viernes, marzo 10, 2006
Para promover un desarrollo integral del hombre...
...es necesario tener la "mirada" de Cristo
Con la cita bíblica: “Al ver Jesús a las gentes se compadecía de ellas” (Mt9,36), el Santo Padre, Benedicto XVI, nos dejó su mensaje para la Cuaresma 2006. Estas son algunas frases más destacadas.
“La Cuaresma –señaló el Santo Padre- es el tiempo privilegiado de la peregrinación interior hacia Aquél que es la fuente de la misericordia. Es una peregrinación en la que Él mismo nos acompaña a través del desierto de nuestra pobreza, sosteniéndonos en el camino hacia la alegría intensa de la Pascua”.
Asimismo aseguró que el Señor hoy continúa escuchando “el grito de las multitudes hambrientas de alegría, de paz y de amor. Como en todas las épocas, se sienten abandonadas. Sin embargo, en la desolación de la miseria, de la soledad, de la violencia y del hambre, que afectan sin distinción a ancianos, adultos y niños, Dios no permite que predomine la oscuridad del horror”, manifestó con esperanza.
En otro momento de su mensaje reflexionó “sobre una cuestión muy debatida en la actualidad: el problema del desarrollo”. Al respecto indicó que “La «mirada» conmovida de Cristo se detiene también hoy sobre los hombres y los pueblos, puesto que por el «proyecto» divino todos están llamados a la salvación”.
En esa misma línea de pensamiento, el Vicario de Cristo en la tierra señaló que “Con su mirada, Jesús abraza a las multitudes y a cada uno, y los entrega al Padre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio de expiación”.
“La Iglesia –continuó-, iluminada por esta verdad pascual, es consciente de que, para promover un desarrollo integral, es necesario que nuestra «mirada» sobre el hombre se asemeje a la de Cristo. En efecto, de ningún modo es posible dar respuesta a las necesidades materiales y sociales de los hombres sin colmar, sobre todo, las profundas necesidades de su corazón. Esto debe subrayarse con mayor fuerza en nuestra época de grandes transformaciones, en la que percibimos de manera cada vez más viva y urgente nuestra responsabilidad ante los pobres del mundo”.
Para Benedicto XVI, “la primera contribución que la Iglesia ofrece al desarrollo del hombre y de los pueblos no se basa en medios materiales ni en soluciones técnicas, sino en el anuncio de la verdad de Cristo, que forma las conciencias y muestra la auténtica dignidad de la persona y del trabajo, promoviendo la creación de una cultura que responda verdaderamente a todos los interrogantes del hombre”.
“Ante los terribles desafíos de la pobreza de gran parte de la humanidad, la indiferencia y el encerrarse en el propio egoísmo aparecen como un contraste intolerable frente a la «mirada» de Cristo. El ayuno y la limosna, que, junto con la oración, la Iglesia propone de modo especial en el período de Cuaresma, son una ocasión propicia para conformarnos con esa «mirada».
“Hoy, en el contexto de la interdependencia global, se puede constatar que ningún proyecto económico, social o político puede sustituir el don de uno mismo a los demás en el que se expresa la caridad. Quien actúa según esta lógica evangélica vive la fe como amistad con el Dios encarnado y, como Él, se preocupa por las necesidades materiales y espirituales del prójimo. Lo mira como un misterio inconmensurable, digno de infinito cuidado y atención”.
miércoles, marzo 01, 2006
Claves para erradicar la pobreza
«Mejorar las condiciones del comercio, duplicar la ayuda al desarrollo y potenciar la condonación de la deuda»
Nueva York - La Santa Sede ha exigido a la comunidad internacional el cumplimiento de sus promesas en la erradicación de la pobreza a nivel mundial y ha presentado tres objetivos decisivos para lograrlo.
En el caso de los países más necesitados, aclara, hay que «mejorar las condiciones del comercio, duplicar la ayuda al desarrollo y potenciar la condonación de la deuda».
Así lo expuso el arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede en las Naciones Unidas, al intervenir en la sesión de la Comisión para el Desarrollo Social del Consejo Económico y Social (ECOSOC).
Este organismo de la ONU está analizando los resultados de la primera década para la erradicación de la pobreza, que va desde 1997 a 2006.
El arzobispo reafirmó el compromiso de la Santa Sede para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que se ha propuesto el que para 2015 se reduzca a la mitad el nivel de pobreza a escala mundial.
El representante papal constató que si bien el porcentaje de la población mundial que vive en condiciones de pobreza extrema descendió, entre 1981 y 2001, del 40 al 21 por ciento, «todavía en demasiados países y pueblos siguen registrándose altos niveles de pobreza».
En particular, constató que en el África subsahariana, «a lo largo de los años noventa, el progreso en la reducción de la pobreza ha sido escaso o nulo y si esa tendencia prosigue, sólo ocho naciones africanas habrán reducido a la mitad su condición de pobreza extrema para el año 2015».
Por otro lado, indicó, «casi se ha duplicado el número de africanos que vive con menos de un dólar al día, pasando de los 165 a los 315 millones».
Según monseñor Migliore «la experiencia de algunos países en desarrollo, sobre todo en Asia, demuestra que no hay una rápida reducción de la pobreza sin un crecimiento económico sostenible donde los pobres tengan acceso al reparto de beneficios».
Por eso, pidió «alentar y ayudar a los responsables de esos países para que apliquen políticas que permitan a sus naciones alcanzar porcentajes de crecimiento mucho más elevados que los logrados desde el año 2000». (Fuente: Zenit)
Nueva York - La Santa Sede ha exigido a la comunidad internacional el cumplimiento de sus promesas en la erradicación de la pobreza a nivel mundial y ha presentado tres objetivos decisivos para lograrlo.
