CONIN EN CORRIENTES

En nuestra ciudad inauguraron su sede propia el 15 de mayo, en el Barrio Punta Taitalo, cerca de Molina Punta. Pero su trabajo de campo en ese sector se inició hace 2 años, cuando concurrían a esa zona semanalmente para realizar un relevamiento de la vida de los vecinos, donde casi todas las madres son analfabetas y multiparas, es decir, han tenido muchos partos, y viven en condiciones de hacinamiento.

En este momento, CONIN tiene casi colmada su capacidad de atención con 49 niños, pues las instalaciones no le permiten tener más de 50 en tratamiento. El enfoque de diagnóstico y trabajo es multidisciplinario, con una visión integral del problema, por eso es que las madres deben acudir al centro acompañando a sus hijos.

Ester Almirón (en la foto con dos de sus hijas) tiene 41 años, 12 hijos, y está embarazada del número 13. De todos ellos, 4 están bajo tra-tamiento, y concurre a CONIN desde sus inicios.

“Esto es una ayuda total” contó Ester, mientras realiza quehaceres de bordado, “porque yo pude ver como mejoraron mis hijos”. Una es Lucrecia, que tiene 9 años, y que no quería hacer su tarea, porque le costaba, a pesar del empeño de la madre.

Mediante la ayuda de los profesionales de CONIN, descubrió que Lucrecia estaba desnutrida, y que por eso no podía leer. “Ahora ya lee bien, y encima le gusta. Hay veces que hasta se lleva libros a casa”, relató Ester.

Uno de los referentes de la entidad es Adolfo Serrano, quien fue uno de los primeros en llevar adelante esta labor en la provincia. “La primera vez que lo escuché al doctor Albino me convenció. El explicó que si un niño no recibe durante sus primeros 18 meses los nutrientes esenciales, ese bebé nunca será capaz de pensar, de sentir, de vivir dignamente, es decir, de nada”.

El equipo de la sede correntina está compuesto por Miriam Salmón, médica pediatra; Amalia Aquino Sánchez, asistente social; Liliana Souza, maestra jardinera; Verónica López, alfabetizadora; y Marcela Kriskovich, estimuladora temprana y psicopedagoga.
CONIN se solventa gracias al aporte de la comunidad, por lo que solicitan su colaboración para conseguir la donación o el préstamo de una máquina de coser, sea nueva usada, pues cuentan con una cantidad importante de ropas de adultos, que podrían adaptarlas para el uso de los niños.

También necesitan una heladera y una cocina o anafe, una balanza de niños, y los implementos de costura, como hilo de bordar y de coser, agujas de coser, bordar, tejer y crochet.

Solicitan además, colchonetas, frazadas, o alfombras, para cuando los pequeños juegan en el piso, sillitas y mesitas para que realicen sus tareas, pañales descartables, ropas de niños, juguetes, libros, lápices de colores, crayones, papel, y todo tipo de artículo de librería.

Las personas que puedan ayudar, dirigirse de 14 a 18 a la calle Bella Vista s/n, entre las calles Punta Ñaró y Punta Tacuara (Barrio Punta Taitalo), o a los teléfonos 433618 o 15687931, o adolfoserrano@gigared.com.