miércoles, agosto 31, 2005

EL FLAGELO DE LA DESNUTRICIÓN

CUANDO NO SE PUEDE ELEGIR COMO SE VIVE
La Cooperadora por la Nutrición Infantil (CONIN) es una asociación sin fines de lucro que ayuda a encarar la prevención y el tratamiento de la desnutrición y sus consecuencias, con el objetivo de abordar de manera integral la patología social que da origen a la extrema pobreza.
CONIN asiste al niño y a su familia en áreas como la educación para la salud, escolaridad, guarderías maternales, prevención del alcoholismo, escuela para padres y programas de alfabetización. “De nada sirve atender y curar a un chico si a los 15 días lo tenés de vuelta en las mismas condiciones”, afirmó el doctor Abel Albino, fundador y actual presidente de la entidad en Mendoza.
La cooperadora nació como espejo de los 30 años de la experiencia chilena del doctor Fernando Monckeberg, quien desarrolló centros de tratamiento para esta patología desde 1975, al ver que su país tenía un índice de 70 por mil de mortalidad infantil, el mayor de Latinoamérica. En la actualidad, la tasa chilena no supera el 8 por mil. Gracias a la exitosa experiencia de estos centros, germinó CONIN en la Argentina, el 4 de septiembre de 1993, en Las Heras, provincia de Mendoza. Pero Albino fue más allá, y a los Centros de Recuperación propuestos por Monckeberg, le adicionó el Centro de Prevención, que ya suman un total de 14, entre los que se encuentra el de Corrientes.
PREVENCION
La secuela fundamental de la desnutrición es la debilidad mental, y la única debilidad mental que se puede prevenir y revertir, y que es creada por el hombre, es la del desnutrido. Al momento de nacer, el cerebro humano pesa 35 gramos, pero como su crecimiento es muy rápido, a los catorce meses pesa 900 gramos, teniendo el 80 por ciento de su peso definitivo.
Durante este período el cerebro crece a razón de dos miligramos por minuto y su actividad metabólica es muy intensa. En esta etapa el proceso es influido poderosamente por factores medioambientales, incluyendo entre ellos la nutrición, el cuidado, el afecto y la estimulación sensorial que reciba cada uno.
En los primeros 18 meses de vida, cada neurona emite cinco mil “cablecitos” que se interconectan con otros. De esa conexión dependen la rapidez mental, la memoria, la capacidad de asociación que tendrá el individuo. Si no se produce en ese momento, nunca más se hará.
SU CREADOR
Abel Albino (foto) es médico pediatra y doctor en medicina, tiene 58 años, y es oriundo de Mendoza. Fue allí donde recorrió los ranchos por primera vez, y encontró a dos hermanitos durmiendo sobre la tierra, abrazados a un perro para protegerse del frío y procurarse calor.
En 1992 Albino había ido a España a estudiar biología molecular, una especialidad del futuro. “Pero no era feliz, no tenía paz”, contó. Un día encontró un diario viejo que le llamó la atención, y comenzó a hojearlo. Allí encontró un artículo de la Madre Teresa de Calcuta, con una reflexión que le abrió el corazón y la mente:
“El fruto del silencio es la oración,
el fruto de la oración es la fe,
el fruto de la fe es el amor,
el fruto del amor es el servicio
y el fruto del servicio es la paz”.
Se preguntó “servir ¿a quién?”, y en una alocución del Papa Juan Pablo II, escuchó que “hay que servir a los pobres”. Esto bastó para que Albino abandonara una carrera promisoria, y volviera a la Argentina.“La biología molecular es una especialidad del futuro y yo me di cuenta de que soy hijo de un país que no tiene solucionado su pasado”, recalcó. El encuentro con la cultura europea lo había golpeado. No podía entender cómo países tan pequeños podían ser tan poderosos, y el suyo no, tan grande, tan rico, y tan quebrado. “Hemos logrado lo imposible: hundimos un corcho”, enfatizó.
Albino volvió, y ante la situación del país, “este país que nos dio todo”, se puso a trabajar para los pobres, “los pobres de cabeza, los que tienen problemas neurológicos, en fin, los desnutridos”, y se convirtió así en un incansable custodio de los niños.
ALBINO EN CORRIENTES
El doctor Albino estuvo presente en nuestra ciudad el 4 de agosto, para brindar una charla acerca de la problemática que implica la desnutrición infantil, y mostrar algunas de las acciones que está llevando adelante CONIN en Corrientes.
Su disertación tuvo lugar en el marco del congreso regional de CREA, una asociación civil sin fines de lucro integrada y dirigida por productores agropecuarios, que promueven el desarrollo integral del empresario de este sector.
En la oportunidad, Albino reflexionó acerca de que “nuestro país está lleno de pobres, y donde hay pobreza y desempleo hay desnutrición. Me agota explicar lo obvio, pero no quiero llegar a un enfrentamiento. Por mi tarea, debo ser un punto de encuentro y no de confrontación. Es hora que se acepte esta realidad y se obre en consecuencia, porque es una vergüenza que existan débiles mentales por esta enfermedad creada por el hombre. Sólo saldremos de esta situación si trabajamos en conjunto el Estado, los profesionales y la comunidad”, agregó.
Cuando Albino comenzó a trabajar en CONIN, hace más de 10 años, casi el 70% de las madres que acudían eran analfabetas. “Aunque por cuestiones folklóricas”, añadió, “la sociedad argentina cree que un pobre es vago, porque es igual a nosotros pero sin plata. A cada rato escucho decir 'pero esa madre, qué hace', sin darse cuenta que los padres también son débiles mentales por desnutrición, pues no pudieron desplegar su potencial genético”.
“La clave de todo este asunto es la educación, por eso estos adultos se ahogan en un vaso de agua y hay que ayudarlos hasta en lo más elemental. Los pobres son pobres en educación, en estímulos, en entusiasmo, en amigos y sueños, en introspección y retrospección, en experiencia adquirida, en historia, y encima, en dinero”, recalcó el doctor.“Con chicos desnutridos no hay futuro. La principal riqueza de un país es el capital humano, y si está dañado, ESE PAÍS NO TIENE FUTURO.”
(Fuente: Revista 23, www.lavozdelinterior.com.ar)

1 comentario:

ale dijo...

No hace mucho que descubrí la Fundación y al Dr Abel Albino...Lo único que puedo dicir es que cada vez que lo ecucho hablar ... lloro... me emociona de tal manera que no lo pedo evitar...
me ha sensibilizado... ojalá pudiera logra eso en lo políticos.
Ale de Bell Ville