promueve la reflexión y el compromiso de todos para transformar la realidad desde el encuentro sincero entre hermanos, a partir de un proyecto de sociedad basado en el bien común.
Es una invitación destinada a la comunidad a sumarse, desde el sincero compromiso, ante la situación de pobreza y marginalidad de muchos hermanos en nuestro país. Es, en consecuencia, el punto culminante de un conjunto de acciones que, desde Cáritas, se desarrollan durante el año.
Cada año, a través del lema que se elige, Cáritas Argentina propone seguir recuperando la sensibilidad social, sintiéndonos responsables los unos de los otros.
“Por una sociedad sin exclusión ni pobreza” nos presenta el debate sobre la inclusión social y la necesidad de continuar trabajando por una sociedad justa y equitativa es un desafío permanente porque persiste en nuestro país un ensanchamiento de la brecha entre los que más tienen y los que no.
Por eso, en el marco de celebración de los 50 años de vida de Cáritas, el mensaje de la Colecta Anual busca ser una interpelación y, a la vez, una invitación a la esperanza.
La Colecta Anual nos permite multiplicar el compromiso con los que más necesitan a través del gesto solidario de compartir, fortalecer la invitación a construir una sociedad inclusiva y proponer la comunión cristiana de bienes como camino, porque sabemos que un país justo y equitativo es posible si asumimos la responsabilidad que a cada uno nos toca.Las acciones de Cáritas en el marco de la Asistencia, la Promoción Humana, la Incidencia y la Formación, intentan ser una respuesta frente a la crisis desde los valores de la justicia, la solidaridad y la dignidad humana.
“El desafío de vivir como familia cristiana”
Con éxito se inició un taller en el CICSO
Con la premisa de reivindicar los valores en la familia, se inició con marcado éxito los primeros módulos del taller denominado “El desafío de vivir como familia cristiana”, organizado por el Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes.
Las jornadas, que se vienen dictando en la oficina del CICSO, sita en Hipólito Irigoyen 1080, son orientadas por María del Pilar Flores, religiosa de la Congregación de “Jesús-María”.
Numerosas familias de distintas comunidades de nuestra Arquidiócesis se mostraron interesadas en participar de este taller y mencionaron los argumentos que las llevó a estar presentes en esta peculiar jornada.
El contador Luciano González, perteneciente a la Comisión Ejecutiva del CICSO, agradeció públicamente a las familias que respondieron a esta iniciativa del Centro y agregó que es fundamental volver a reivindicar los valores en la familia tan amenazada hoy en día por distintas circunstancias.
Luego de las palabras de González, se inició propiamente el taller de la mano de la Madre Pilar.
El CD del dúo más conocido en la Argentina, “Pimpinela”, con su tema: “La Familia”, fue la herramienta de trabajo para el primer módulo. Posteriormente los matrimonios trabajaron con esa música bajo tres ópticas: familia, familia cristiana y desafíos.
Cabe recordar que el tercer módulo de este taller proseguirá el 27 de junio, en el horario de 20.30 a 22.Para mayores informes, los interesados deberán recabarlos en la sede del CICSO, sita en Hipólito Irigoyen 1080, teléfono 4-61110, en el horario de 17 a 20, o bien enviando un correo electrónico a la siguiente dirección: cicso_corrientes@hotmail.com
jueves, junio 01, 2006
UNA DURA REALIDAD EN LA SOCIEDAD CORRENTINA
¿Qué hacer ante la violencia de los jóvenes en las escuelas?
En estos últimos tiempos va creciendo el índice de violencia de los jóvenes en las escuelas. El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), del Arzobispado de Corrientes, entrevistó a una autoridad educativa y a un psiquiatra, para conocer su opinión al respecto. Cabe mencionar que ambos profesionales –así como muchos otros- se encuentran trabajando y colaborando para paliar este flagelo. Luego del diálogo que mantuvimos con la vice-rectora de la Escuela Normal “Doctor Juan Pujol”, Alejandra Fernández Robert y el psiquiatra, Carlos Rodríguez, se pudieron extraer interesantes conclusiones.