En el caso de los países más necesitados, aclara, hay que «mejorar las condiciones del comercio, duplicar la ayuda al desarrollo y potenciar la condonación de la deuda».
Así lo expuso el arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede en las Naciones Unidas, al intervenir en la sesión de la Comisión para el Desarrollo Social del Consejo Económico y Social (ECOSOC).
Este organismo de la ONU está analizando los resultados de la primera década para la erradicación de la pobreza, que va desde 1997 a 2006.
El arzobispo reafirmó el compromiso de la Santa Sede para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que se ha propuesto el que para 2015 se reduzca a la mitad el nivel de pobreza a escala mundial.
El representante papal constató que si bien el porcentaje de la población mundial que vive en condiciones de pobreza extrema descendió, entre 1981 y 2001, del 40 al 21 por ciento, «todavía en demasiados países y pueblos siguen registrándose altos niveles de pobreza».
En particular, constató que en el África subsahariana, «a lo largo de los años noventa, el progreso en la reducción de la pobreza ha sido escaso o nulo y si esa tendencia prosigue, sólo ocho naciones africanas habrán reducido a la mitad su condición de pobreza extrema para el año 2015».
Por otro lado, indicó, «casi se ha duplicado el número de africanos que vive con menos de un dólar al día, pasando de los 165 a los 315 millones».
Según monseñor Migliore «la experiencia de algunos países en desarrollo, sobre todo en Asia, demuestra que no hay una rápida reducción de la pobreza sin un crecimiento económico sostenible donde los pobres tengan acceso al reparto de beneficios».
Por eso, pidió «alentar y ayudar a los responsables de esos países para que apliquen políticas que permitan a sus naciones alcanzar porcentajes de crecimiento mucho más elevados que los logrados desde el año 2000». (Fuente: Zenit)
Las semanas sociales, con más magisterio
Ciudad del Vaticano - Es necesario que haya más espacio para la doctrina social de la Iglesia en las semanas sociales que organizan los católicos en diferentes países del mundo, dijo monseñor Giampaolo Crepaldi, secretario del Consejo Pontificio Justicia y Paz. Citando las últimas semanas sociales (Francia, Perú e Italia), monseñor Crepaldi reflexiona sobre algunas características que no deben faltar nunca en las Semanas Sociales: profundización cultural de alto nivel científico; reflexión sobre el aspecto social; atención significativa al aspecto pastoral; fuerte arraigo en la doctrina y el magisterio, y definición precisa de que se trata de un “hecho de Iglesia”.
Una buena iniciativa
Talleres laborales para adolescentes en riesgo
Ahora nuestros jóvenes, sobre todo en riesgo, tendrán una magnífica oportunidad para insertarse en el terreno laboral. Es que a partir de Marzo próximo se iniciarán los cursos, totalmente gratuitos, para los Talleres de Capacitación Laboral, organizado por la Asociación Centro Ceferino Namuncurá.
La oferta educativa abarca ocho asignaturas que brindan determinados conocimientos técnicos para una rápida inclusión: Computación, Corte y Confección, Electricidad, Manualidades, Panadería y Repostería, Peluquería, Tapicería, Formación de Mozos y Mozas, asignaturas que son complementadas con el Taller de Relaciones Laborales para optimizar su formación y futuro desenvolvimiento en un ámbito cada día más competitivo y ávido de excelencia.
Los cursos tendrán una duración de seis meses, a razón de dos horas y media, un día a la semana, a partir de las 19.30, con un descanso intermedio en el que se sirve una colación.
Se invita a aquellos adolescentes de 13 a 18 años, a inscribirse antes del 3 de marzo de 2006, ya que los cupos por taller están limitados a 12 y 25 alumnos; todos los días hábiles, en Avenida España 1539 de esta ciudad de 9.30 a 17.
Para su incorporación los interesados deberán presentar fotocopia de las dos primeras páginas del DNI; y proceder a llenar la ficha de inscripción que incluye nombre y apellido de los padres y número de sus documentos, datos imprescindibles para la incorporación.
Cabe señalar que estos talleres laborales se encuentran enmarcados en el Programa de Atención a Niños y Adolescentes en Riesgo Social (ProAme).
“Más de 750 adolescentes participaron de los Talleres de Capacitación Laboral desde su implementación en el año 2001, lo que muestra el interés de nuestra juventud en capacitarse y la exitosa convocatoria que enorgullece a la Asociación Centro Ceferino Namuncurá al haber acercado una propuesta tan útil y necesaria como son la educación y el conocimiento”, señala un comunicado de la entidad.
Ahora nuestros jóvenes, sobre todo en riesgo, tendrán una magnífica oportunidad para insertarse en el terreno laboral. Es que a partir de Marzo próximo se iniciarán los cursos, totalmente gratuitos, para los Talleres de Capacitación Laboral, organizado por la Asociación Centro Ceferino Namuncurá.
La oferta educativa abarca ocho asignaturas que brindan determinados conocimientos técnicos para una rápida inclusión: Computación, Corte y Confección, Electricidad, Manualidades, Panadería y Repostería, Peluquería, Tapicería, Formación de Mozos y Mozas, asignaturas que son complementadas con el Taller de Relaciones Laborales para optimizar su formación y futuro desenvolvimiento en un ámbito cada día más competitivo y ávido de excelencia.
Los cursos tendrán una duración de seis meses, a razón de dos horas y media, un día a la semana, a partir de las 19.30, con un descanso intermedio en el que se sirve una colación.
Se invita a aquellos adolescentes de 13 a 18 años, a inscribirse antes del 3 de marzo de 2006, ya que los cupos por taller están limitados a 12 y 25 alumnos; todos los días hábiles, en Avenida España 1539 de esta ciudad de 9.30 a 17.
