UN FENÓMENO PLURIFORME
La ciudad de Corrientes sigue padeciendo los conflictos sociales.
Hoy son los profesionales de la salud y los agentes de seguridad ¿y mañana?
El epicentro de las protestas se concentra en el puente interprovincial “General Manuel Belgrano”. Los únicos perjudicados siguen siendo los mismos ciudadanos, y las soluciones siguen sin aparecer.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, quiere compartir un texto de “Christifideles Laici” (Exhortación Apostólica Post Sinodal sobre vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo) que hace referencia precisamente al tema de “Conflictividad y paz” en su artículo 6.
En uno de sus párrafos señala: “Quizás como nunca en su historia, la humanidad es cotidiana y profundamente atacada y desquiciada por la conflictividad”. Luego prosigue: “Es éste un fenómeno pluriforme, que se distingue del legítimo pluralismo de las mentalidades y de las iniciativas, y que se manifiesta en el nefasto enfrentamiento entre personas, grupos, categorías, naciones y bloques de naciones. Es un antagonismo que asume formas de violencia, de terrorismo, de guerra”.
Esto es precisamente lo que se teme llegar cuando se llevan a cabo medidas drásticas que puedan perjudicar a otro. Hasta el momento la gente sigue teniendo paciencia y aguarda una pronta solución.
La ciudad de Corrientes sigue padeciendo los conflictos sociales.
Hoy son los profesionales de la salud y los agentes de seguridad ¿y mañana?
El epicentro de las protestas se concentra en el puente interprovincial “General Manuel Belgrano”. Los únicos perjudicados siguen siendo los mismos ciudadanos, y las soluciones siguen sin aparecer.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, quiere compartir un texto de “Christifideles Laici” (Exhortación Apostólica Post Sinodal sobre vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo) que hace referencia precisamente al tema de “Conflictividad y paz” en su artículo 6.
En uno de sus párrafos señala: “Quizás como nunca en su historia, la humanidad es cotidiana y profundamente atacada y desquiciada por la conflictividad”. Luego prosigue: “Es éste un fenómeno pluriforme, que se distingue del legítimo pluralismo de las mentalidades y de las iniciativas, y que se manifiesta en el nefasto enfrentamiento entre personas, grupos, categorías, naciones y bloques de naciones. Es un antagonismo que asume formas de violencia, de terrorismo, de guerra”.
Esto es precisamente lo que se teme llegar cuando se llevan a cabo medidas drásticas que puedan perjudicar a otro. Hasta el momento la gente sigue teniendo paciencia y aguarda una pronta solución.
La 'Torre de Babel'
Veamos qué nos sigue diciendo el texto de esta exhortación apostólica. “Una vez más, pero en proporciones mucho más amplias, diversos sectores de la humanidad contemporánea, queriendo demostrar su ‘omnipotencia’, renuevan la necia experiencia de la construcción de la ‘torre de babel’, que, sin embargo, hace proliferar la confusión, la lucha, la disgregación y la opresión. La familia humana se encuentra así dramáticamente turbada y desgarrada en sí misma”.
Estas palabras también nos recuerda a instituciones y movimientos de nuestro país cuyos miembros pretenden ser ‘omnipotentes’, y no poseen la sabiduría suficiente para reconocer errores y recibir sanos consejos. De esta manera se van construyendo su propia “Torre de Babel”, y así también nos va.
“Christifideles Laici” nos recuerda que “es completamente insuprimible la aspiración de los individuos y de los pueblos al inestimable bien de la paz en la justicia”.
“La bienaventuranza evangélica: ‘felices los que trabajan por la paz’ encuentra en los hombres de nuestro tiempo una nueva y significativa resonancia: para que vengan la paz y la justicia, poblaciones enteras viven, sufren y trabajan”.
Finalmente señala: “La participación de tantas personas y grupos en la vida social es hoy el camino más recorrido para que la paz anhelada se haga realidad. En este camino encontramos a tantos fieles laicos que se han empeñado generosamente en el campo social y político, y de los modos más diversos, sean institucionales o bien de asistencia voluntaria y de servicio a los necesitados”. Como para pensarlo entre todos los correntinos.
Veamos qué nos sigue diciendo el texto de esta exhortación apostólica. “Una vez más, pero en proporciones mucho más amplias, diversos sectores de la humanidad contemporánea, queriendo demostrar su ‘omnipotencia’, renuevan la necia experiencia de la construcción de la ‘torre de babel’, que, sin embargo, hace proliferar la confusión, la lucha, la disgregación y la opresión. La familia humana se encuentra así dramáticamente turbada y desgarrada en sí misma”.
Estas palabras también nos recuerda a instituciones y movimientos de nuestro país cuyos miembros pretenden ser ‘omnipotentes’, y no poseen la sabiduría suficiente para reconocer errores y recibir sanos consejos. De esta manera se van construyendo su propia “Torre de Babel”, y así también nos va.
“Christifideles Laici” nos recuerda que “es completamente insuprimible la aspiración de los individuos y de los pueblos al inestimable bien de la paz en la justicia”.
“La bienaventuranza evangélica: ‘felices los que trabajan por la paz’ encuentra en los hombres de nuestro tiempo una nueva y significativa resonancia: para que vengan la paz y la justicia, poblaciones enteras viven, sufren y trabajan”.
Finalmente señala: “La participación de tantas personas y grupos en la vida social es hoy el camino más recorrido para que la paz anhelada se haga realidad. En este camino encontramos a tantos fieles laicos que se han empeñado generosamente en el campo social y político, y de los modos más diversos, sean institucionales o bien de asistencia voluntaria y de servicio a los necesitados”. Como para pensarlo entre todos los correntinos.
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