Un préstamo donde la palabra empeñada es lo que cuenta
La experiencia se está llevando a cabo en la localidad de Loreto. La impulsan desde Cáritas. Hoy gozan de ese beneficio alrededor de 20 familias. A fines de noviembre concluye la primera etapa. El objetivo es “revalorizar el trabajo en conjunto”. Los frutos de este emprendimiento son: tejedoras, costureras, kioscos, carpinterías, verdulerías, huertas, entre otros.
En la localidad de Loreto, distante a 230 kilómetros de la Capital correntina, se está llevando a cabo una experiencia muy peculiar.
Se trata del así denominado “Banco de la Buena Fe o de los Pobres”. Nació en el mes de febrero de 2008. Hoy ya gozan de ese beneficio 20 familias. Lo impulsa Cáritas de Loreto.
¿En qué consiste este ‘Banco de la Buena Fe’? Consiste en prestar dinero a la gente y, de palabra, ella se compromete a devolver los billetes. Sí, usted leyó bien, de palabra. Acá no firman ningún documento que garantice la devolución del dinero sino solamente la palabra empeñada. Y usted quizás se preguntará: ¿La gente cumple con su palabra? En Loreto al menos sí, porque hoy gozan de ese beneficio muchas familias que hoy tienen concretado sus sueños o parte de ellos.
Por eso el Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, entrevistó a Antonio Loreto Román y a Élida Lencina, coordinador y voluntaria, respectivamente, de Cáritas de Loreto.
Sus inicios
“’El Banco de la Buena Fe o de los Pobres’ surgió luego de varias reuniones de capacitación que tuvimos en Cáritas. Luego de observar en Loreto las necesidades de la gente, comenzó este proyecto que hoy se pueden ver los frutos”, señaló Élida, voluntaria de Cáritas Loreto.
Todo inició en febrero de este año. “El ‘Banquito’ no es otra cosa que un préstamo con devolución”, indicó Lencina. “Nosotros a la gente le prestamos concretamente $500 (quinientos pesos), y ella nos devuelve en 20 cuotas de $25 (veinticinco pesos)”.
“Hoy –continuó- gracias a este ‘Banco de la Buena Fe’, podemos decir que son beneficiadas alrededor de 20 familias de Loreto que pudieron ir cumpliendo sus sueños”.
Los frutos de este también denominado ‘Banco de los Pobres’ son: kioscos, verdulerías, pollerías, carpinterías, costureras, tejedoras, albañilerías, pequeñas huertas, entre otros.
Esta experiencia de ‘Banquito’ en el Interior concluye su primera etapa el 22 de noviembre de este año. Se pretende continuar con la segunda etapa, que consiste en prestar un poco más de dinero para que la gente prosiga acrecentando sus inversiones.
Según miembros de Cáritas Arquidiocesana, el objetivo de este emprendimiento es “revalorizar el trabajo en conjunto, en comunidad. Que las actividades en grupo tienen sus buenos frutos, sólo basta con animarse y juntarse para realizar cosas lindas”, manifestaron.
Apicultura, el orgullo de Itá Paso
En el Paraje Itá Paso, ubicado muy próximo a Loreto, se encuentra ubicada una Apicultura que lleva el nombre en lengua guaraní de “Eireté Porá” (significa “Miel linda”). Es una cooperativa que lleva adelante varias familias de ese lugar. Es el orgullo de ese paraje.
Antonio Román es uno de los empleados de la Apicultura. El nos comentó que este proyecto también nació en Cáritas en el año 2001. “Este logro fue producto de todo un proceso de trabajo. También gracias al ‘Banco de la Buena Fe’ nosotros nos proveemos de materiales para que siga creciendo esta Apicultura. Y no sólo contamos con la ayuda de Cáritas, sino también de una fundación que se encuentra en Buenos Aires”, acotó.
“Loreto es una comunidad sana. Acá la gente tiene ganas de trabajar. Hay muchas personas con varios oficios, lo que pasa es que a veces no tienen recursos para comprar sus materiales de trabajos. Por eso el ‘Banco de la Buena Fe’ nos da una ayuda importante”, señaló Román.
Esta es la historia que el CICSO descubrió en el Interior. Es un ejemplo a imitar. Loreto va creciendo lentamente. El ‘Banco de los Pobres’ es una ayuda más que interesante. Quedó demostrado, una vez más, que la palabra es un valor muy importante, sobre todo en el Interior. Nuestro reconocimiento a esta labor pocas veces reconocida y difundida en nuestra sociedad.