Para su incorporación los interesados deberán presentar fotocopia de las dos primeras páginas del DNI; y proceder a llenar la ficha de inscripción que incluye nombre y apellido de los padres y número de sus documentos, datos imprescindibles para la incorporación.
Cabe señalar que estos talleres laborales se encuentran enmarcados en el Programa de Atención a Niños y Adolescentes en Riesgo Social (ProAme).
“Más de 750 adolescentes participaron de los Talleres de Capacitación Laboral desde su implementación en el año 2001, lo que muestra el interés de nuestra juventud en capacitarse y la exitosa convocatoria que enorgullece a la Asociación Centro Ceferino Namuncurá al haber acercado una propuesta tan útil y necesaria como son la educación y el conocimiento”, señala un comunicado de la entidad.
La paz, compromiso compartido
Actualidad del pensamiento social de la Iglesia
Comenzar un nuevo año, es siempre, abrir una puerta a la esperanza, a la posibilidad de concretar proyectos en los que confiadamente depositamos nuestras expectativas, metas, a veces postergadas, otras veces frustradas por diversas circunstancias.
Para los católicos, en este año que se inicia, el gran proyecto y la renovada esperanza debería ser el de convertirnos en auténticos constructores de la paz.
El 1 de Enero de 2006, el Papa Benedicto XVI, con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, en su mensaje “En la verdad la Paz”, nos exhorta a “fundamentar la Paz en la verdad de una existencia cotidiana inspirada en el mandamiento del amor”.
Leamos atentamente uno de los párrafos del documento: “La paz es un anhelo imborrable en el corazón de cada persona, por encima de las identidades culturales específicas. Precisamente por esto, cada uno ha de sentirse comprometido en el servicio de un bien tan precioso, procurando que ningún tipo de falsedad contamine las relaciones. Todos los hombres pertenecen a una sola y única familia. La exaltación exasperada de las propias diferencias contrasta con esta verdad de fondo. Hay que recuperar la conciencia de estar unidos por un mismo destino, trascendente en última instancia, para poder valorar mejor las propias diferencias históricas y culturales, buscando la coordinación, en vez de la contraposición, con los miembros de otras culturas. Estas simples verdades son las que hacen posible la paz…Entonces la paz se presenta de un modo nuevo, no como simple ausencia de guerra, sino como convivencia de todos los ciudadanos en una sociedad gobernada por la justicia, en la cual se realiza además, el bien para cada uno de ellos. La verdad de la paz llama a todos a cultivar relaciones fecundas y sinceras, estimula a buscar y recorrer la vía del perdón y la reconciliación, a ser transparentes en las negociaciones y fieles a la palabra empeñada”.
En este texto encontramos una orientación concreta para nuestra conducta si queremos ser instrumentos de paz; bastaría con que nos preguntáramos: si somos, en la sociedad, defensores de la justicia; si trabajamos por el bien común; si defendemos la verdad y denunciamos la mentira en todas sus formas; si tendemos puentes para lograr la reconciliación y el perdón entre los hermanos; si somos confiables y transparentes en nuestras relaciones sociales y comunitarias.
Según sea nuestra respuesta, estaremos o no cumpliendo el rol que como laicos tenemos en la sociedad.
Comenzar un nuevo año, es siempre, abrir una puerta a la esperanza, a la posibilidad de concretar proyectos en los que confiadamente depositamos nuestras expectativas, metas, a veces postergadas, otras veces frustradas por diversas circunstancias.
Para los católicos, en este año que se inicia, el gran proyecto y la renovada esperanza debería ser el de convertirnos en auténticos constructores de la paz.
El 1 de Enero de 2006, el Papa Benedicto XVI, con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, en su mensaje “En la verdad la Paz”, nos exhorta a “fundamentar la Paz en la verdad de una existencia cotidiana inspirada en el mandamiento del amor”.
Leamos atentamente uno de los párrafos del documento: “La paz es un anhelo imborrable en el corazón de cada persona, por encima de las identidades culturales específicas. Precisamente por esto, cada uno ha de sentirse comprometido en el servicio de un bien tan precioso, procurando que ningún tipo de falsedad contamine las relaciones. Todos los hombres pertenecen a una sola y única familia. La exaltación exasperada de las propias diferencias contrasta con esta verdad de fondo. Hay que recuperar la conciencia de estar unidos por un mismo destino, trascendente en última instancia, para poder valorar mejor las propias diferencias históricas y culturales, buscando la coordinación, en vez de la contraposición, con los miembros de otras culturas. Estas simples verdades son las que hacen posible la paz…Entonces la paz se presenta de un modo nuevo, no como simple ausencia de guerra, sino como convivencia de todos los ciudadanos en una sociedad gobernada por la justicia, en la cual se realiza además, el bien para cada uno de ellos. La verdad de la paz llama a todos a cultivar relaciones fecundas y sinceras, estimula a buscar y recorrer la vía del perdón y la reconciliación, a ser transparentes en las negociaciones y fieles a la palabra empeñada”.
En este texto encontramos una orientación concreta para nuestra conducta si queremos ser instrumentos de paz; bastaría con que nos preguntáramos: si somos, en la sociedad, defensores de la justicia; si trabajamos por el bien común; si defendemos la verdad y denunciamos la mentira en todas sus formas; si tendemos puentes para lograr la reconciliación y el perdón entre los hermanos; si somos confiables y transparentes en nuestras relaciones sociales y comunitarias.
Según sea nuestra respuesta, estaremos o no cumpliendo el rol que como laicos tenemos en la sociedad.
Un anhelo, un proyecto, una fábrica
Se trata de Alberto Humeres, oriundo de la ciudad del “Paiubre”. Su máximo objetivo fue crear fuentes de trabajo. Hoy es propietario de una fábrica de mosaicos en un barrio de Mercedes.