La mayoría de los docentes de Corrientes se muestran preocupados. Es que cada vez va creciendo el índice de violencia de los jóvenes en las escuelas, sobre todo en EGB 3 y Polimodal.
Las distintas familias educativas de nuestra Capital se encuentran abocadas a encontrar una solución al respecto.
Son numerosas las reuniones que se realizan periódicamente en las instituciones para, precisamente, hallar el “remedio” ante este flagelo.
Asimismo, ya comenzaron a surgir proyectos, no sólo destinados a los alumnos, sino también a los profesores, que tienden a encontrar respuestas a esta problemática.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), del Arzobispado de Corrientes, pretendió, en este número, abordar este tema y conocer las opiniones de profesionales que están trabajando en estos ambientes. Ellos son: Alejandra Fernández Robert y Carlos Rodríguez, vice-rectora de la Escuela Normal “Doctor Juan Pujol” y psiquiatra, respectivamente.Las opiniones de ambos profesionales son muy importantes a tener en cuenta. Fernández Robert manifestó que hoy es un poco “estéril” las charlas de formación, en cambio aseguró que es más valedero la actitud de una persona a la hora de encontrar soluciones a la violencia de los jóvenes en las instituciones. Si embargo Rodríguez destacó que la conducta de los jóvenes, hoy en día, es la resultante del comportamiento de sus padres, y señaló que la única forma de cambiar esta realidad es la “conversión de los corazones” de los actores sociales y nombró como único autor de esta obra a Jesús.
En estos últimos tiempos va creciendo el índice de violencia de los jóvenes en las escuelas. El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), del Arzobispado de Corrientes, entrevistó a una autoridad educativa y a un psiquiatra, para conocer su opinión al respecto. Cabe mencionar que ambos profesionales –así como muchos otros- se encuentran trabajando y colaborando para paliar este flagelo. Luego del diálogo que mantuvimos con la vice-rectora de la Escuela Normal “Doctor Juan Pujol”, Alejandra Fernández Robert y el psiquiatra, Carlos Rodríguez, se pudieron extraer interesantes conclusiones.
La mayoría de los docentes de Corrientes se muestran preocupados. Es que cada vez va creciendo el índice de violencia de los jóvenes en las escuelas, sobre todo en EGB 3 y Polimodal.
Las distintas familias educativas de nuestra Capital se encuentran abocadas a encontrar una solución al respecto.
Son numerosas las reuniones que se realizan periódicamente en las instituciones para, precisamente, hallar el “remedio” ante este flagelo.
Asimismo, ya comenzaron a surgir proyectos, no sólo destinados a los alumnos, sino también a los profesores, que tienden a encontrar respuestas a esta problemática.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), del Arzobispado de Corrientes, pretendió, en este número, abordar este tema y conocer las opiniones de profesionales que están trabajando en estos ambientes. Ellos son: Alejandra Fernández Robert y Carlos Rodríguez, vice-rectora de la Escuela Normal “Doctor Juan Pujol” y psiquiatra, respectivamente.Las opiniones de ambos profesionales son muy importantes a tener en cuenta. Fernández Robert manifestó que hoy es un poco “estéril” las charlas de formación, en cambio aseguró que es más valedero la actitud de una persona a la hora de encontrar soluciones a la violencia de los jóvenes en las instituciones. Si embargo Rodríguez destacó que la conducta de los jóvenes, hoy en día, es la resultante del comportamiento de sus padres, y señaló que la única forma de cambiar esta realidad es la “conversión de los corazones” de los actores sociales y nombró como único autor de esta obra a Jesús.
“El joven es violento porque el adulto es violento”
“El joven es violento porque el adulto es violento”, aseguró el psiquiatra Carlos Rodríguez señalando como una de las causales de por qué hoy nuestros jóvenes son agresivos en los establecimientos educativos. También manifestó que la violencia se registra en los niveles de educación más altos. Para el profesional, la solución pasaría por la conversión del hombre, por tener un encuentro personal con el Señor.
