miércoles, junio 11, 2008

Flamante Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz


“NUESTRO OBJETIVO ES ILUMINAR Y ACTUAR DESDE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA”

Así lo sostuvo Walter Goldfarb, uno de los miembros de esta flamante comisión. Este grupo nació luego del conflicto suscitado en el puente entre la familia policial y el Gobierno provincial. El trabajo que va a realizar de aquí en más es de, no mediar, sino de acompañar y de actuar de ‘buenos oficios’ en los conflictos sociales que podrían surgir en nuestra Provincia. La herramienta de trabajo será el diálogo.

Corrientes, 11 de junio de 2008. – Dice un viejo refrán: “No hay mal que por bien no venga”. Es que el conflicto social que se vivió en nuestra ciudad entre la familia policial y el Gobierno provincial dio origen precisamente a esta flamante y así denominada ‘Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz’.
Nuestro Pastor, monseñor Andrés Stanovnik, vio como necesaria la conformación de un grupo de estas características que pueda iluminar, orientar y actuar de ‘buenos oficios’ cuando suscite algún problema de carácter social en nuestra Provincia.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, en su programa radial “Tendiendo Redes” (todos los jueves de 19.30 a 20.30 por FM San Cayetano 102.7mhz), entrevistó a uno de sus miembros, Walter Guillermo Goldfarb, para conocer los objetivos de esta comisión.

¿Cómo surgió?
Goldfarb comentó cómo nació la flamante Comisión. “El Señor nos puso en una encrucijada ante el conflicto policial que había tenido aristas preocupantes, la necesidad de, no mediar, porque esto es algo técnico que requiere otro tipo de presupuestos, sino de ofrecer un acompañamiento y esto se traducía en ‘buenos oficios’. Y precisamente frente a los conflictos, la Comisión va a tratar de acompañar e iluminar, con el asesoramiento del Magisterio de la Iglesia, buscando, a partir del diálogo, encontrar los consensos que conduzcan a caminos de acción que trate, por lo menos, de encontrar salidas a los obstáculos centrales”, señaló.
“Para llegar a una solución –prosiguió-, lo primero implica identificar las causas profundas y verdaderas de la cuestión porque, a veces, vemos las consecuencias, pero debemos tratar de discernir cuales son las causas que generaron que una persona o un grupo tome una actitud extrema, hasta a veces violatoria de una ley, para llegar a una medida de fuerza”.

La herramienta
La herramienta –según Goldfarb- más interesante que va a ofrecer la Comisión es el diálogo. “El diálogo es un mecanismo, es una herramienta, que tiene que estar al alcance de todos: políticos, empresarios, hermanos en la fe, personas de buena voluntad. El diálogo es mucho mas que escucharse, es mucho mas que atender a mi interlocutor, el diálogo, para nuestra Iglesia, es mucho más que exigente, es la búsqueda conjunta de la Verdad, el núcleo auténtico del diálogo, sobre todo en este contexto social. El diálogo –agregó-, es un ejercicio, no es algo que se improvisa, el diálogo debe tener el elemento de la buena fe y un trato recíproco de respeto por la persona. El diálogo exige cumplir con la palabra y con los compromisos”, explicó.
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) será el ‘motor’ de esta Comisión. Por eso el doctor Goldfarb consideró que la DSI “es una herramienta hermosísima, utilísima a la cual nosotros pretendemos echar mano en forma sistemática para capacitarnos, para formarnos e iluminar una realidad que ahora parece que viene como complicada”.
También dejó bien en claro que la DSI no sólo es útil para los cristianos católicos, sino también “para las personas de buena voluntad, porque la DSI nos sacia de muchas inquietudes y nos ofrece muchas respuestas”.

Objetivos puntuales
Luego sostuvo que “uno de los objetivos puntuales de la Comisión pasa por difundir, conocer y capacitarse a las enseñanzas riquísimas que nos ha regalado nuestros pastores, obispos y laicos”, haciendo referencia a la DSI.
Seguidamente abogó para que como cristianos católicos “pudiéramos cumplir con ese objetivo donde en Aparecida (Documento Conclusivo) nos señala bien claro que los laicos debemos crecer en una espiritualidad fuerte pero también debemos tener una adecuada formación cívica porque de ese modo, tal vez, vamos a poder contribuir y colaborar con nuestra dirigencia para tratar juntos: pueblo – gobierno”.
Goldfarb aclaró que el trabajo de la flamante Comisión de Justicia y Paz “no se va a agotar solamente con los hermanos que compartimos la Eucaristía, sino la idea es tener un plan de acción más amplia extensible a hermanos cristianos no católicos, y también con la comunidad judía. Es decir, pretendemos que el trabajo sea un abanico representativo de nuestra realidad de tal forma que tenga mas base de sustentación, mas respeto, mas credibilidad, mas confianza”, detalló.

Anunciar y denunciar
Finalmente el profesional invitó a los fieles católicos, no sólo de anunciar la Buena Noticia de Jesús, “sino también debemos ser capaces de denunciar los actos de corrupción cuando ellos se presentan. La corrupción es más que un dinero mal habido, tiene otras caras, por ejemplo: perpetuarse en el poder, la actitud que los poderes no funcionen con la independencia que corresponde, la posibilidad de amordazar a la prensa y que no exista prensa independiente, la posibilidad de las re-elecciones indefinidas”, etc.
La Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz ya dio sus primeros pasos. Su labor, de ‘buenos oficios’, ante el conflicto policial y Gobierno, fue bien visto por los ciudadanos. Esto recién empieza y ahora sólo queda que el grupo se vaya consolidando. El CICSO les desea el mayor de los éxitos en este camino, no fácil, pero sí necesario.

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