Desde hacía tiempo, Alberto Humeres venía forjando el sueño de fábrica de mosaicos que estuviera a la altura de los acontecimientos para empezar a competir. Hoy este hombre es propietario de una fábrica de mosaicos en el barrio Castello de Mercedes, localidad de la que es oriundo, la que fue levantada con mucho esfuerzo y sacrificio dado que era de condición humilde. Pero esto no fue ningún impedimento para que creyera en sus sueños y comenzara a abrirse paso entre la crisis y las escasas oportunidades que brinda el Estado.
No obstante hace unos meses Humeres inició los trámites para adquirir un crédito perteneciente al programa nacional “Manos a la Obra” que se gestiona a través del municipio local, mediante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
La pequeña empresa se encuentra ubicada en su casa, lugar donde está instalada una de las máquinas recientemente adquiridas mediante el programa antes mencionado.
El propietario de la fábrica cuenta que un día se acercó al municipio local en búsqueda de orientación para la puesta en marcha de su plan de trabajo. “Me ayudaron a realizar el proyecto y así empezamos. Completé toda la documentación que me fue solicitada para ser presentado al Ministerio de Desarrollo de la Nación”.
“Una vez que cumplí con los requisitos obtuve el crédito para comprar la máquina que me hacía falta. Ahora me queda seguir trabajando y cumplir con las cuotas que debo saldar”, comenta el propietario de la fábrica.
La máquina adquirida es una prensa para mosaicos granitos y calcáreos, “más potente que la que tenía anteriormente, ahora puedo hacer el trabajo más rápido y cumplir con mis clientes. En este lugar fabricamos mosaicos, zócalos, baldosones, mesadas graníticas, entre otras”, cuenta Humeres agregando que ya cuenta con una cartera interesante de clientes.
En relación a sus expectativas para el futuro, el propietario de la firma cuenta que está feliz “porque después de largarme como trabajador independiente, yo era empleado en una fábrica de mosaicos de esta ciudad, las puertas se me abrieron, y este crédito vino a darme un gran empujón para poder agrandar mi negocio”.
En este tiempo Humeres ha duplicado la cantidad de clientes desde que adquirió su flamante prensa industrial, la que muestra con orgullo, pues es el fruto de la perseverancia y la voluntad que ha tenido, para no bajar los brazos y buscar la manera de salir adelante, aprovechando las posibilidades de los programas diseñados a tal fin. (Fuente: www.el-litoral.com.ar)
Desde hacía tiempo, Alberto Humeres venía forjando el sueño de fábrica de mosaicos que estuviera a la altura de los acontecimientos para empezar a competir. Hoy este hombre es propietario de una fábrica de mosaicos en el barrio Castello de Mercedes, localidad de la que es oriundo, la que fue levantada con mucho esfuerzo y sacrificio dado que era de condición humilde. Pero esto no fue ningún impedimento para que creyera en sus sueños y comenzara a abrirse paso entre la crisis y las escasas oportunidades que brinda el Estado.
No obstante hace unos meses Humeres inició los trámites para adquirir un crédito perteneciente al programa nacional “Manos a la Obra” que se gestiona a través del municipio local, mediante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
La pequeña empresa se encuentra ubicada en su casa, lugar donde está instalada una de las máquinas recientemente adquiridas mediante el programa antes mencionado.
El propietario de la fábrica cuenta que un día se acercó al municipio local en búsqueda de orientación para la puesta en marcha de su plan de trabajo. “Me ayudaron a realizar el proyecto y así empezamos. Completé toda la documentación que me fue solicitada para ser presentado al Ministerio de Desarrollo de la Nación”.
“Una vez que cumplí con los requisitos obtuve el crédito para comprar la máquina que me hacía falta. Ahora me queda seguir trabajando y cumplir con las cuotas que debo saldar”, comenta el propietario de la fábrica.
La máquina adquirida es una prensa para mosaicos granitos y calcáreos, “más potente que la que tenía anteriormente, ahora puedo hacer el trabajo más rápido y cumplir con mis clientes. En este lugar fabricamos mosaicos, zócalos, baldosones, mesadas graníticas, entre otras”, cuenta Humeres agregando que ya cuenta con una cartera interesante de clientes.
En relación a sus expectativas para el futuro, el propietario de la firma cuenta que está feliz “porque después de largarme como trabajador independiente, yo era empleado en una fábrica de mosaicos de esta ciudad, las puertas se me abrieron, y este crédito vino a darme un gran empujón para poder agrandar mi negocio”.
En este tiempo Humeres ha duplicado la cantidad de clientes desde que adquirió su flamante prensa industrial, la que muestra con orgullo, pues es el fruto de la perseverancia y la voluntad que ha tenido, para no bajar los brazos y buscar la manera de salir adelante, aprovechando las posibilidades de los programas diseñados a tal fin. (Fuente: www.el-litoral.com.ar)
Una promoción nutricional comunitaria
“Raíces” es un proyecto de huertas orgánicas. El objetivo es contrarrestar el grave problema de la desnutrición que afecta a numerosos niños y familias de un conocido movimiento educativo que hace tiempo viene trabajando en el barrio Ongay.
Un proyecto, con muchas esperanzas, se viene poniendo en marcha en un barrio periférico de esta ciudad: Ongay. Se trata del “Proyecto de Huertas Orgánicas” denominado “Raíces”, una “promoción nutricional desde el trabajo comunitario de la tierra”, que viene encarando el Movimiento de Educación Popular “Fe y Alegría”.
El objetivo de este emprendimiento, iniciado en el 2005, es contrarrestar el grave problema de la desnutrición que afecta a un importante número de alumnos perteneciente a ese movimiento educativo y sus familias.