“La violencia escolar no es una violencia ajena a la situación coyuntural común de toda la población, no es una cuestión fuera de línea, ni de foco, no se trata de algo extraordinario, sí en cambio se podría decir que es una resultante”, comenzó diciendo el psiquiatra Carlos Rodríguez en diálogo con el Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), en el marco de la violencia de los jóvenes en las instituciones.
Mas adelante aseguró que “el joven es violento porque el adulto es violento. Los modelos de violencia tienen que ver con la formación. La agresividad es una cosa y la violencia es otra. Hoy los jóvenes son violentos pero como producto de una resultante que es, en primer lugar, cultural, y la otra, familiar”. Luego se preguntó: “¿El adolescente de dónde aprende malos hábitos? ¿Quién lo reta?”.
Para el profesional, el modelo de toda familia debería ser la Sagrada Familia y comentó que una vez, un sacerdote, les enseñó cómo Jesús, de niño, aprendió la palabra misericordia en la vida cotidiana de sus padres: José y María.
En otro momento del diálogo Rodríguez puntualizó que “los seres que más daño hacen a sus prójimos son los padres” e indicó que “no es fácil educar a alguien, sobre todo cuando no se tiene el auxilio de Dios para la pedagogía, pero sí es fácil educar a los sopapos”.
Subculturas de pandillas
“En la cultura que vivimos –continuó- existe una diversidad de subculturas de pandillas de grupos. Una cosa es ser bruto y otra cosa es ser una pandilla. La pandilla supone algo de submundo, no sólo tienen sus propios criterios, sino también normas. Por eso sostengo que la violencia escolar es una resultante”.
Según el profesional, todos los niveles de cultura están, en alguna medida, enquistados con la violencia escolar, pero “los más altos se dan en los niveles de educación de prestigio”, y añadió: “Hay un patrón psicológico que dice que, cuando una persona es más educada, es más enferma; en cambio cuando una persona es menos educada, ha sido preservada áreas de sí mismo de la educación, porque la educación, en la mayoría de los casos, es represiva y no es evaluada o consensuada, etc. En los sectores de mayores posibilidades económicas, la violencia es mayor que en los otros sectores, porque la violencia es más psicológica, más emocional”.
Rodríguez es un psiquiatra muy consultado por maestros y profesores sobre esta problemática. Pero una de las demandas que más le llamó la atención fue la discriminación que existe en los colegios “caté”, como lo mencionó él. En cambio en las instituciones más pobres sobresalen la violencia física.
La conversión
Al ser consultado sobre cuál sería entonces la solución a este problema, él no dudó en decir que “todo pasa por la conversión. Si el ser humano no tiene un contacto personal con Jesús, todo se torna inútil. Si como cultura, como familia, no hacemos algo ¿de qué nos quejamos que los chicos sean violentos cuando todo es violento alrededor nuestro?” y mencionó a la televisión como uno de los medios que “más está ofreciendo” hoy en día una cultura violenta. Por eso exhortó a los hombres, sobre todo al que profesa ser católico, “volver a Jesús, vivir en Dios, vivir el poder que tiene el amor, sobre todo el amor de Dios”.“Muchos católicos –prosiguió- dicen que van a la Iglesia porque les gusta, pero no porque exista una intención de conversión. La conversión, como señala el Papa, tiene que estar en relación con un encuentro personal con Dios” y se preguntó, una vez más, “¿cuántas familias rezan juntas?, poquitas, casi ninguna, entonces, ¿de qué hablamos?”.
“La violencia escolar no es una violencia ajena a la situación coyuntural común de toda la población, no es una cuestión fuera de línea, ni de foco, no se trata de algo extraordinario, sí en cambio se podría decir que es una resultante”, comenzó diciendo el psiquiatra Carlos Rodríguez en diálogo con el Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), en el marco de la violencia de los jóvenes en las instituciones.
Mas adelante aseguró que “el joven es violento porque el adulto es violento. Los modelos de violencia tienen que ver con la formación. La agresividad es una cosa y la violencia es otra. Hoy los jóvenes son violentos pero como producto de una resultante que es, en primer lugar, cultural, y la otra, familiar”. Luego se preguntó: “¿El adolescente de dónde aprende malos hábitos? ¿Quién lo reta?”.
