martes, noviembre 15, 2005

PARASITOSIS EN COMEDORES ESCOLARES


En el mes de abril nuestro boletín fue eco del Proyecto de Fortalecimiento Infantil “Esperanza”, una iniciativa de desparasitación que desarrollan en forma conjunta desde el 2003, las comunidades de la Capilla San Pablo y de la Escuela de Fe y Alegría de nuestra ciudad.El proyecto alcanza a los barrios de Colombia Granaderos, Santa Rosa Sur, Barrio Unión, la Vizcacha, Ongay, Paloma de la Paz, Irupé y La Olla, que en un 80% poseen calles de tierra, zanjas abiertas y sin tratamiento, basurales en las esquinas y plazas deterioradas. El problema a abordar mediante esta propuesta era la desnutrición que presentaban los niños concurrentes a los comedores tanto de la capilla como de la escuela, como consecuencia directa de la parasitosis.
Además, atacar el efecto que la enfermedad tiene en el desarrollo pleno e integral de los menores en sus potencialidades intelectuales, sociales, orgánicas, y ambientales, y los expone a enfermedades infectocontagiosas recurrentes en zonas húmedas como la nuestra, y todo tipo de parasitosis externa e interna.
El Padre Jesuita David Sánchez, a cargo de la Capilla San Pablo, nos contó que la primera etapa se había cumplido con la eliminación de los parásitos y la curación de los niños que asisten a los dos comedores escolares y su grupo familiar, que sumaron casi 400 personas. Para evitar que esta situación se repita, este año desarrollan la segunda parte del trabajo, que constituye la información sobre la enfermedad y la formación de la comunidad afectada, actividades que han avanzado a lo largo de todo el 2005.La nueva etapa contempla, en primer lugar, el enseñar y promover la correcta alimentación de los pequeños, herramienta fundamental para poder presentar pelea a este tipo de epidemias, además de procurar los insumos de limpieza para las familias. El Padre David explicó que se necesita “ir involucrando al entorno familiar para que reciban instrucción en cuanto a las medidas de profilaxis. Y lo hacemos a través del Voluntariado Niños Felices, que realiza visitas domiciliarias a las familias involucradas, y mediante charlas que se brindan en la capilla”.En segundo lugar, se pone énfasis en el saneamiento ambiental, donde tratan que la población acceda a los recursos mínimos de higiene, como el agua potable, las cloacas, y una vivienda digna con sanitarios, en plena articulación con los organismos estatales correspondientes. “Pero estas metas no se podrán alcanzar”, aclaró el Padre Sánchez, “si no aunamos todos los esfuerzos con el Estado, que debe cumplir con sus deberes y obligaciones para revertir esta situación”.Uno de los objetivos específicos de Esperanza es propiciar espacios de reflexión comunitaria tendientes a mejorar el entorno sanitario ambiental de los menores, y también la aparición de líderes naturales que colaboren en el desarrollo del programa como contralores de las patologías de la comunidad.A pesar de la ausencia del Estado en el tratamiento de la problemática, han alcanzado a cumplir los objetivos propuestos en el inicio del proyecto: la desparasitación de la población beneficiaria, la ausencia de reinfectación, y las mejoras de los menores en cuanto a su estado nutricional.

Prevención
Para prevenir esta enfermedad, es muy importante el lavado de manos, la higiene personal, y el correcto lavado de frutas y verduras. También es imperioso el evitar las excreciones al aire libre, y la adecuada eliminación de la basura, dos prácticas que aún no son habituales para toda la población. Pero LA MEJOR FORMA DE PREVENCIÓN es que las conductas higiénicas se complementen con las BUENAS Y DIGNAS CONDICIONES DE VIVIENDA, es decir, que todos los hogares posean servicio de agua corriente y potable, y que no posean aguas servidas, sino cloacas y todo otro servicio sanitario necesario.

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