El proyecto no sólo se viene implementando en un barrio periférico de Corrientes, sino también en el Interior y en la vecina ciudad del Chaco: en el Centro Ongay, en el barrio que lleva ese nombre; en el Centro de Bella Vista, en esa localidad y en el Centro Alberdi de la ciudad de Resistencia (Chaco), respectivamente.
“Fe y Alegría” no es el único artífice de esta historia. También están colaborando instituciones de prestigio como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), a través del cual se obtuvo el financiamiento económico para el equipamiento y los insumos pertinentes (herramientas, alambrados, medias sombras, entre otros) para las familias participantes, así como también para la ejecución del proyecto en cada una de estas áreas territoriales.
El INTA, por su parte, ha aportado la capacitación de familias en temáticas variadas y la provisión de colecciones de semillas de las temporadas otoño- invierno y primavera-verano.
Coordinación y promoción
“Fe y Alegría” trabaja en “RAICES” coordinando y promocionando las diversas acciones relacionadas con la organización de la dinámica del proyecto en la región, el nucleamiento y la motivación de las familias, la preparación y realización de las instancias de capacitación e intercambio, el monitoreo mensual de las huertas, y el seguimiento de acciones específicas.
El proyecto “RAÍCES” en la región NEA está a cargo de un equipo conformado por una asistente social, la licenciada Silvia Godoy y una técnica especializada en huertas familiares y comunitarias, la ingeniera agrónoma Rosa Vallejos.
A esta propuesta de trabajo se suma un equipo de promotores locales conformado por personal directivo, docentes y no docentes de cada uno de estos centros de “Fe y Alegría” que en tiempos extra escolares y de manera comprometida se abocan a la tarea de establecer lazos de cercanía con las familias, apoyo teórico en terreno y difusión de las informaciones pertinentes mediante su participación en encuentros de intercambio teórico – prácticos y visitas domiciliarias periódicas a las distintas familias.
El proyecto “Raíces” tiene como lema: la huerta como medio. Por eso, uno de sus propósitos es “fomentar el cuidado del ambiente, la salud y la nutrición de las familias; generar hábitos de trabajo; establecer vínculos y aprendizajes grupales; recuperar la producción de nuestras tierras e incorporar nuevas prácticas alimenticias en los hábitos familiares, etc.”.
“La cultura del trabajo en la huerta”, “La Siembra y sus tipologías”, “La Sustentabilidad de la huerta en el tiempo”, “El cuidado del ambiente”, “La Salud y la alimentación familiar”, son algunos de los temas trabajados con las familias en los encuentros de intercambio con técnicos y promotores.
La primera etapa de “Raíces” finalizó en diciembre de 2005 y continuará en dos posteriores: a partir de marzo de 2006 y hasta mediados de ese mes con el aporte de nuevas propuestas de trabajo en derredor de la huerta orgánica familiar.
Los protagonistas
La “empresa” nuclea en la actualidad a un total de 50 familias y 30 promotores locales trabajando en 2 huertas escolares, 37 huertas familiares y dos huertas comunitarias (lideradas por grupos de 4 y 10 mujeres, respectivamente).
Es relevante destacar que las tareas hortícolas, si bien son llevadas a cabo por los diversos integrantes de las familias, tienen el fundamental protagonismo de las “mujeres del hogar”, las cuales representan el 96% de la mano de obra al frente de las huertas desarrolladas en el proyecto. Las primeras evaluaciones, desde las familias participantes, ha redundado en la importancia del trabajo en conjunto en favor de las mejoras de las condiciones alimenticias de sus familias, así como la valoración de los espacios de intercambio y el contacto persona a persona en la dinámica del proyecto, del cual establecen “haber ayudado a la unión de nuestras familias en una tarea común en la tierra y aprendiendo desde nuestras propias “Raíces”.
Un proyecto, con muchas esperanzas, se viene poniendo en marcha en un barrio periférico de esta ciudad: Ongay. Se trata del “Proyecto de Huertas Orgánicas” denominado “Raíces”, una “promoción nutricional desde el trabajo comunitario de la tierra”, que viene encarando el Movimiento de Educación Popular “Fe y Alegría”.
El objetivo de este emprendimiento, iniciado en el 2005, es contrarrestar el grave problema de la desnutrición que afecta a un importante número de alumnos perteneciente a ese movimiento educativo y sus familias.
El proyecto no sólo se viene implementando en un barrio periférico de Corrientes, sino también en el Interior y en la vecina ciudad del Chaco: en el Centro Ongay, en el barrio que lleva ese nombre; en el Centro de Bella Vista, en esa localidad y en el Centro Alberdi de la ciudad de Resistencia (Chaco), respectivamente.
“Fe y Alegría” no es el único artífice de esta historia. También están colaborando instituciones de prestigio como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), a través del cual se obtuvo el financiamiento económico para el equipamiento y los insumos pertinentes (herramientas, alambrados, medias sombras, entre otros) para las familias participantes, así como también para la ejecución del proyecto en cada una de estas áreas territoriales.
El INTA, por su parte, ha aportado la capacitación de familias en temáticas variadas y la provisión de colecciones de semillas de las temporadas otoño- invierno y primavera-verano.
Coordinación y promoción
“Fe y Alegría” trabaja en “RAICES” coordinando y promocionando las diversas acciones relacionadas con la organización de la dinámica del proyecto en la región, el nucleamiento y la motivación de las familias, la preparación y realización de las instancias de capacitación e intercambio, el monitoreo mensual de las huertas, y el seguimiento de acciones específicas.
El proyecto “RAÍCES” en la región NEA está a cargo de un equipo conformado por una asistente social, la licenciada Silvia Godoy y una técnica especializada en huertas familiares y comunitarias, la ingeniera agrónoma Rosa Vallejos.
