DIGNIDAD Y PROMOCIÓN HUMANA, LOS OBJETIVOS DE UNA OBRA QUE VA CRECIENDO DIA A DIA
Comenzó con un comedor para sólo 50 chicos. Hoy ofrece diversos talleres de capacitación (peluquería, cerámica y bijouterie), un ‘ropero’, un centro de prácticas para asistentes sociales, apoyo escolar, un micro emprendimiento consistente en serigrafía y lo que ellos denominan la ‘catequesis complementaria’. Un centenar de personas pasan a diario por la “Casa de Caridad”. El CICSO dialogó con la coordinadora general, Susana Rodríguez, quien nos comentó sobre esta obra que está dando que hablar en el barrio 17 de Agosto.
(Corrientes, 8 de agosto de 2007). - Todo comenzó hace cuatro años. Era sólo un comedor para sólo 50 niños. La Capilla “Virgen de los Dolores” se transformó con el tiempo en una obra denominada “Casa de Caridad, Virgen de los Dolores”.
Hoy más de un centenar de personas pasan a diario por esta obra que se encuentra emplazada en el barrio 17 de Agosto, más precisamente en la intersección de Turín y Verona.
La pobreza, la marginalidad, el hambre, fueron algunos disparadores para que hoy exista este espacio que es bien visto por muchos vecinos (niños, jóvenes y adultos), y que ellos mismos dicen: “la Casa de Caridad es nuestra segunda casa”.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, dialogó con la coordinadora general de la obra, Susana Rodríguez (Foto), quien nos comentó sus inicios y cómo hoy está trabajando en ese sector de nuestra ciudad.
Rodríguez señaló al CICSO que “’Casa de Caridad’ depende de la Parroquia ‘Jesús Misericordioso’. Hace cuatro años nació esta obra bajo la aprobación de nuestro cura párroco Padre Osvaldo Raimondo”.
Aclaración
Más adelante aclaró por qué “Casa de Caridad” y no “Casa de la Caridad”. “Nosotros sostenemos que la palabra caridad es mucho más amplia que el término dar. El título lo impuso nuestro sacerdote. Desde este lugar nuestro objetivo es que el hombre se dignifique como tal. Además nosotros entendemos que la caridad no es algo caótica o desorganizada sino todo lo contrario”.
También aclaró que “nosotros, con esta tarea, enfocamos a la promoción humana. Queremos que el hombre, por sus propios medios, pueda salir adelante y, en un futuro, sus hijos no se alimenten gracias a un comedor, sino gracias al trabajo de sus padres”.
La obra fue creciendo con el transcurrir de los años. Susana es consciente que cada vez se necesitan más manos para seguir sosteniendo esta ‘empresa’. Por eso ella no dudó en solicitar voluntarios. “Esperemos que Dios continúe enviando servidores para perseverar en el compromiso de ayuda al prójimo”.
De Capilla a ‘refugio’ para necesitados
La obra “Casa de Caridad” antes era la Capilla “Virgen de los Dolores”. Así lo decidió el Padre Raimondo. Es que él sostenía que esta ex comunidad estaba muy próxima a la Capilla “San Cayetano” y la Parroquia “Jesús Misericordioso”. Además el sacerdote se dio cuenta de las necesidades que estaba padeciendo ese sector: hambre, marginación, pobreza, desnutrición, etc. Fue así que nació la “Casa de Caridad” con un comedor para sólo 50 chicos.
“El sacerdote, junto con la comunidad, se mostraba inquieto por querer hacer algo concreto por esa gente. Fue así que nació esta obra”, indicó Rodríguez.
¿Qué ofrece hoy la ‘Casa de Caridad’? Las actividades son variadas. Estas son algunas de ellas.
Numerosos niños reciben lo que ellos denominan la “Catequesis Complementaria”. “Lo denominamos así porque mientras ellos desayunan o meriendan, nosotros vamos catequizando al mismo tiempo”, explicó.
El apoyo escolar es también parte de esta ‘empresa’. “Nosotros veíamos con desagrado los problemas que los niños tenían con el estudio. Entonces invitamos a la comunidad para que se ofreciera en esta tarea. Gracias a Dios hoy contamos con docentes que enseñan a los chicos”. Por si esto fuera poco, también cuenta con una Biblioteca Infantil.
Subsidio y algo más
Hoy el comedor atiende a 140 personas diariamente. Unos 80 niños reciben desayuno y almuerzo, como así también a personas con capacidades diferentes y adultos mayores.
