NUNCA MAS
Como en todo el país, Corrientes también dijo “NUNCA MAS” al proceso militar más sangriento de la historia argentina que se inició el 24 de marzo de 1976. Después de 30 años de aquella época nefasta, nuestra ciudad fue testigo de varios actos recordando a sus hijos desaparecidos (César Alvarez, Joaquín Arqueros, Rómulo Gregorio Artieda, Nelly Vázquez de Moresi, Carlos Pérez Rueda, Alfredo Rubén Velásquez, Roberto Yedro, Yolanda Dolores Reguera Brítez, Vicente Víctor Ayala, Mirta Beatriz Blanco, Carlos Rubén Marcón, Carlos Alberto Meza Marengo, Pedro Francisco Moresi y Lila Soto). En las calles de los barrios Ponce y Santa Rita, se inmortalizaron los nombres de las catorce víctimas correntinas desaparecidas por la dictadura.
Joaquín Arqueros, periodista del diario “época”, es hijo de un desaparecido en esa época: Joaquín Vicente Arqueros, conocido por todos como “Bocha”. Su nombre fue impuesto a una calle del barrio Ponce. El CICSO dialogó con el hombre de prensa para conocer qué sentimientos pasaron por su corazón al recordar los 30 años desde que su padre partió de este mundo a raíz de esa masacre.
¿Qué sentimientos se te cruzaron por la cabeza recordar los 30 años del Golpe de Estado?
Durante mucho tiempo de este tema no se habló en la Argentina, y por ende, ni en Corrientes. Solamente los que habían sufrido las consecuencias de la dictadura y sus familiares analizábamos, una y otra vez, la cuestión. Que la sociedad toda ahora se ponga a reflexionar, es importante, aunque solamente una porción lo haga. Esto nos permitirá a los argentinos no volver a cometer los mismos errores. Por otra parte, que los responsables de cometer delitos contra los derechos humanos estén respondiendo ante la Justicia -oportunidad que ellos no dieron a sus víctimas- es muy importante, porque esto significa que la sociedad se mira hacia adentro y trata de subsanar su error. Esto es doloroso, debo admitirlo, pero como un parto seguramente nacerá una nueva vida, en esta caso, una nueva sociedad.
¿Cómo lo recordás hoy a tu padre?
Yo tenia 5 años cuando lo hicieron desaparecer por lo tanto poco recuerdo de él. Son como “fotos” que tengo, imágenes y muchos sentimientos que me fueron inculcando mis familiares. Sin embargo uno siempre trata de reconstruirlo y preguntarse ¿cómo era?, ¿cómo reaccionaría ante esta situación?, ¿era un buen amigo? , ¿qué pensaba? Todas estas preguntas te sirven para tratar de imaginarte que personalidad tenía.
Lo que sí es seguro es que me dejó un ejemplo de vida, porque más allá de lo que pueda decir la historia, él fue capaz de entregar lo más preciado que tiene un ser humano en defensa de un ideal de sociedad distinta a la que vivimos: su vida.
¿Crees que, a 30 años, recién los argentinos tomaron conciencia de esa época nefasta de la Argentina?
Los procesos sociales son muy complejos tienen sus tiempos y generalmente no respetan el calendario. Lo que pasa es que luego de los años pasados, de sucesivas crisis, los argentinos decidimos sentarnos a pensar ¿por qué estamos así? Y allí parece que nos dimos cuenta de muchas cosas, desde lo espiritual hasta lo económico, pasando por una crisis de valores como por ejemplo la cultura del trabajo.
Entonces una parte de la sociedad, que no se si es la mayoría, comenzó a tomar conciencia, aunque creo que todavía falta.
Como periodista, ¿crees que los correntinos conocen lo que pasó en Corrientes en esa época?
Creo que desconocen muchas cosas. Los correntinos vieron muchas cosas, porque aquí, como en todo el país, hubieron desaparecidos, torturas, persecuciones y centros de detención clandestina (en Corrientes, en el ex Regimiento 9; otro cuartel en Goya; en Paso de los Libres y otros lugares más), pero hasta el momento me pregunto por qué la gente de esa época no se animaba a hablar de este tema.
En el 2003 escribí una nota donde ponía al descubierto el secuestro de una persona por parte de las Fuerzas Armadas en Corrientes. Mucha gente comenzó a interesarse y traerme datos sobre otros casos. Es decir que el tema se conocía, pero había mucho temor de contarlo y hasta de conversarlo.