A esta propuesta de trabajo se suma un equipo de promotores locales conformado por personal directivo, docentes y no docentes de cada uno de estos centros de “Fe y Alegría” que en tiempos extra escolares y de manera comprometida se abocan a la tarea de establecer lazos de cercanía con las familias, apoyo teórico en terreno y difusión de las informaciones pertinentes mediante su participación en encuentros de intercambio teórico – prácticos y visitas domiciliarias periódicas a las distintas familias.
El proyecto “Raíces” tiene como lema: la huerta como medio. Por eso, uno de sus propósitos es “fomentar el cuidado del ambiente, la salud y la nutrición de las familias; generar hábitos de trabajo; establecer vínculos y aprendizajes grupales; recuperar la producción de nuestras tierras e incorporar nuevas prácticas alimenticias en los hábitos familiares, etc.”.
“La cultura del trabajo en la huerta”, “La Siembra y sus tipologías”, “La Sustentabilidad de la huerta en el tiempo”, “El cuidado del ambiente”, “La Salud y la alimentación familiar”, son algunos de los temas trabajados con las familias en los encuentros de intercambio con técnicos y promotores.
La primera etapa de “Raíces” finalizó en diciembre de 2005 y continuará en dos posteriores: a partir de marzo de 2006 y hasta mediados de ese mes con el aporte de nuevas propuestas de trabajo en derredor de la huerta orgánica familiar.
Los protagonistas
La “empresa” nuclea en la actualidad a un total de 50 familias y 30 promotores locales trabajando en 2 huertas escolares, 37 huertas familiares y dos huertas comunitarias (lideradas por grupos de 4 y 10 mujeres, respectivamente).
Es relevante destacar que las tareas hortícolas, si bien son llevadas a cabo por los diversos integrantes de las familias, tienen el fundamental protagonismo de las “mujeres del hogar”, las cuales representan el 96% de la mano de obra al frente de las huertas desarrolladas en el proyecto. Las primeras evaluaciones, desde las familias participantes, ha redundado en la importancia del trabajo en conjunto en favor de las mejoras de las condiciones alimenticias de sus familias, así como la valoración de los espacios de intercambio y el contacto persona a persona en la dinámica del proyecto, del cual establecen “haber ayudado a la unión de nuestras familias en una tarea común en la tierra y aprendiendo desde nuestras propias “Raíces”.
Una promoción nutricional comunitaria
“Raíces” es un proyecto de huertas orgánicas. El objetivo es contrarrestar el grave problema de la desnutrición que afecta a numerosos niños y familias de un conocido movimiento educativo que hace tiempo viene trabajando en el barrio Ongay.
Un proyecto, con muchas esperanzas, se viene poniendo en marcha en un barrio periférico de esta ciudad: Ongay. Se trata del “Proyecto de Huertas Orgánicas” denominado “Raíces”, una “promoción nutricional desde el trabajo comunitario de la tierra”, que viene encarando el Movimiento de Educación Popular “Fe y Alegría”.
El objetivo de este emprendimiento, iniciado en el 2005, es contrarrestar el grave problema de la desnutrición que afecta a un importante número de alumnos perteneciente a ese movimiento educativo y sus familias.
El proyecto no sólo se viene implementando en un barrio periférico de Corrientes, sino también en el Interior y en la vecina ciudad del Chaco: en el Centro Ongay, en el barrio que lleva ese nombre; en el Centro de Bella Vista, en esa localidad y en el Centro Alberdi de la ciudad de Resistencia (Chaco), respectivamente.
“Fe y Alegría” no es el único artífice de esta historia. También están colaborando instituciones de prestigio como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), a través del cual se obtuvo el financiamiento económico para el equipamiento y los insumos pertinentes (herramientas, alambrados, medias sombras, entre otros) para las familias participantes, así como también para la ejecución del proyecto en cada una de estas áreas territoriales.
El INTA, por su parte, ha aportado la capacitación de familias en temáticas variadas y la provisión de colecciones de semillas de las temporadas otoño- invierno y primavera-verano.
Coordinación y promoción
“Fe y Alegría” trabaja en “RAICES” coordinando y promocionando las diversas acciones relacionadas con la organización de la dinámica del proyecto en la región, el nucleamiento y la motivación de las familias, la preparación y realización de las instancias de capacitación e intercambio, el monitoreo mensual de las huertas, y el seguimiento de acciones específicas.
El proyecto “RAÍCES” en la región NEA está a cargo de un equipo conformado por una asistente social, la licenciada Silvia Godoy y una técnica especializada en huertas familiares y comunitarias, la ingeniera agrónoma Rosa Vallejos.
A esta propuesta de trabajo se suma un equipo de promotores locales conformado por personal directivo, docentes y no docentes de cada uno de estos centros de “Fe y Alegría” que en tiempos extra escolares y de manera comprometida se abocan a la tarea de establecer lazos de cercanía con las familias, apoyo teórico en terreno y difusión de las informaciones pertinentes mediante su participación en encuentros de intercambio teórico – prácticos y visitas domiciliarias periódicas a las distintas familias.
El proyecto “Raíces” tiene como lema: la huerta como medio. Por eso, uno de sus propósitos es “fomentar el cuidado del ambiente, la salud y la nutrición de las familias; generar hábitos de trabajo; establecer vínculos y aprendizajes grupales; recuperar la producción de nuestras tierras e incorporar nuevas prácticas alimenticias en los hábitos familiares, etc.”.
“La cultura del trabajo en la huerta”, “La Siembra y sus tipologías”, “La Sustentabilidad de la huerta en el tiempo”, “El cuidado del ambiente”, “La Salud y la alimentación familiar”, son algunos de los temas trabajados con las familias en los encuentros de intercambio con técnicos y promotores.
