ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO SOCIAL DE LA IGLESIA
TRABAJO Y SINDICATOS
Buscando iluminar la realidad de esta sociedad en la que vivimos a partir de los documentos del Magisterio Social de la Iglesia, encontramos en la Carta Encíclica sobre el Trabajo Humano -LABOREM EXERCENS- del Papa Juan Pablo II (septiembre del año 1981), algunos textos que pueden enriquecer nuestro pensamiento y opinión.“Si el trabajo -en el amplio sentido de esta palabra- es una obligación, es decir un deber, es también a la vez una fuente de múltiples derechos por parte del trabajador.”“Junto a la necesidad de asegurar sus derechos por parte de los trabajadores, brota otro derecho, y es el derecho de asociarse, esto es, a formar asociaciones o uniones que tengan como finalidad la defensa de los intereses vitales de los hombres empleados en las diversas profesiones. Estas uniones llevan el nombre de SINDICATOS.”“La doctrina social católica considera que los sindicatos son un exponente de la lucha por la justicia social, por los justos derechos de los hombres del trabajo según las profesiones…la unión de los hombres para asegurarse los derechos que les corresponden, sigue siendo un factor constructivo del orden social y de solidaridad.”“Si bien la actividad de los sindicatos entra en el campo de 'la política' entendida como 'prudente solicitud por el bien común', los sindicatos no deben hacer política, ni formar parte de partidos políticos, que luchan por el poder, ni tener vínculos demasiado estrechos con ellos, pues si lo hicieran perderían el contacto con su cometido específico que es el de asegurar los justos derechos de los hombres del trabajo en el marco del bien común y se convertirían en instrumentos para otras finalidades.”Ante la disputa de los miembros de la conducción del máximo organismo sindical nacional, de los últimos días, es válido preguntarse si en el centro de la misma se encuentra la auténtica vocación de servicio a sus hermanos trabajadores, en defensa de sus derechos o ¿hay otros intereses, personales o sectoriales?, si así fuera, la misión del sindicalismo estaría desvirtuada en sus objetivos y en su práctica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario