jueves, noviembre 15, 2007

Severa exhortación a padres


La Iglesia preocupada por la forma en que se divierten hoy nuestros jóvenes

Fue en el V Foro de Padres que se realizó en un colegio de la provincia de Buenos Aires. Si bien el llamado de atención fue a los padres de una institución específica, la exhortación se puede aplicar en cualquier punto del país, en especial en Corrientes.

Corrientes, 15 de noviembre de 2007. – La Iglesia, como siempre, no se desentiende de los problemas temporales del hombre, en este caso, de nuestros jóvenes y su forma de divertirse.
Es por eso que en un colegio de la provincia de Buenos Aires (De La Salle), el arzobispo de esta ciudad y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, exhortó a los padres a involucrarse más en la forma en la que se divierten los jóvenes y adolescentes, a la que definió como “adictiva” y de “un gran desencuentro”.
El Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, desea compartir algunos conceptos -tomados de la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA)- que son muy valiosos y que servirán de alerta para aquellos padres que desconocen de qué forma hoy sus hijos se divierten por las noches.
"No podemos quedarnos tranquilos diciendo: ‘pobres jóvenes’. Hay gente desalmada y corrupta, como los traficantes de droga, los que les venden alcohol. Pero tenemos que involucrarnos. No quiero ser injusto, pero a esta diversión se la preparamos nosotros y ahora nos sorprendemos de que la diversión sea ajena a la casa y la escuela", advirtió el purpurado porteño durante el V Foro de Padres, y que estuvo dedicado a analizar la “diversión adolescente actual”.

El ‘gran desencuentro’
El primado estimó que "la diversión es hoy un gran desencuentro, que no empieza en la matiné de los 12 ó 14 años, sino que la historia de encuentros y desencuentros es profunda y anterior, y ahí estamos involucrados nosotros los mayores".
Tras expresar preocupación por "la diversión de nuestros jóvenes, porque es algo que no sabemos ofrecer", diferenció la fiesta, que "tiene contenido y sentido, reúne, es compañía, me hace libre, es creativa y gratuita", de la diversión, que "le falta sentido, disgrega, hay que fabricarla, se transforma en un vicio y es adictiva, y sale cada vez más cara".
El arzobispo porteño alertó, además, que "algunos chicos vayan a los boliches no a bailar, ni a tomar ni a drogarse, sino a dormir porque tienen pánico de dormir solos en sus casas".
Asimismo, lamentó que algunos padres “hagan lo imposible para que sus hijos tengan de todo, porque al final les falta todo, les falta lo principal, el afecto, la presencia, la cercanía”, afirmó.
Estas palabras de monseñor Bergoglio nos tienen que invitar a reflexionar sobre nuestra realidad. La ciudad de Corrientes está viviendo esta realidad. Nuestros jóvenes están viviendo esta realidad.
La carencia de afecto en la familia está siendo estragos en muchos hogares donde las principales víctimas son nuestros jóvenes. Es hora de conocer y saber dónde van nuestros hijos. Hoy la calle sólo ofrece caminos equivocados. Esperemos que seamos padres capaces de marcar límites pero, por sobre todo, saber dar amor, que es la única herramienta efectiva para que nuestros jóvenes dejen la calle y la noche y prefieran paz y tranquilidad en sus hogares.

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