La primera etapa de “Raíces” finalizó en diciembre de 2005 y continuará en dos posteriores: a partir de marzo de 2006 y hasta mediados de ese mes con el aporte de nuevas propuestas de trabajo en derredor de la huerta orgánica familiar.
Los protagonistas
La “empresa” nuclea en la actualidad a un total de 50 familias y 30 promotores locales trabajando en 2 huertas escolares, 37 huertas familiares y dos huertas comunitarias (lideradas por grupos de 4 y 10 mujeres, respectivamente).
Es relevante destacar que las tareas hortícolas, si bien son llevadas a cabo por los diversos integrantes de las familias, tienen el fundamental protagonismo de las “mujeres del hogar”, las cuales representan el 96% de la mano de obra al frente de las huertas desarrolladas en el proyecto. Las primeras evaluaciones, desde las familias participantes, ha redundado en la importancia del trabajo en conjunto en favor de las mejoras de las condiciones alimenticias de sus familias, así como la valoración de los espacios de intercambio y el contacto persona a persona en la dinámica del proyecto, del cual establecen “haber ayudado a la unión de nuestras familias en una tarea común en la tierra y aprendiendo desde nuestras propias “Raíces”.
Un proyecto, con muchas esperanzas, se viene poniendo en marcha en un barrio periférico de esta ciudad: Ongay. Se trata del “Proyecto de Huertas Orgánicas” denominado “Raíces”, una “promoción nutricional desde el trabajo comunitario de la tierra”, que viene encarando el Movimiento de Educación Popular “Fe y Alegría”.
El objetivo de este emprendimiento, iniciado en el 2005, es contrarrestar el grave problema de la desnutrición que afecta a un importante número de alumnos perteneciente a ese movimiento educativo y sus familias.
El proyecto no sólo se viene implementando en un barrio periférico de Corrientes, sino también en el Interior y en la vecina ciudad del Chaco: en el Centro Ongay, en el barrio que lleva ese nombre; en el Centro de Bella Vista, en esa localidad y en el Centro Alberdi de la ciudad de Resistencia (Chaco), respectivamente.
“Fe y Alegría” no es el único artífice de esta historia. También están colaborando instituciones de prestigio como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), a través del cual se obtuvo el financiamiento económico para el equipamiento y los insumos pertinentes (herramientas, alambrados, medias sombras, entre otros) para las familias participantes, así como también para la ejecución del proyecto en cada una de estas áreas territoriales.
El INTA, por su parte, ha aportado la capacitación de familias en temáticas variadas y la provisión de colecciones de semillas de las temporadas otoño- invierno y primavera-verano.
Coordinación y promoción
“Fe y Alegría” trabaja en “RAICES” coordinando y promocionando las diversas acciones relacionadas con la organización de la dinámica del proyecto en la región, el nucleamiento y la motivación de las familias, la preparación y realización de las instancias de capacitación e intercambio, el monitoreo mensual de las huertas, y el seguimiento de acciones específicas.
El proyecto “RAÍCES” en la región NEA está a cargo de un equipo conformado por una asistente social, la licenciada Silvia Godoy y una técnica especializada en huertas familiares y comunitarias, la ingeniera agrónoma Rosa Vallejos.
A esta propuesta de trabajo se suma un equipo de promotores locales conformado por personal directivo, docentes y no docentes de cada uno de estos centros de “Fe y Alegría” que en tiempos extra escolares y de manera comprometida se abocan a la tarea de establecer lazos de cercanía con las familias, apoyo teórico en terreno y difusión de las informaciones pertinentes mediante su participación en encuentros de intercambio teórico – prácticos y visitas domiciliarias periódicas a las distintas familias.
El proyecto “Raíces” tiene como lema: la huerta como medio. Por eso, uno de sus propósitos es “fomentar el cuidado del ambiente, la salud y la nutrición de las familias; generar hábitos de trabajo; establecer vínculos y aprendizajes grupales; recuperar la producción de nuestras tierras e incorporar nuevas prácticas alimenticias en los hábitos familiares, etc.”.
“La cultura del trabajo en la huerta”, “La Siembra y sus tipologías”, “La Sustentabilidad de la huerta en el tiempo”, “El cuidado del ambiente”, “La Salud y la alimentación familiar”, son algunos de los temas trabajados con las familias en los encuentros de intercambio con técnicos y promotores.
La primera etapa de “Raíces” finalizó en diciembre de 2005 y continuará en dos posteriores: a partir de marzo de 2006 y hasta mediados de ese mes con el aporte de nuevas propuestas de trabajo en derredor de la huerta orgánica familiar.
Los protagonistas
La “empresa” nuclea en la actualidad a un total de 50 familias y 30 promotores locales trabajando en 2 huertas escolares, 37 huertas familiares y dos huertas comunitarias (lideradas por grupos de 4 y 10 mujeres, respectivamente).
Es relevante destacar que las tareas hortícolas, si bien son llevadas a cabo por los diversos integrantes de las familias, tienen el fundamental protagonismo de las “mujeres del hogar”, las cuales representan el 96% de la mano de obra al frente de las huertas desarrolladas en el proyecto. Las primeras evaluaciones, desde las familias participantes, ha redundado en la importancia del trabajo en conjunto en favor de las mejoras de las condiciones alimenticias de sus familias, así como la valoración de los espacios de intercambio y el contacto persona a persona en la dinámica del proyecto, del cual establecen “haber ayudado a la unión de nuestras familias en una tarea común en la tierra y aprendiendo desde nuestras propias “Raíces”.
Las drogas y el embarazo precoz, acechan
Las “víctimas” son los adolescentes de los barrios periféricos de nuestra ciudad. ¿Los motivos? La falta de apoyo de la familia y de la sociedad, según denunciaron.
