martes, octubre 14, 2008

De monseñor Miguel E. Hesayne


"No se puede creer, sin aceptar la opción por los pobres"

El obispo emérito de Viedma, monseñor Miguel Esteban Hesayne, aseguró que “para Jesús acoger y promover el Reino de Dios -insistamos como El lo hizo- consiste en sanear la religión y procurar una sociedad humana justa y amable”.
“Jesús -precisó- no sólo denuncia lo que se opone al Reino de Dios. Sugiere además un estilo de vida más acorde con el Reino de su Padre-Dios. Como felizmente lo reflota Aparecida, Jesús no excluye a nadie; pero, su preferencia muy notable son los pobres…”
Tras explicar que “Jesús no habla de pobreza en abstracto”, agregó: “Tampoco habla de los pobres para valerse de ellos y ganarse la simpatía o adeptos a su causa. Jesús, jamás cayó en el clientelismo y menos en la demagogia. Nunca alabó a los pobres por sus virtudes o cualidades. Dios reina haciendo justicia porque es Amor y no hay amor sin justicia ni justicia sin amor”.
El prelado señaló que “de ahí que el pecado que más aborrece Dios -según el mensaje bíblico- es el pecado de injusticia y la denuncia más dura de Jesús fue contra la hipocresía de los que aparentaban ser justos a tiempo que robaban la herencia de viudas y huérfanos”.
“Para Jesús el signo más claro de que el Reino de Dios ya está viniendo es que Dios defiende a los pobres que nadie defiende. Por eso, Benedicto XVI en el discurso inaugural de Aparecida afirma que no se puede creer en Jesucristo sin aceptar la opción preferencial por los pobres. Analicemos si nuestra espiritualidad y nuestra pastoral están centradas en el Reino de Dios”, concluyó.

Fuente: Agencia Informativa Católica Argentina (AICA)



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