EL GASTO PÚBLICO DEBE ESTAR MÁS
FOCALIZADO EN LOS POBRES
El Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires (UCA) publicó un nuevo número de su informe bi-mensual "Empleo y Desarrollo Social", elaborado por un equipo integrado por los economistas Jorge Colina, Osvaldo Giordano y Marcelo Marzocchini, bajo la dirección del doctor Patricio Millán.
En este número se analiza la influencia que el gasto público tiene sobre la distribución del ingreso en la Argentina y se concluye que él tiene una leve influencia en mejorar las agudas desigualdades existentes. Esta situación contrasta con la de los países de la Unión Europea donde el gasto del Estado mejora sustancialmente la distribución del ingreso. El informe recomienda que el Estado asuma un fuerte compromiso distributivo y re direccione sus gastos en beneficio de los pobres.
La medida más común de desigualdad del ingreso es el coeficiente de Gini, que tiene valores entre 0 y 1. El primer valor corresponde a una situación de máxima igualdad, mientras que 1 corresponde a una máxima inequidad. El valor más reciente estimado para este coeficiente en la Argentina es de 0,49, que evidencia un nivel de desigualdad relativamente alto.
El patrón regresivo de distribución del ingreso en la Argentina se mantuvo relativamente estable a lo largo del tiempo. En el informe se simula la distribución de ingresos que existiría si no existieran las transferencias monetarias del Estado a las familias y se encontró que la desigualdad aumentaría levemente, con un coeficiente de Gini de 0,54.
La Unión Europea antes de la intervención del Estado tiene una distribución del ingreso tan desigual como en la Argentina. En este caso el coeficiente de Gini tendría un valor de 0,47. La intervención del Estado en la Unión Europea, especialmente mediante transferencias monetarias a las familias, tiene fuerte impacto distributivo y disminuye el coeficiente a un valor de 0,33, lo que se considera relativamente adecuado. Las transferencias monetarias en la Unión Europea están fuertemente concentradas en los sectores más pobres, mientras que en la Argentina sólo un 22% de estas transferencias llegan a la mitad más pobre de la población.
La regla de beneficios prevaleciente en el sistema de seguridad social de la Argentina -similar al que aplican los países desarrollados- está condicionada a la registración laboral. Ella no toma en cuenta que la informalidad laboral opera con mayor intensidad entre los pobres y por lo tanto los efectos distributivos del gasto público se diluyen y son bajos. Como conclusión se plantea la necesidad de que el Estado asuma un compromiso efectivo para mejorar la equidad y se reitera la necesidad de diseñar políticas públicas que tomen en cuenta la masividad del trabajo en "negro" que existe en la Argentina.
El informe completo puede solicitarse a la licenciada Marcia Veneziani, asistenta de Dirección del Departamento de Economía: Alicia M. de Justo 1400 4° piso, (1107) Buenos Aires, Tel. (011) 4338-0769, Fax: (011)-4349-0200, int. 1105: correo electrónico: marcia_veneziani@uca.edu.ar
(Fuente: Agencia Informativa Católica Argentina – AICA)
miércoles, junio 20, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario