Se trata de Alberto Humeres, oriundo de la ciudad del “Paiubre”. Su máximo objetivo fue crear fuentes de trabajo. Hoy es propietario de una fábrica de mosaicos en un barrio de Mercedes.
Desde hacía tiempo, Alberto Humeres venía forjando el sueño de fábrica de mosaicos que estuviera a la altura de los acontecimientos para empezar a competir. Hoy este hombre es propietario de una fábrica de mosaicos en el barrio Castello de Mercedes, localidad de la que es oriundo, la que fue levantada con mucho esfuerzo y sacrificio dado que era de condición humilde. Pero esto no fue ningún impedimento para que creyera en sus sueños y comenzara a abrirse paso entre la crisis y las escasas oportunidades que brinda el Estado.
No obstante hace unos meses Humeres inició los trámites para adquirir un crédito perteneciente al programa nacional “Manos a la Obra” que se gestiona a través del municipio local, mediante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
La pequeña empresa se encuentra ubicada en su casa, lugar donde está instalada una de las máquinas recientemente adquiridas mediante el programa antes mencionado.
El propietario de la fábrica cuenta que un día se acercó al municipio local en búsqueda de orientación para la puesta en marcha de su plan de trabajo. “Me ayudaron a realizar el proyecto y así empezamos. Completé toda la documentación que me fue solicitada para ser presentado al Ministerio de Desarrollo de la Nación”.
“Una vez que cumplí con los requisitos obtuve el crédito para comprar la máquina que me hacía falta. Ahora me queda seguir trabajando y cumplir con las cuotas que debo saldar”, comenta el propietario de la fábrica.
La máquina adquirida es una prensa para mosaicos granitos y calcáreos, “más potente que la que tenía anteriormente, ahora puedo hacer el trabajo más rápido y cumplir con mis clientes. En este lugar fabricamos mosaicos, zócalos, baldosones, mesadas graníticas, entre otras”, cuenta Humeres agregando que ya cuenta con una cartera interesante de clientes.
En relación a sus expectativas para el futuro, el propietario de la firma cuenta que está feliz “porque después de largarme como trabajador independiente, yo era empleado en una fábrica de mosaicos de esta ciudad, las puertas se me abrieron, y este crédito vino a darme un gran empujón para poder agrandar mi negocio”.
En este tiempo Humeres ha duplicado la cantidad de clientes desde que adquirió su flamante prensa industrial, la que muestra con orgullo, pues es el fruto de la perseverancia y la voluntad que ha tenido, para no bajar los brazos y buscar la manera de salir adelante, aprovechando las posibilidades de los programas diseñados a tal fin. (Fuente: www.el-litoral.com.ar)
miércoles, marzo 01, 2006
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