lunes, octubre 08, 2007

En el barrio Pueblito Buenos Aires







UN COMEDOR PIDIÓ COLABORACIÓN A TODO UN VECINDARIO

Se trata del Comedor Infantil Nº 48 ubicado en el barrio Pueblito Buenos Aires. Más de 200 niños almuerzan y meriendan. La coordinadora de este servicio llamó a todos los vecinos a colaborar en esta tarea como voluntarios teniendo en cuenta que los anteriores dejaron sus puestos porque fueron ‘seducidos’ por planes sociales o bien por razones de fuerza mayor.

Corrientes, 8 de octubre de 2007. – Muchos años (más de diez) trabajó sin ‘molestar a nadie’ porque ama lo que hace. Hoy su estado de salud no le permite hacer cosas como antes. Y por si esto fuera poco, algunos de sus colaboradores abandonaron el servicio porque fueron ‘seducidos’ por nuevos planes sociales o por razones de fuerza mayor.
Se trata de Vilma Lezcano (Foto), conocida por todos como “Muñeca”, quien lleva adelante el Comedor Infantil Nº 48 que se encuentra ubicado en el ‘corazón’ del barrio Pueblito Buenos Aires.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, estuvo presente en la reunión que convocó Lezcano para conocer la realidad que está atravesando hoy el comedor.
“Los problemas comenzaron en agosto de este año con el comedor. Tuvimos algunos inconvenientes con los servidores (algunos se fueron porque fueron ‘tentados’ con los planes sociales)”, dijo con desazón Lezcano.

Sin servicios
Por todos los problemas expresados arriba la coordinadora del comedor dijo que “se fueron quitando algunos servicios que ofrecíamos sin inconvenientes meses atrás”. Por ejemplo antes los ‘pibes’ se acercaban para almorzar sin platos y sin cubiertos, hoy ellos deben llevar los utensilios porque no hay personas que puedan realizar el servicio de lavado.
Cabe recordar que en el Comedor Infantil Nº 48 pasan diariamente más de 200 niños, no solamente del barrio Pueblito Buenos Aires, sino también de los barrios Madariaga y Popular, entre otros.
La coordinadora del comedor, Lezcano, junto con una asistente social, Juana Fernández, invitaron a los padres de los chicos para hacerle conocer la realidad que está pasando y los problemas futuros que podrían aparecer de continuar el comedor sin servidores.
“Nosotros sabemos que hay muchas familias que no están pasando por un buen momento entonces les envían a sus hijos a este comedor. Hoy lo que apelamos es a la buena voluntad de todos ustedes para que puedan ‘dar una mano’ en el comedor a fin de aliviar la tarea aquí”, indicó la asistente social Fernández.

Falta de voluntariado
Luego prosiguió: “Sus niños reciben a diario almuerzo y merienda. Nosotros hoy le pedimos colaboración para que sus hijos sigan teniendo este servicio, de lo contrario, se nos hace difícil continuar con esta tarea tan noble por falta de voluntariado”.
Si bien la invitación fue extensiva a todo el barrio, solamente se hicieron presentes algunas madres que, de alguna u otra manera, colaboraron o colaboran con el comedor. Ahora el desafío está en que cada una de ellas transmita esta inquietud a todos aquellos padres que envían a sus hijos al comedor pero que no prestan servicio alguno.
En esa oportunidad también se le dio a conocer un proyecto de investigación que, junto con el Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste, avalado por el CICSO, se trabajará sobre la problemática de la desnutrición y la parasitosis. Es que visitarán profesionales médicos para detectar ese mal en los niños que frecuentan el comedor.
Y por si esto fuera poco, también a las madres se les informó de un proyecto de panadería –donde el CICSO realizó, en su oportunidad, el apoyo técnico para lograr la aprobación del micro emprendimiento y continúa hoy acompañando en cuanto a la capacitación- que actualmente se está trabajando y que los más pequeños, en sus almuerzos y meriendas, reciben pan o pastafrolas que fueron elaborados por personal del comedor. Se les dijo a las madres que ellas también podrán ser protagonistas de este micro-emprendimiento si se suman al proyecto con vistas hasta un ingreso personal para mejorar la economía familiar.
Esta es la realidad que hoy vive el Comedor Infantil Nº 48 del barrio Pueblito Buenos Aires. Las madres se mostraron predispuestas a colaborar en el comedor, y a comenzar a soñar con las propuestas enunciadas. La última palabra la tienen ellas, por el bien de sus hijos.

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