lunes, marzo 12, 2007

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA




PROYECCION SOCIAL DE LA CONVERSION




Estamos viviendo la Cuaresma, tiempo en el que somos llamados a la conversión, tiempo que la Iglesia nos ofrece para revisar nuestra vida, nuestro modo de actuar a la luz de los criterios evangélicos, y procurar un verdadero cambio. Cuando hablamos de conversión queremos significar también “vida nueva”, en la que debe reflejarse la coherencia entre la fe que profesamos y nuestra cotidianeidad.-
El Papa Jun Pablo II en su Exhortación Apostólica “La Iglesia en América” (1999) nos dice: “La conversión no es completa si falta la conciencia de las exigencias de la vida cristiana y no se pone esfuerzo en llevarlas a cabo. Existen grandes carencias de orden personal y comunitario, tanto a una conversión mas profunda como con respecto a las relaciones entre los ambientes, las instituciones y los grupos” . Mas adelante, refiriéndose a la dimensión social de la conversión nos dice : “La caridad fraterna implica una preocupación por todas las necesidades del prójimo. Por ello convertirse al Evangelio, para el pueblo cristiano que vive en América, significa revisar todos los ambientes y dimensiones de su vida, especialmente lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común. De modo particular convendrá atender a la creciente conciencia social de la dignidad de cada persona y, por ello, hay que fomentar en la comunidad la solicitud por la obligación de participar en acción política , teniendo presente que esta actividad forma parte de la vocación y acción de los fieles laicos”.
Que importante y necesario que meditemos detenidamente estos conceptos del Santo Padre, teniendo presente, por ejemplo, que el “bien común” es responsabilidad de todos los miembros de la comunidad, ninguno está exceptuado de colaborar en su logro, según sus capacidades y el lugar en el que le toque desempeñarse, y que exige la búsqueda del bien de los demás como si fuese el bien propio. Tenemos conciencia de la responsabilidad que como ciudadanos cristianos tenemos con cada uno de nuestros hermanos, y actuamos en consecuencia?, o creemos que debemos exigir a los dirigentes, a los gobernantes, en suma a “los demás” y nosotros nos quedamos al margen?¿Actuamos con el “buen samaritano” con el hermano que está tirado al costado del camino, o hacemos como el levita o el sacerdote? También en su mensaje incita a los laicos a participar en política , como una obligación que no debemos eludir, ya que debemos superar la comodidad, el individualismo, el “no te metas”, y, por el contrario, ser activos constructores de un tiempo nuevo, tiempo de justicia y de verdad, generando nuevos vínculos sociales fraternos, a pesar de todas las dificultades e inconvenientes que seguramente encontraremos en esta tarea que no es fácil, pero es ineludible.

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