Las drogas y el embarazo precoz son las principales causas por las que nuestros jóvenes de los barrios periféricos –y los no tanto- de Corrientes, vienen siendo “víctimas” como consecuencia de la falta de apoyo de sus familias y de la sociedad.
Así lo manifestó un grupo de adolescentes de distintas comunidades de esta ciudad a la prensa, en el marco de una jornada-taller que se realizó recientemente en el Centro Cultural Sur, organizado por el Área de Educación Movimiento Barrios de Pie y Jóvenes de Pie.
El motivo de la reunión fue convocar a jóvenes de distintos barrios periféricos para tratar la problemática juvenil desde la propia mirada de ellos, siendo los principales protagonistas de estos flagelos.
Como no podía ser de otra manera, también no pudo estar ausente temas como: la exclusión, la falta de trabajo y de estudio, las posibilidades de la práctica de deportes y recreación gratuita y sana, el acceso a la cultura y a la información y la falta de políticas públicas.
Alrededor de 30 chicos participaron de estas jornadas. Ellos representaron a los barrios: Molina Punta, Juan XXIII, Patono, Punta Taitálo, Anahí, Cichero, Laguna Brava, Cremonte, 17 de Agosto, Laguna Seca, Iberá, Mil Viviendas, La Olla, Doctor Montaña, Río Paraná, Sargento Cabral, entre otros.
Proyecto interesante
Teniendo en cuenta los problemas antes enunciados, se decidió conformar una Comisión de Derechos Humanos Juvenil, que sería la encargada de ir viendo cómo combatir este flagelo.
Ese grupo estaría conformado por jóvenes estudiantes, por ejemplo de Abogacía. Ellos serían asesorados por profesionales que se encuentran trabajando con esa problemática. Luego, el siguiente paso, sería conformar agentes juveniles de Derechos Humanos.
Los grupos de agentes trabajarían en los diferentes barrios y brindarían un apoyo a la juventud, como así también analizarían la problemática juvenil presentada en cada uno de los sectores de esta ciudad.
Según fuentes confiables, los problemas que se tratarán con rigor serán la falta de contención, políticas de Estado hacia ese sector, oportunidad de ingresar a un establecimiento educativo, como así también tener lo indispensable a la hora de hablar de recreación.
“Queremos crear una organización que no se masifique, construyendo una identidad colectiva que rompa con el individualismo, donde sus líderes tengan formación basada en las propias experiencias y la solidaridad con el pueblo, rescatando nuestra propia historia de carácter nacional y popular”, señaló un protagonista de esa jornada-taller.
El coordinador de estos debates, Antonio Alegre, manifestó que se continuarán realizando este tipo de actividades en distintos ámbitos académicos y no académicos, instando a participar a los jóvenes a formar parte de las actividades comunitarias.
Entre las jornadas previstas se encuentran actos solidarios por y para los jóvenes y también concretar actividades culturales y deportivas.
Las drogas y el embarazo precoz son las principales causas por las que nuestros jóvenes de los barrios periféricos –y los no tanto- de Corrientes, vienen siendo “víctimas” como consecuencia de la falta de apoyo de sus familias y de la sociedad.
Así lo manifestó un grupo de adolescentes de distintas comunidades de esta ciudad a la prensa, en el marco de una jornada-taller que se realizó recientemente en el Centro Cultural Sur, organizado por el Área de Educación Movimiento Barrios de Pie y Jóvenes de Pie.
El motivo de la reunión fue convocar a jóvenes de distintos barrios periféricos para tratar la problemática juvenil desde la propia mirada de ellos, siendo los principales protagonistas de estos flagelos.
Como no podía ser de otra manera, también no pudo estar ausente temas como: la exclusión, la falta de trabajo y de estudio, las posibilidades de la práctica de deportes y recreación gratuita y sana, el acceso a la cultura y a la información y la falta de políticas públicas.
Alrededor de 30 chicos participaron de estas jornadas. Ellos representaron a los barrios: Molina Punta, Juan XXIII, Patono, Punta Taitálo, Anahí, Cichero, Laguna Brava, Cremonte, 17 de Agosto, Laguna Seca, Iberá, Mil Viviendas, La Olla, Doctor Montaña, Río Paraná, Sargento Cabral, entre otros.
Proyecto interesante
Teniendo en cuenta los problemas antes enunciados, se decidió conformar una Comisión de Derechos Humanos Juvenil, que sería la encargada de ir viendo cómo combatir este flagelo.
Ese grupo estaría conformado por jóvenes estudiantes, por ejemplo de Abogacía. Ellos serían asesorados por profesionales que se encuentran trabajando con esa problemática. Luego, el siguiente paso, sería conformar agentes juveniles de Derechos Humanos.
Los grupos de agentes trabajarían en los diferentes barrios y brindarían un apoyo a la juventud, como así también analizarían la problemática juvenil presentada en cada uno de los sectores de esta ciudad.
Según fuentes confiables, los problemas que se tratarán con rigor serán la falta de contención, políticas de Estado hacia ese sector, oportunidad de ingresar a un establecimiento educativo, como así también tener lo indispensable a la hora de hablar de recreación.
“Queremos crear una organización que no se masifique, construyendo una identidad colectiva que rompa con el individualismo, donde sus líderes tengan formación basada en las propias experiencias y la solidaridad con el pueblo, rescatando nuestra propia historia de carácter nacional y popular”, señaló un protagonista de esa jornada-taller.
El coordinador de estos debates, Antonio Alegre, manifestó que se continuarán realizando este tipo de actividades en distintos ámbitos académicos y no académicos, instando a participar a los jóvenes a formar parte de las actividades comunitarias.
Entre las jornadas previstas se encuentran actos solidarios por y para los jóvenes y también concretar actividades culturales y deportivas.
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