Para el profesional, el modelo de toda familia debería ser la Sagrada Familia y comentó que una vez, un sacerdote, les enseñó cómo Jesús, de niño, aprendió la palabra misericordia en la vida cotidiana de sus padres: José y María.
En otro momento del diálogo Rodríguez puntualizó que “los seres que más daño hacen a sus prójimos son los padres” e indicó que “no es fácil educar a alguien, sobre todo cuando no se tiene el auxilio de Dios para la pedagogía, pero sí es fácil educar a los sopapos”.
Subculturas de pandillas
“En la cultura que vivimos –continuó- existe una diversidad de subculturas de pandillas de grupos. Una cosa es ser bruto y otra cosa es ser una pandilla. La pandilla supone algo de submundo, no sólo tienen sus propios criterios, sino también normas. Por eso sostengo que la violencia escolar es una resultante”.
Según el profesional, todos los niveles de cultura están, en alguna medida, enquistados con la violencia escolar, pero “los más altos se dan en los niveles de educación de prestigio”, y añadió: “Hay un patrón psicológico que dice que, cuando una persona es más educada, es más enferma; en cambio cuando una persona es menos educada, ha sido preservada áreas de sí mismo de la educación, porque la educación, en la mayoría de los casos, es represiva y no es evaluada o consensuada, etc. En los sectores de mayores posibilidades económicas, la violencia es mayor que en los otros sectores, porque la violencia es más psicológica, más emocional”.
Rodríguez es un psiquiatra muy consultado por maestros y profesores sobre esta problemática. Pero una de las demandas que más le llamó la atención fue la discriminación que existe en los colegios “caté”, como lo mencionó él. En cambio en las instituciones más pobres sobresalen la violencia física.
La conversión
Al ser consultado sobre cuál sería entonces la solución a este problema, él no dudó en decir que “todo pasa por la conversión. Si el ser humano no tiene un contacto personal con Jesús, todo se torna inútil. Si como cultura, como familia, no hacemos algo ¿de qué nos quejamos que los chicos sean violentos cuando todo es violento alrededor nuestro?” y mencionó a la televisión como uno de los medios que “más está ofreciendo” hoy en día una cultura violenta. Por eso exhortó a los hombres, sobre todo al que profesa ser católico, “volver a Jesús, vivir en Dios, vivir el poder que tiene el amor, sobre todo el amor de Dios”.“Muchos católicos –prosiguió- dicen que van a la Iglesia porque les gusta, pero no porque exista una intención de conversión. La conversión, como señala el Papa, tiene que estar en relación con un encuentro personal con Dios” y se preguntó, una vez más, “¿cuántas familias rezan juntas?, poquitas, casi ninguna, entonces, ¿de qué hablamos?”.
VIOLENCIA DE LOS JÓVENES EN LAS ESCUELAS
“El problema no es de la institución,
sino de toda la sociedad correntina”
La violencia de los jóvenes en las escuelas “no es un problema de la institución, sino de toda la sociedad correntina”, señaló la vice-rectora de la Escuela Normal “Doctor Juan Pujol”, Alejandra Fernández Robert, en diálogo con el CICSO. La profesional de la educación consideró que las charlas de formación son “estériles” ante este flagelo y que más productivos son los comportamientos actitudinales. Esta es la entrevista que mantuvimos con una de las autoridades de esa institución.
¿Quién es hoy el responsable de la violencia de los jóvenes en las escuelas?
“El problema de violencia que nosotros estamos teniendo, no es de la institución, sino es de la sociedad, y se trata de una problemática muy amplia que no se reduce solamente a manifestaciones violentas, sino que esto tiene como raíz la vivencia de la propia subjetividad y de la relación de unos con otros. No se puede definir realmente el problema de la violencia como un problema de confrontación entre nosotros, sino que se la “construye”. La violencia opera como una red, y las relaciones humanas actúan como redes. Lo que tenemos nosotros como manifestaciones son episodios de una red de relaciones que evidentemente no satisfacen la propia subjetividad”.
¿Cuáles son las causas de este flagelo?
