miércoles, mayo 16, 2007

Ante un numeroso público







EL DOCTOR DEL PERCIO PRESENTÓ
SU LIBRO “LA CONDICIÓN SOCIAL”

Ante un salón colmado de público, el doctor Enrique Del Percio presentó su libro titulado: “La condición social, consumo, poder y representación en el capitalismo tardío”.
La presentación del libro se llevó a cabo el viernes 4 de mayo próximo pasado en el salón planta baja de Extensión Universitaria. La licenciada Mariana Leconte, en nombre del Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), fue la encargada de presentar a su autor y nombró, en forma sintética, su vasto currículum.
La organización de la presentación de esta nueva obra del doctor Del Percio, estuvo a cargo del CICSO, dependiente del Arzobispado de Corrientes, y fue posible gracias al auspicio de la Fundación Litoral y la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
En este libro, el autor plantea interrogantes clave para la discusión actualizada de las relaciones entre economía, cultura y política, cuya novedosa dinámica cuestiona hoy los saberes de las ciencias aisladas y exige un repensar común de todas ellas, que posibilite soluciones eficaces a los problemas de nuestra sociedad.
En una entrevista concedida al CICSO, Del Percio manifestó que este trabajo “tiene un poco de todo. En realidad es un intento de entendernos como argentinos, como latinoamericanos, a partir de la elaboración de una serie de categorías de análisis sociológicas y filosóficas, pero tratando siempre de escribir y de comunicar en un tono que sea entendible, no solamente por aquellos que trabajan específicamente en estos campos, sino también por aquella persona interesada en ‘meterse de lleno’ en uno de los debates fundamentales en los momentos que estamos viviendo”.
Desde esas categorías de análisis, la situación actual es situada por Del Percio en el centro de la crisis global del paradigma de representación que había dominado la escena mundial –especialmente en los tres ámbitos analizados en la obra: política, cultura y economía- desde la Modernidad. Considerando la historia mundial desde la unidad de tres paradigmas sucesivos, desde los cuales se legitimaba el ordo sistemático de las sociedades humanas, a saber: adecuación (remisión al orden natural propia de la Antigüedad y la Edad Media), representación (Modernidad hasta mediados del siglo XX) y reproducción (actualidad), Del Percio mostró en todas sus consideraciones una riqueza interpretativa magistral, que de algún modo pone en evidencia una convicción profunda de su obra: sin una mirada abarcadora y profunda, no hay posibilidad de comprender lo que sucede en la sociedad, mucho menos de aportar soluciones acertadas.

No a la política, sí a lo académico
El autor confesó que en 1993 abandonó la política para dedicarse a lo académico, ámbito que hasta el momento le dio muchas satisfacciones. “Hace tiempo vengo produciendo varias obras y ésta (“La Condición Social”), de alguna manera, es la resultante del cruce de distintas líneas teóricas que fui estudiando con la actividad política, tanto la particular como lo que he seguido observando. Es fruto de más de 10 años de reflexión que se suma a otros trabajos. En esta obra, trato de sistematizar lo que venía publicando, reflexionando y trabajando en obras anteriores”, concluyó.
Más adelante dijo que “La Condición Social” “es un intento de explicar la problemática principal del mundo contemporáneo a partir de distintas cuestiones: qué nos pasa a los argentinos con respecto a la ley en relación a los europeos y americanos; qué les pasa a los latinoamericanos con respecto a nuestras instituciones; qué pasa con la crisis de representación; qué pasa con las nuevas modalidades de estructuración, como por ejemplo, la familia y sus vinculaciones con las nuevas modalidades políticas”, etc.
Luego sostuvo que “hace 20 ó 30 años atrás, a la gente le interesaba mucho tener plata; hoy le gusta mas consumir y mostrar que está consumiendo...es mas importante tener un auto de una marca conocida, tener una zapatilla de moda y que los demás lo vean, que tener una cuenta abultada en el Banco”.

Cambios sociales
También comparó las diferencias generacionales que existen entre los gustos varoniles con los modelos de mujer que el sistema impone según sus requerimientos: “Hoy a los varones nos atraen más las mujeres con las minifaldas y los pantalones ajustados que el escote. Antes, con el escote, era la maternidad lo que llamaba la atención; hoy con la minifalda o con el pantalón ajustado, es el dinamismo de la mujer lo que la reclama. Por eso esta obra es un intento por tratar de entender las relaciones que hay entre los distintos aspectos de la vida social contemporánea, -política, cultura, economía- no sólo en Argentina”.
Del Percio reconoció que sus clases académicas las desarrolla más en Europa que en América Latina “y por eso trato de que lo que vengo pensando sirva no sólo para explicarnos a nosotros, sino que ellos se entiendan mejor a partir de una mirada que podemos tener los argentinos con el privilegio de estar al margen y no en el centro. Es que estando al margen uno posee una perspectiva mayor que estando en el centro”.