Desde agosto del año 2006, la obra recibe un subsidio (primero del FOPAR y hoy del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD-). Pero más allá de este importante beneficio, también la comunidad toda colabora con “Casa de Caridad”. “Estamos muy contentos con la respuesta de la gente. Hemos tenido la gracia de contar siempre con mercaderías para la obra. Todos los últimos viernes de cada mes, en la Misa de la Divina Misericordia, le pedimos a la comunidad que colabore con alimentos no perecederos”, dijo emocionada Rodríguez.
Lo último de “Casa de Caridad” es un emprendimiento comunitario. Se trata de un taller de serigrafía. “Hace tiempo veníamos con esta idea pero no concretábamos por cuestiones económicas. Luego apareció una señora que, en forma anónima, hizo entrega de una suma de dinero y con eso comenzamos con este sueño. Hoy confeccionamos remeras, chombas, sábanas, etc.”, dijo orgullosa la coordinadora general.
Las personas que deseen solicitar trabajos, deberán comunicarse con el siguiente número celular: 15-320798, o bien enviando un e-mail a: casavirgendelosdolores@hotmail.com
Más talleres
La obra cuenta también con talleres de peluquería, cerámica y bijouterie. Todos los martes y viernes, de 16 a 18, se llevan a cabo estos dos últimos; en cambio los lunes y miércoles, en ese horario, el primero.
Por si esto fuera poco, los niños del comedor y de la catequesis conformaron grupos de danzas folklóricas. Hoy son más de 80 chicos que danzan nuestra música folklórica.
También las asistentes sociales tienen su lugar. Es que existe un Centro de Prácticas para ellas. “Las chicas nos ayudan enormemente porque gracias a ellas detectamos casos de violación, desnutrición, maltrato, etc.”.
La ‘Casa de Caridad’ también cuenta con un grupo de difusión. Ellas están abocadas a expandir, no sólo por el barrio, sino también por distintos sectores y medios de comunicación, de qué se trata esta obra.
Estamos en tiempo de elecciones. Es por eso que la gente que compone esta obra quiere también estar bien preparada para ello. Por eso el CICSO ofreció a miembros de esta casa un Taller de Ciudadanía que se comenzará a dictar en ese barrio a partir del próximo sábado 11 de agosto.
Esto es, en síntesis, la ‘Casa de Caridad’. Y cerramos esta nota con las palabras de Susana Rodríguez que resume esta obra: “Hay que morir para vivir” y “es placentero dar sin esperar nada a cambio”. Que en Corrientes existan otras ‘Casas de Caridad’ para el bien de nuestros hermanos necesitados.
Comenzó con un comedor para sólo 50 chicos. Hoy ofrece diversos talleres de capacitación (peluquería, cerámica y bijouterie), un ‘ropero’, un centro de prácticas para asistentes sociales, apoyo escolar, un micro emprendimiento consistente en serigrafía y lo que ellos denominan la ‘catequesis complementaria’. Un centenar de personas pasan a diario por la “Casa de Caridad”. El CICSO dialogó con la coordinadora general, Susana Rodríguez, quien nos comentó sobre esta obra que está dando que hablar en el barrio 17 de Agosto.
(Corrientes, 8 de agosto de 2007). - Todo comenzó hace cuatro años. Era sólo un comedor para sólo 50 niños. La Capilla “Virgen de los Dolores” se transformó con el tiempo en una obra denominada “Casa de Caridad, Virgen de los Dolores”.
Hoy más de un centenar de personas pasan a diario por esta obra que se encuentra emplazada en el barrio 17 de Agosto, más precisamente en la intersección de Turín y Verona.
La pobreza, la marginalidad, el hambre, fueron algunos disparadores para que hoy exista este espacio que es bien visto por muchos vecinos (niños, jóvenes y adultos), y que ellos mismos dicen: “la Casa de Caridad es nuestra segunda casa”.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, dialogó con la coordinadora general de la obra, Susana Rodríguez (Foto), quien nos comentó sus inicios y cómo hoy está trabajando en ese sector de nuestra ciudad.
Rodríguez señaló al CICSO que “’Casa de Caridad’ depende de la Parroquia ‘Jesús Misericordioso’. Hace cuatro años nació esta obra bajo la aprobación de nuestro cura párroco Padre Osvaldo Raimondo”.
Aclaración
Más adelante aclaró por qué “Casa de Caridad” y no “Casa de la Caridad”. “Nosotros sostenemos que la palabra caridad es mucho más amplia que el término dar. El título lo impuso nuestro sacerdote. Desde este lugar nuestro objetivo es que el hombre se dignifique como tal. Además nosotros entendemos que la caridad no es algo caótica o desorganizada sino todo lo contrario”.
También aclaró que “nosotros, con esta tarea, enfocamos a la promoción humana. Queremos que el hombre, por sus propios medios, pueda salir adelante y, en un futuro, sus hijos no se alimenten gracias a un comedor, sino gracias al trabajo de sus padres”.
