martes, julio 17, 2007


OBISPOS RIONEGRINOS CUESTIONAN
PROYECTO DE LEY DE “MUERTE DIGNA”


Viedma (Río Negro). - Los obispos de Río Negro hicieron algunas consideraciones a los proyectos de ley sobre “muerte digna” que trata la Legislatura provincial, a fin de “poner luz sobre esta realidad, siendo además conscientes de lo difícil y doloroso que implica atravesar la enfermedad terminal, tanto para el que la padece como para los familiares que acompañan al enfermo”.
“Creemos -dicen- que ello merece ser tratado desde la verdad científica y la objetividad ética dentro de un diálogo verdadero, inclusive con todos los sectores sociales, culturales y religiosos. Por otra parte, rechazamos que nuestra fe en Dios nos quite el criterio y nos deje miope para discernir y declarar lo que opinamos respecto de la dignidad de la persona y los derechos humanos, como parece desprenderse de un pasaje del fundamento de la ley de ‘Manifestación de voluntad, previa información’”.
Los prelados cuestionan que esas iniciativas parlamentarias “se refieren más a decidir y producir el adelantamiento de la muerte en pacientes terminales, que a cuidar y acompañar sus últimos momentos de vida biológica, con total cercanía y respeto por la vida”.

Condena a muerte
Tras reclamar que se distingan claramente las curas “normales”, como hidratación y alimentación, de los métodos considerados desproporcionados o ya no adecuados al bien del paciente, recuerdan que “dejar de hidratar y alimentar a un paciente es, simplemente, condenarlo a muerte por inanición, deshidratación y/o desnutrición”. Una verdad, advierten, que “no se ve respetada en los proyectos de leyes provinciales”.
También reclaman un “gran debate social y bioético” sobre la propuesta de creación de un “Registro de Voluntades Anticipadas” y diferencias los términos “muerte digna” y “morir con dignidad”.
Ante el panorama que plantean los dos proyectos en estudio en la Provincia, los obispos rionegrinos reafirman que “el valor fundamental de toda vida humana; la dignidad que brota de ser imagen y semejanza del Creador, dignidad que nada ni nadie nos puede quitar. Dignidad humana que, por otra parte, reconocida e incluida en la Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO; la importancia de la administración de los cuidados debidos a toda persona humana como indica el saber y entender de la ciencia más moderna y humanista, la asistencia sanitaria básica: alimentación, hidratación, higiene, calefacción, prevención de complicaciones por el hecho de estar en cama, monitorización de los signos clínicos, etc.; y el valor de los Cuidados Paliativos, como respuesta científica y humana que se contrapone al ensañamiento terapéutico y aleja la posibilidad de la eutanasia”.

Iniciativas y acciones
Como pastores “preocupados por nuestros hermanos enfermos”, proponen algunas iniciativas y acciones positivas para ayudar “a las personas en estado grave o terminal y también a sus familias y amigos, que deberían estar incluidas en una ley justa y respetuosa del valor de la vida humana, desde su concepción hasta su muerte”. Entre otras, sostener a las familias de los pacientes; crear y sostener redes de animación, con programas específicos; proveer apoyo económico y asistencia a domicilio; disponer de centros de acogida para familias incapaces de afrontar el problema y para ofrecer períodos de “pausa” asistencial; y propiciar dinámicas que ayuden a comprender que el equipo de salud es su aliado y lucha con ellos.
Por último, los obispos piden a sacerdotes, religiosos y laicos “una especial atención a la misión evangelizadora con los enfermos, llevándoles el consuelo y fortaleza de la fe y esperanza cristianas, mediante un encuentro humano, sencillo, directo y personal, que la más simple de las visitas hace posible”, y renuevan su “compromiso por la vida, desde su concepción hasta su fin natural”.
Firman la declaración los obispos Néstor Navarro, del Alto Valle de Río Negro; Fernando Maletti, San Carlos de Bariloche; Esteban Laxague, de Viedma; Miguel Hesayne, emérito de Viedma, y José Pedro Pozzi, emérito del Alto Valle de Río Negro.

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