“La desaparición de algunas relaciones de contención que obviamente eran vivenciales. Estos episodios violentos son llamados de atención para nosotros, son emergentes que piden ayuda. Los chicos manifiestan de una manera, pero también los adultos manifestamos esto a manera de episodios o de crisis. Todas las instituciones deberán replantearse su proceder para poder contener a cualquier persona”.
¿Cómo están trabajando ustedes ante esta realidad?
“Hace tiempo nosotros hemos comenzado a trabajar en la escuela sobre este tema. Ahora lo estamos reforzando a través de los profesores que tienen asignada la hora de “Tutoría” y “Espacios de proyectos”. Los estamos fortaleciendo a los propios profesores porque ellos son los primeros que tienen que hacer contacto con los chicos”.
Ante la detección de un caso de violencia en un joven, ¿cómo operan?
“En primer lugar nos ponemos en contacto con su tutor. Luego entablamos un vínculo directo con la familia. Acá es muy importante tener cuidado, porque existe una línea muy delgada entre la vida privada de la familia y la escuela, entonces tratamos de ir manteniendo un equilibrio. Nosotros en la institución tenemos en claro qué podemos hacer y qué no podemos hacer. Hay que aclarar que existen tareas indelegables de los padres. A veces nosotros queremos hacernos cargo del caso, pero todo pasa por una cuestión de humanismo, pero sabemos que no es tarea de la escuela, sí de los padres”.
¿En que nivel se presentan más casos de violencia?
“El trabajo que estamos desarrollando es en la EGB 3, pero también en el Polimodal. Las edades de los chicos son diferentes. En el primero estamos trabajando con más acompañamiento, con más asistencia de las familias”.
¿Qué es más efectivo, charlas de formación o lo actitud de cada uno?
“A mi entender, con información no se soluciona nada, pero insisto que el trabajo tiene que ser, primero, actitudinal, eso implica asumir un compromiso, y el conocimiento forma parte de ese compromiso. Es que nadie puede llevar soluciones sin conocimiento, pero tampoco se soluciona con charlas, sino con acciones concretas, con procedimientos concretos. La idea es que el niño pueda objetivar su propia conducta y también explicitar su problema, porque a veces los chicos no saben detectar su problema. También tratamos de hacer algo parecido con los padres”.
¿Los padres se muestran indiferentes ante esta problemática?
“Depende de los casos. Hemos tenido algunos donde los padres responden positivamente, aceptan y se comprometen en diferentes grados; y en otros, no. No obstante tratamos de que alguna mínima comprensión sea consciente del problema de su hijo”.
sino de toda la sociedad correntina”
La violencia de los jóvenes en las escuelas “no es un problema de la institución, sino de toda la sociedad correntina”, señaló la vice-rectora de la Escuela Normal “Doctor Juan Pujol”, Alejandra Fernández Robert, en diálogo con el CICSO. La profesional de la educación consideró que las charlas de formación son “estériles” ante este flagelo y que más productivos son los comportamientos actitudinales. Esta es la entrevista que mantuvimos con una de las autoridades de esa institución.
¿Quién es hoy el responsable de la violencia de los jóvenes en las escuelas?
“El problema de violencia que nosotros estamos teniendo, no es de la institución, sino es de la sociedad, y se trata de una problemática muy amplia que no se reduce solamente a manifestaciones violentas, sino que esto tiene como raíz la vivencia de la propia subjetividad y de la relación de unos con otros. No se puede definir realmente el problema de la violencia como un problema de confrontación entre nosotros, sino que se la “construye”. La violencia opera como una red, y las relaciones humanas actúan como redes. Lo que tenemos nosotros como manifestaciones son episodios de una red de relaciones que evidentemente no satisfacen la propia subjetividad”.
¿Cuáles son las causas de este flagelo?
“La desaparición de algunas relaciones de contención que obviamente eran vivenciales. Estos episodios violentos son llamados de atención para nosotros, son emergentes que piden ayuda. Los chicos manifiestan de una manera, pero también los adultos manifestamos esto a manera de episodios o de crisis. Todas las instituciones deberán replantearse su proceder para poder contener a cualquier persona”.