La obra fue creciendo con el transcurrir de los años. Susana es consciente que cada vez se necesitan más manos para seguir sosteniendo esta ‘empresa’. Por eso ella no dudó en solicitar voluntarios. “Esperemos que Dios continúe enviando servidores para perseverar en el compromiso de ayuda al prójimo”.
De Capilla a ‘refugio’ para necesitados
La obra “Casa de Caridad” antes era la Capilla “Virgen de los Dolores”. Así lo decidió el Padre Raimondo. Es que él sostenía que esta ex comunidad estaba muy próxima a la Capilla “San Cayetano” y la Parroquia “Jesús Misericordioso”. Además el sacerdote se dio cuenta de las necesidades que estaba padeciendo ese sector: hambre, marginación, pobreza, desnutrición, etc. Fue así que nació la “Casa de Caridad” con un comedor para sólo 50 chicos.
“El sacerdote, junto con la comunidad, se mostraba inquieto por querer hacer algo concreto por esa gente. Fue así que nació esta obra”, indicó Rodríguez.
¿Qué ofrece hoy la ‘Casa de Caridad’? Las actividades son variadas. Estas son algunas de ellas.
Numerosos niños reciben lo que ellos denominan la “Catequesis Complementaria”. “Lo denominamos así porque mientras ellos desayunan o meriendan, nosotros vamos catequizando al mismo tiempo”, explicó.
El apoyo escolar es también parte de esta ‘empresa’. “Nosotros veíamos con desagrado los problemas que los niños tenían con el estudio. Entonces invitamos a la comunidad para que se ofreciera en esta tarea. Gracias a Dios hoy contamos con docentes que enseñan a los chicos”. Por si esto fuera poco, también cuenta con una Biblioteca Infantil.
Subsidio y algo más
Hoy el comedor atiende a 140 personas diariamente. Unos 80 niños reciben desayuno y almuerzo, como así también a personas con capacidades diferentes y adultos mayores.
Desde agosto del año 2006, la obra recibe un subsidio (primero del FOPAR y hoy del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD-). Pero más allá de este importante beneficio, también la comunidad toda colabora con “Casa de Caridad”. “Estamos muy contentos con la respuesta de la gente. Hemos tenido la gracia de contar siempre con mercaderías para la obra. Todos los últimos viernes de cada mes, en la Misa de la Divina Misericordia, le pedimos a la comunidad que colabore con alimentos no perecederos”, dijo emocionada Rodríguez.
Lo último de “Casa de Caridad” es un emprendimiento comunitario. Se trata de un taller de serigrafía. “Hace tiempo veníamos con esta idea pero no concretábamos por cuestiones económicas. Luego apareció una señora que, en forma anónima, hizo entrega de una suma de dinero y con eso comenzamos con este sueño. Hoy confeccionamos remeras, chombas, sábanas, etc.”, dijo orgullosa la coordinadora general.
Las personas que deseen solicitar trabajos, deberán comunicarse con el siguiente número celular: 15-320798, o bien enviando un e-mail a: casavirgendelosdolores@hotmail.com
Más talleres
La obra cuenta también con talleres de peluquería, cerámica y bijouterie. Todos los martes y viernes, de 16 a 18, se llevan a cabo estos dos últimos; en cambio los lunes y miércoles, en ese horario, el primero.
Por si esto fuera poco, los niños del comedor y de la catequesis conformaron grupos de danzas folklóricas. Hoy son más de 80 chicos que danzan nuestra música folklórica.
También las asistentes sociales tienen su lugar. Es que existe un Centro de Prácticas para ellas. “Las chicas nos ayudan enormemente porque gracias a ellas detectamos casos de violación, desnutrición, maltrato, etc.”.
La ‘Casa de Caridad’ también cuenta con un grupo de difusión. Ellas están abocadas a expandir, no sólo por el barrio, sino también por distintos sectores y medios de comunicación, de qué se trata esta obra.
Estamos en tiempo de elecciones. Es por eso que la gente que compone esta obra quiere también estar bien preparada para ello. Por eso el CICSO ofreció a miembros de esta casa un Taller de Ciudadanía que se comenzará a dictar en ese barrio a partir del próximo sábado 11 de agosto.
Esto es, en síntesis, la ‘Casa de Caridad’. Y cerramos esta nota con las palabras de Susana Rodríguez que resume esta obra: “Hay que morir para vivir” y “es placentero dar sin esperar nada a cambio”. Que en Corrientes existan otras ‘Casas de Caridad’ para el bien de nuestros hermanos necesitados.
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