miércoles, septiembre 28, 2005

HACIA UNA NUEVA RESPONSABILIDAD CIUDADANA

HACIA UNA NUEVA RESPONSABILIDAD CIUDADANA
El acto eleccionario del próximo octubre tiene una enorme importancia para los argentinos. Será un acto que permitirá, a través de un voto ponderado y responsable, recuperar una porción de la legitimidad política y dar un paso más en la salida de la crisis para seguir avanzando en este difícil camino de transición.Sin duda, la gente no se siente representada por esta dirigencia política, pero no debemos engañarnos esperando soluciones mágicas de líderes carismáticos (…).
La Comisión Permanente del Episcopado en su documento “Recrear la Voluntad de Ser Nación”, advierte que “en estos años de democracia no se pudieron resolver problemas tan vitales como el trabajo, la alimentación, la salud y la educación para todos”.
Sin embargo, exhortan a todos los ciudadanos a participar de las próximas elecciones “por inútiles que a algunos pudieran parecerles…”, y a rechazar tanto la mentalidad mágica de quienes creen que “un golpe de suerte puede cambiar el cauce de las cosas”, como la “tentación del desánimo”.
Entre la tentación de los autoritarismos populistas o de la anarquía autogestionaria, el camino de la democracia -aunque lento y dificultoso- sigue siendo el mejor. Es el único que nos permite el diálogo, la participación, el consenso y el disenso, que siguen siendo los procesos esenciales de la vida política. El proceso democrático implica asumir una tarea colectiva para construir alternativas al modelo neoliberal que achicó y debilitó al Estado y desarmó la estructura productiva del país. Modelo que se nos presentó como el único camino posible, subordinando la política a la economía, y el bien común a los intereses del mercado, en beneficio de unos pocos.Sin duda, los partidos mayoritarios tradicionales (...) están en crisis. Los personalismos y las luchas internas son tapa de los diarios y publicaciones periódicas. No es fácil para el ciudadano ver con claridad las propuestas y las cuestiones de fondo que están en debate.
Sin embargo, el discurso “antipolítico” de algunos medios de comunicación y de algunos sectores de la sociedad, en que se pretende culpar por igual a toda la clase política de corrupción y de ser los únicos responsables de la crisis, no está exento de una ideología antidemocrática y neoliberal que escapa a la percepción ingenua de una ciudadanía desencantada y escéptica.A pesar de lo explicable de este desencanto, es importante que vivamos esta elección como una nueva oportunidad para revitalizar nuestra debilitada democracia y optar por “la Corrientes que queremos”, ejerciendo con responsabilidad un derecho y un deber ciudadano: el voto. Pero también es necesario que tomemos conciencia de que la participación activa y comprometida en la vida política de la República no termina en las urnas: se practica de múltiples maneras en el ejercicio cotidiano de la ciudadanía.
La renovación de la estructuras partidarias con una nueva dirigencia, capaz de plantear propuestas claras, concretas y viables, serán el resultado de un proceso gradual de toma de conciencia, de diálogo y de reclamo de la ciudadanía para que los gobernantes representen a todos, aprendan a escuchar las necesidades urgentes de los sectores más vulnerables y asuman el mandato que se les otorga como un servicio al bien común y no en provecho propio o de los intereses partidarios.Los cristianos tenemos la tarea pendiente de construir una nueva responsabilidad ciudadana -vinculada al diálogo, al bien común y a los grandes problemas que amenazan a la humanidad- para que nuestra decisión se ilumine con una mirada amplia y un discernimiento que supere los intereses sectoriales.Por eso votar (...) con información y conciencia ciudadana es, no sólo un derecho sino un deber indeclinable y permitirá avanzar hacia el país que queremos.
(Fuente: Extractado de la Editorial de REVISTA CIAS No. 521. Las palabras en itálica es porque han sido modificadas del texto original, adaptándolo a la situación de Corrientes)

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