Cuando las casualidades no existen
En el transcurso de la vida se van sucediendo historias, muchas de ellas, dignas de contar y que no trascienden en los medios masivos de comunicación. Una testigo fiel de este 'capítulo' verídico fue nuestra colaboradora del CICSO, la Madre Pilar Flores, de la congregación de Jesús-María, quien hoy se encuentra trabajando en una clínica privada y que se animó a contar este episodio con sabor a milagro.
El escenario fue una clínica privada donde la Madre Pilar trabaja en la coordinación de relaciones humanas. El hecho se produjo el miércoles 22 de noviembre, en horas de la siesta. Los protagonistas: dos bebés (niñas ellas), sus respectivos padres y los profesionales médicos.
Ese día estaba previsto realizar una cesárea a Natalia, una madre que rompió bolsa unos días antes. En ese marco de cuidado y preparación, se llamó a una ambulancia, a una pediatra y se solicitó una incubadora para el traslado del bebé que nacería antes de cumplir el tiempo total de gestación. Del mismo modo que estaban preparados los médicos y anestesistas. Todo estaba listo para que naciera Isabella aproximadamente a las 13.
Hasta aquí la historia parece normal. Transcurridos unos minutos, la pediatra que atendería a Isabella arriba a la clínica con otra ambulancia y otra incubadora.
En forma paralela a esta historia, llegó otra mujer, con muchas contracciones y con signos claros de que su salud no se encontraba nada bien. Al examinarla la médica de guardia constató que los latidos del corazón del bebé no se escuchaban. Los facultativos descubrieron que la madre padecía lo que se llama 'placenta previa'. Inmediatamente la señora ingresó a quirófano para que se le practicara una cesárea en forma urgente. Nació así Emelyn, no respiraba y la pediatra tuvo que realizarle reanimación cardio-respiratoria. Al reaccionar la bebé se la envió con prontitud a Neonatología en la segunda ambulancia e incubadora, que aparentemente estarían 'sobrando'.
Casualidad o causalidad, lo cierto es que los preparativos del nacimiento de Isabella permitieron que se preservaran también la vida de Emelyn.
El Señor utilizó de 'instrumentos' a los profesionales médicos y a los padres de Isabella para que hoy estuviese "dando una muy buena pelea" por su salud Emelyn, quien, al igual que Isabella, esperamos que estén pronto en sus hogares en brazos de sus progenitores.Esta historia, como tantas otras, no saldrá en la primera plana de los diarios pero, conociéndola, te invita a seguir trabajando, luchando y creciendo con ganas de vivir la vida.... porque vale la pena.
jueves, diciembre 21, 2006
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