Costumbres poco parecidas
Para el doctor Del Percio, las costumbres latinas y europeas son, en algunas aspectos, parecidas y en otros no. Baste como ejemplo una anécdota protagonizada por él y un colega alemán, que fue fuente de inspiración para uno de los temas de su libro. “Hace un tiempo, luego de concluir una clase en una Facultad de Alemania, un profesor me invitó a cenar. Luego, al término de la cena, se produjo la típica discusión: ‘que pago yo, que pagas vos, etc.’. Finalmente el alemán decidió pagar aclarándome que el fisco, en su país, le retiene todos los meses hasta un 40% de sus ingresos, pero que si presenta al fisco facturas de gastos vinculados a su trabajo, éste le devolverá a fin de año hasta un 40% de sus ingresos. Entonces Del Percio, asombrado, preguntó al alemán: “¿Y cómo sabe el fisco que la factura que usted presenta es resultado de una cena de trabajo conmigo y no de una salida con su esposa?....El alemán no entendió mi planteo y, extrañado, me respondió lo siguiente: ‘…si hubiera ido a comer con mi esposa no presentaría esa factura al fisco’”. Esta situación lo llevó a pensar si nosotros, si nuestros legisladores en América Latina en general, tienen en cuenta estos factores de nuestra idiosincracia y de nuestra relación con la ley a la hora de elaborar la legislación tributaria y reconoció, con sorpresa, que no sólo no lo tienen en cuenta, sino que además ni siquiera existe como disciplina la sociología de la tributación fiscal.

El déficit de los argentinos
Por eso Del Percio entiende que “el déficit no es solamente de los políticos, no podemos echarle la culpa solamente a los políticos, también nosotros, los que nos dedicamos a la vida académica, estamos en déficit, porque no estamos pensando en nuestros problemas” y añadió: “el alemán, ¿para qué va a elaborar la sociología de la tributación si ellos tributan? Nosotros somos lo que tenemos que pensar esto y no lo pensamos porque estamos muy pendientes de qué piensan ellos y no de lo que nos pasa a nosotros”.
Al ser consultado acerca del por qué del título “La Condición Social”, manifestó: “es una remisión a dos obras que me influyeron que son: ‘La Condición Posmoderna’ y la ‘Condición Humana’. Me parece más adecuada la palabra ‘Condición’ que la palabra ‘Sistema Social’ o ‘Estructura Social’. Es que la palabra ‘Condición’ da una idea de algo que está condicionado, pero no está determinado, estructurado, sistematizado, como una cosa fuerte, pesada y de la cual no se puede salir”.

Nueva obra
El ex funcionario de Gustavo Béliz señaló al CICSO que su libro “La Condición Social”, en rigor de verdad, “es un diagnóstico”. En la actualidad, lo que está formulando es otra línea: “la salida”, y cree que ésta pasa por la educación, pero esta vez entendiéndola concretamente como una rama de la política, como aquella que nos puede permitir salir del atosadero en el cual estamos metidos”.
Finalmente nos habló de su incursión en la política en la provincia de Buenos Aires. “Fui asesor del Poder Ejecutivo, director de gabinete en la gestión del doctor (Antonio Francisco) Cafiero, Secretario General del Instituto Nacional de Administración Pública cuando Gustavo Béliz era Ministro del Interior”.
Luego de la renuncia del doctor Béliz, en septiembre de 1993, Del Percio reconoció que el haber ocupado cargos públicos no significó tener mucho poder pero sí experiencias importantes, durante casi 10 años, “para poder ver muy desde adentro toda la trama política”. Sin embargo, su decisión final lo llevó a apartarse de este ámbito de acción: “La sensación era que no entendía qué estaba haciendo. Hablando en confianza, habiendo ingresado a la política para cambiar algo de mi país, me di cuenta al poco tiempo que el único que estaba cambiando era yo pero para peor y dije ‘acá hay algo que no anda bien’, y también tuve una sensación similar en Naciones Unidas. Hoy los estudios académicos me están dando otras satisfacciones muchas mayores que las experiencias tenidas en el campo de la política”, concluyó.

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