martes, julio 17, 2007

Monseñor Casaretto y la Semana Social


“EN LA ARGENTINA HAY ENTRAÑAS DE CIUDADANÍA”

La Comisión Episcopal de Pastoral Social que preside monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro, destacó -en un mensaje- que la Semana Social, que se desarrolló del 29 de junio al 1 de noviembre en Mar del Plata, demostró que hay “entrañas de ciudadanía”, sobre todo del voluntariado que constituye “una gran reserva moral” del país, e invitó a seguir trabajando en los distintos ambientes para pasar de “habitantes a ciudadanos”.

El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, les ofrece el texto completo del mensaje final de monseñor Casaretto:
“Al finalizar esta Semana de Pastoral Social, en Mar del Plata, queremos hacerles llegar un mensaje de solidaridad y esperanza. Obispos y laicos, creyentes y personas de buena voluntad, representando en total a más de quince provincias, nos hemos reunido para ver cómo podemos ser una Nación de ciudadanos y no conformarnos solo con ser un país de 36 millones de habitantes. Ciudadanos, decimos, en sentido amplio, incluyendo a los extranjeros y a los menores de edad que van heredando la ciudadanía”.
“En esta Semana Social hemos ampliado el área de nuestras reflexiones, que solían estar centradas en el tema del trabajo, para abrirnos también a las áreas de la cultura y la política. Ya el año pasado nos dedicamos a reflexionar sobre la cultura del trabajo y cómo la educación debe preparar mejor a los jóvenes. Esto requiere un diálogo, más fecundo entre trabajadores y empresarios. En la semana que concluye, hemos prestado más atención al rostro político de los problemas sociales”.

De habitantes a ciudadanos
“El habitante pregunta qué va a recibir del estado. El ciudadano, en cambio, se pregunta qué puede aportar él a la comunidad. El habitante se preocupa por “tener” bienes, con frecuencia a costa de los demás. Pero lo importante de “ser” ciudadanos, es tener bienes y compartirlos con los demás. Ahora bien, este espíritu de ciudadanía se va construyendo como un edificio. Comenzamos por la Familia, que es el cimiento, continuamos con la Sociedad local y nos proyectamos así a la Comunidad nacional”.
1.- La Familia.
“A pesar de las crisis que padece, la familia sigue siendo el fundamento de la sociedad. Allí aprendemos lo que es el bien común, porque la comida que se consigue, mucha o poca, será compartida por todos. Si la casa está fría, la calefacción será para todos, no para uno solo. Aprendemos que la familia nace del corazón de los papás, que nos dieron todo como un regalo. De modo semejante, de la Nación hemos recibido una cultura, una educación, unas ilusiones. Vivir en la Argentina será agradable si nos dedicamos a seguir dando y no a consumir lo que nos dieron”.
“Jesús nos propone en el Evangelio, un ideal de familia que deseamos vivir como cristianos. Las dificultades de la vida pueden alejarnos algo del ideal, pero confiamos en la bondad de Padre celestial. Él desea que continuemos caminando y que nos preocupemos por los hijos, sin desanimarnos por nuestras propias limitaciones. No perdamos el hermoso ideal del Evangelio. No nivelemos hacia abajo, aceptando lo mínimo en salud, educación y vida familiar. Si renunciamos a los sueños, no tendremos fuerza para levantarnos”.
2 - La Sociedad civil.
“Es la que está formada por las familias, las asociaciones y las comunidades y el primer paso que damos, al salir de la familia, es hacia el barrio, como una segunda escuela de ciudadanía. En esta Semana Social hemos escuchado las experiencias solidarias de diversos grupos que deberían estar más difundidas, ya que la creatividad de los mismos constituye un verdadero capital social. El voluntariado en nuestro país es una gran reserva moral, que nos permite tener “entrañas de ciudadanía”, con espíritu maternal, según la expresión del Cardenal Bergoglio”.
“Hemos escuchado exposiciones de empresarios y de sindicalistas de primer nivel. Ellos nos ayudan a encontrar las raíces de la ciudadanía en la realidad del trabajo. También hemos escuchado a intendentes de ciudades importantes. En el municipio se entretejen las actividades de la Sociedad civil con las del Estado, las preocupaciones barriales con las de la sociedad organizada, lo que nos introduce en el tercer nivel”.
3 – La Comunidad nacional
“Deseamos que la Iglesia sea la casa de todos, un hogar común para todos los hermanos. Como una mamá se preocupa más por el hijo enfermo, así también la Iglesia mira más a los afligidos. La opción preferencial por los pobres significa que nos ocupamos de todos pero particularmente por los que más sufren, como los desempleados y los enfermos, los migrantes y los aborígenes”.
“Del trabajo en grupos de esta Semana han surgido una serie de propuestas que pueden despertar nuestra imaginación social, aunque el tiempo no ha permitido que sean discutidas y aprobadas cada una; conforman un primer bloque de desafíos y un segundo bloque de propuestas. No son trabajos técnicos pero nos permiten sentir profundamente la amistad social y revivir el espíritu de ciudadanía”.
“Que la Virgen de Luján nos conceda tener entrañas maternales, que son también entrañas de ciudadanía. Y la Virgen de Aparecida, en Brasil, donde se reunieron obispos de todo el continente con el Papa Benedicto XVI, nos dé entrañas de ciudadanía latinoamericana”.

(Fuente: Agencia Informativa Católica Argentina –AICA-)

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