Transporte público de pasajeros

Entidades se manifestaron en contra del aumento de pasaje de colectivo

Corrientes, 21 de febrero de 2008. – Hace un tiempo se vienen congregando por una causa común. Fueron escuchando las voces y opiniones de los distintos representantes de sindicatos, asociaciones, comisiones vecinales, concejales, movimientos de Iglesia, entre otros. Todos se mostraron preocupados.
Se trata del posible aumento del pasaje de colectivo para los próximos meses en la ciudad de Corrientes.
Hoy, como se sabe, el boleto de colectivo cuesta $1 (un peso) –a excepción de la Línea 11 cuyo pasaje está a sólo $0.70 (setenta centavos)-.
Se escucha por las calles –y también algunos empresarios lo habrían manifestado en algunos medios de comunicación- que el boleta se iría a $1.40 (un peso con cuarenta centavos) para el mes de marzo próximo.
En ese contexto, representantes de asociaciones intermedias, organizaciones del tercer sector, comisiones vecinales, sindicatos, movimientos o instituciones de Iglesia y vecinos en general, se vienen reuniendo con la intención de ‘frenar’ el posible aumento de colectivo sosteniendo que esa medida podría ocasionar serios problemas económicos a la gente, sobre todo aquella de bajos recursos.

Mucha tela para cortar
El punto de encuentro de estas reuniones es en la sede de la Central de los Trabajadores Argentinos –CTA-, delegación Corrientes, ubicada en Costanera y San Lorenzo.
En verdad, hay mucha tela para cortar en este tema del transporte público de pasajeros.
Por un lado está la cuestión técnica, donde sólo nuestros concejales conocen a la perfección cómo se llevaron a cabo las licitaciones para que el ciudadano correntino pueda hacer uso de este servicio y su realidad hoy.
Por otro, está la verdad de la gente, donde ella sabe bien de las deficiencias que hoy presenta el servicio público de transporte, porque precisamente es la que diariamente recurre a este medio de locomoción para ir a trabajar.
También se encuentra en discusión los subsidios que hoy otorga el Estado a las empresas de transporte y que muchas veces nadie sabe que hacen éstas con ese beneficio.

Buscando apoyo
Por todo lo expresado, las distintas asociaciones y sindicatos, entre otros, proseguirán buscando más apoyo para que se descarte, definitivamente, el aumento del boleto en Corrientes.
“Nosotros entendemos que estamos avanzando bien en el tema. Lo primero que debemos hacer es tener claro la cuestión organizativa y la otra es qué es lo que vamos a reclamar”. Así lo expresó Feliciano Romero, miembro de la CTA –delegación Corrientes-.
“Nosotros –prosiguió Romero- lo que vamos a reclamar es el cumplimiento de la ordenanza, es decir, que cumplan con todos los pasos que tienen que cumplir cuando se efectuó la licitación del transporte público de pasajeros. Luego vamos a hablar si en verdad es necesario una recomposición en el aumento del boleto”.
Los representantes de las distintas asociaciones y sindicatos, entre otros, ya están pensando en tomar medidas si es que se concreta el aumento del pasaje de colectivo. “Y puede pasar por varios puntos, uno de ellos es, seguramente, la presentación de formales y jurídicas que se pueda hacer, tanto en Transporte de la Nación como en el Ejecutivo Provincial”.

Trabajo positivo
Finalmente dijo que las instituciones “ven como muy positivo” el trabajo que se está encarando por este tema “y también ellas están a la expectativa de que otros gremios hermanos se acerquen”, para luchar por esta causa común.
El tema del transporte público de pasajeros en Corrientes es importante. Hay que tratarlo con seriedad y respeto. Es que detrás de este servicio se encuentran muchas personas que recurren a él para dirigirse a sus trabajos. Un aumento en el pasaje podría tornarse complicado para muchos. De todos modos trabajar juntos por una causa común es loable “en bien del ser humano”.
Cabe señalar que el Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, no propicia ningún aumento en el boleto de colectivo que no se ajuste a las normas legales y que tampoco afecte innecesariamente a los bolsillos de las personas teniendo en cuenta que muchas de ellas recurren a los transportes públicos para dirigirse a sus trabajos.