¿Cómo están trabajando ustedes ante esta realidad?
“Hace tiempo nosotros hemos comenzado a trabajar en la escuela sobre este tema. Ahora lo estamos reforzando a través de los profesores que tienen asignada la hora de “Tutoría” y “Espacios de proyectos”. Los estamos fortaleciendo a los propios profesores porque ellos son los primeros que tienen que hacer contacto con los chicos”.
Ante la detección de un caso de violencia en un joven, ¿cómo operan?
“En primer lugar nos ponemos en contacto con su tutor. Luego entablamos un vínculo directo con la familia. Acá es muy importante tener cuidado, porque existe una línea muy delgada entre la vida privada de la familia y la escuela, entonces tratamos de ir manteniendo un equilibrio. Nosotros en la institución tenemos en claro qué podemos hacer y qué no podemos hacer. Hay que aclarar que existen tareas indelegables de los padres. A veces nosotros queremos hacernos cargo del caso, pero todo pasa por una cuestión de humanismo, pero sabemos que no es tarea de la escuela, sí de los padres”.
¿En que nivel se presentan más casos de violencia?
“El trabajo que estamos desarrollando es en la EGB 3, pero también en el Polimodal. Las edades de los chicos son diferentes. En el primero estamos trabajando con más acompañamiento, con más asistencia de las familias”.
¿Qué es más efectivo, charlas de formación o lo actitud de cada uno?
“A mi entender, con información no se soluciona nada, pero insisto que el trabajo tiene que ser, primero, actitudinal, eso implica asumir un compromiso, y el conocimiento forma parte de ese compromiso. Es que nadie puede llevar soluciones sin conocimiento, pero tampoco se soluciona con charlas, sino con acciones concretas, con procedimientos concretos. La idea es que el niño pueda objetivar su propia conducta y también explicitar su problema, porque a veces los chicos no saben detectar su problema. También tratamos de hacer algo parecido con los padres”.
¿Los padres se muestran indiferentes ante esta problemática?
“Depende de los casos. Hemos tenido algunos donde los padres responden positivamente, aceptan y se comprometen en diferentes grados; y en otros, no. No obstante tratamos de que alguna mínima comprensión sea consciente del problema de su hijo”.
"Sostener a los que sostienen"
En la Escuela Normal “Doctor Juan Pujol” hace tiempo que se viene trabajando en esta problemática. Pero ahora se ha reforzado esa tarea con un proyecto denominado “Sostener a los que sostienen”.
Se trata nada menos que la formación de los profesores para saber cómo actuar ante un caso de violencia por parte de sus alumnos.
Para ello, está brindando sus servicios gratuitos profesionales el doctor Sergio Cardozo, quien le está formando psicológicamente a los hombres de educación, para que a su vez estos sepan auxiliar a sus pares y a sus educandos.
La vice-rectora de la institución, Alejandra Fernández Robert, señaló que esta problemática “es una responsabilidad social y colectiva” y aclaró que “nosotros no tenemos la solución, pero si cambios actitudinales que pueden evitar, en alguna medida, que esto se expanda”.Finalmente agregó que, al menos en forma particular, en ningún momento recibió apoyo del Gobierno, y que las soluciones las están buscando con proyectos que nacen de la institución, como por ejemplo en el que se menciona más arriba.
Se trata nada menos que la formación de los profesores para saber cómo actuar ante un caso de violencia por parte de sus alumnos.
Para ello, está brindando sus servicios gratuitos profesionales el doctor Sergio Cardozo, quien le está formando psicológicamente a los hombres de educación, para que a su vez estos sepan auxiliar a sus pares y a sus educandos.
La vice-rectora de la institución, Alejandra Fernández Robert, señaló que esta problemática “es una responsabilidad social y colectiva” y aclaró que “nosotros no tenemos la solución, pero si cambios actitudinales que pueden evitar, en alguna medida, que esto se expanda”.Finalmente agregó que, al menos en forma particular, en ningún momento recibió apoyo del Gobierno, y que las soluciones las están buscando con proyectos que nacen de la institución, como por ejemplo en el que se menciona más arriba.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)