¿En qué condiciones tu padre desapareció?
Joaquín Arqueros, periodista del diario “época”, es hijo de un desaparecido en esa época: Joaquín Vicente Arqueros, conocido por todos como “Bocha”. Su nombre fue impuesto a una calle del barrio Ponce. El CICSO dialogó con el hombre de prensa para conocer qué sentimientos pasaron por su corazón al recordar los 30 años desde que su padre partió de este mundo a raíz de esa masacre.
¿Qué sentimientos se te cruzaron por la cabeza recordar los 30 años del Golpe de Estado?
Durante mucho tiempo de este tema no se habló en la Argentina, y por ende, ni en Corrientes. Solamente los que habían sufrido las consecuencias de la dictadura y sus familiares analizábamos, una y otra vez, la cuestión. Que la sociedad toda ahora se ponga a reflexionar, es importante, aunque solamente una porción lo haga. Esto nos permitirá a los argentinos no volver a cometer los mismos errores. Por otra parte, que los responsables de cometer delitos contra los derechos humanos estén respondiendo ante la Justicia -oportunidad que ellos no dieron a sus víctimas- es muy importante, porque esto significa que la sociedad se mira hacia adentro y trata de subsanar su error. Esto es doloroso, debo admitirlo, pero como un parto seguramente nacerá una nueva vida, en esta caso, una nueva sociedad.
¿Cómo lo recordás hoy a tu padre?
Yo tenia 5 años cuando lo hicieron desaparecer por lo tanto poco recuerdo de él. Son como “fotos” que tengo, imágenes y muchos sentimientos que me fueron inculcando mis familiares. Sin embargo uno siempre trata de reconstruirlo y preguntarse ¿cómo era?, ¿cómo reaccionaría ante esta situación?, ¿era un buen amigo? , ¿qué pensaba? Todas estas preguntas te sirven para tratar de imaginarte que personalidad tenía.
Lo que sí es seguro es que me dejó un ejemplo de vida, porque más allá de lo que pueda decir la historia, él fue capaz de entregar lo más preciado que tiene un ser humano en defensa de un ideal de sociedad distinta a la que vivimos: su vida.
¿Crees que, a 30 años, recién los argentinos tomaron conciencia de esa época nefasta de la Argentina?
Los procesos sociales son muy complejos tienen sus tiempos y generalmente no respetan el calendario. Lo que pasa es que luego de los años pasados, de sucesivas crisis, los argentinos decidimos sentarnos a pensar ¿por qué estamos así? Y allí parece que nos dimos cuenta de muchas cosas, desde lo espiritual hasta lo económico, pasando por una crisis de valores como por ejemplo la cultura del trabajo.
Entonces una parte de la sociedad, que no se si es la mayoría, comenzó a tomar conciencia, aunque creo que todavía falta.
Como periodista, ¿crees que los correntinos conocen lo que pasó en Corrientes en esa época?
Creo que desconocen muchas cosas. Los correntinos vieron muchas cosas, porque aquí, como en todo el país, hubieron desaparecidos, torturas, persecuciones y centros de detención clandestina (en Corrientes, en el ex Regimiento 9; otro cuartel en Goya; en Paso de los Libres y otros lugares más), pero hasta el momento me pregunto por qué la gente de esa época no se animaba a hablar de este tema.
En el 2003 escribí una nota donde ponía al descubierto el secuestro de una persona por parte de las Fuerzas Armadas en Corrientes. Mucha gente comenzó a interesarse y traerme datos sobre otros casos. Es decir que el tema se conocía, pero había mucho temor de contarlo y hasta de conversarlo.
¿En qué condiciones tu padre desapareció?
No sé como lo hicieron desaparecer. Lo que sé es que viajó a Buenos Aires y por el mes de Noviembre, no sé como, ni que día, fue secuestrado. Mi padre era dirigente estudiantil universitario. Luego fue delegado gremial de los empleados públicos. También miembro de la Juventud de Trabajadores Peronistas. Trabajó con los campesinos de Goya y Saenz Peña (Chaco). Creo que lo hicieron desaparecer porque pensaba en los demás y pretendía cambiar la injusticias de este país y de esta región que, paradójicamente, como hace 30 años atrás, sigue siendo la más pobre de la Argentina. ¿Por qué? Es una pregunta que debió hacerse él y que hoy en día todavía tiene vigencia.
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