La experiencia se está llevando a cabo en la localidad de Loreto. La impulsan desde Cáritas. Hoy gozan de ese beneficio alrededor de 20 familias. A fines de noviembre concluye la primera etapa. El objetivo es “revalorizar el trabajo en conjunto”. Los frutos de este emprendimiento son: tejedoras, costureras, kioscos, carpinterías, verdulerías, huertas, entre otros.
En la localidad de Loreto, distante a 230 kilómetros de la Capital correntina, se está llevando a cabo una experiencia muy peculiar.
Se trata del así denominado “Banco de la Buena Fe o de los Pobres”. Nació en el mes de febrero de 2008. Hoy ya gozan de ese beneficio 20 familias. Lo impulsa Cáritas de Loreto.
¿En qué consiste este ‘Banco de la Buena Fe’? Consiste en prestar dinero a la gente y, de palabra, ella se compromete a devolver los billetes. Sí, usted leyó bien, de palabra. Acá no firman ningún documento que garantice la devolución del dinero sino solamente la palabra empeñada. Y usted quizás se preguntará: ¿La gente cumple con su palabra? En Loreto al menos sí, porque hoy gozan de ese beneficio muchas familias que hoy tienen concretado sus sueños o parte de ellos.
Por eso el Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, entrevistó a Antonio Loreto Román y a Élida Lencina, coordinador y voluntaria, respectivamente, de Cáritas de Loreto.
Sus inicios
“’El Banco de la Buena Fe o de los Pobres’ surgió luego de varias reuniones de capacitación que tuvimos en Cáritas. Luego de observar en Loreto las necesidades de la gente, comenzó este proyecto que hoy se pueden ver los frutos”, señaló Élida, voluntaria de Cáritas Loreto.
Todo inició en febrero de este año. “El ‘Banquito’ no es otra cosa que un préstamo con devolución”, indicó Lencina. “Nosotros a la gente le prestamos concretamente $500 (quinientos pesos), y ella nos devuelve en 20 cuotas de $25 (veinticinco pesos)”.
“Hoy –continuó- gracias a este ‘Banco de la Buena Fe’, podemos decir que son beneficiadas alrededor de 20 familias de Loreto que pudieron ir cumpliendo sus sueños”.
Los frutos de este también denominado ‘Banco de los Pobres’ son: kioscos, verdulerías, pollerías, carpinterías, costureras, tejedoras, albañilerías, pequeñas huertas, entre otros.
Esta experiencia de ‘Banquito’ en el Interior concluye su primera etapa el 22 de noviembre de este año. Se pretende continuar con la segunda etapa, que consiste en prestar un poco más de dinero para que la gente prosiga acrecentando sus inversiones.
Según miembros de Cáritas Arquidiocesana, el objetivo de este emprendimiento es “revalorizar el trabajo en conjunto, en comunidad. Que las actividades en grupo tienen sus buenos frutos, sólo basta con animarse y juntarse para realizar cosas lindas”, manifestaron.
Apicultura, el orgullo de Itá Paso
En el Paraje Itá Paso, ubicado muy próximo a Loreto, se encuentra ubicada una Apicultura que lleva el nombre en lengua guaraní de “Eireté Porá” (significa “Miel linda”). Es una cooperativa que lleva adelante varias familias de ese lugar. Es el orgullo de ese paraje.
Antonio Román es uno de los empleados de la Apicultura. El nos comentó que este proyecto también nació en Cáritas en el año 2001. “Este logro fue producto de todo un proceso de trabajo. También gracias al ‘Banco de la Buena Fe’ nosotros nos proveemos de materiales para que siga creciendo esta Apicultura. Y no sólo contamos con la ayuda de Cáritas, sino también de una fundación que se encuentra en Buenos Aires”, acotó.
“Loreto es una comunidad sana. Acá la gente tiene ganas de trabajar. Hay muchas personas con varios oficios, lo que pasa es que a veces no tienen recursos para comprar sus materiales de trabajos. Por eso el ‘Banco de la Buena Fe’ nos da una ayuda importante”, señaló Román.
Esta es la historia que el CICSO descubrió en el Interior. Es un ejemplo a imitar. Loreto va creciendo lentamente. El ‘Banco de los Pobres’ es una ayuda más que interesante. Quedó demostrado, una vez más, que la palabra es un valor muy importante, sobre todo en el Interior. Nuestro reconocimiento a esta labor pocas veces reconocida y difundida en nuestra sociedad.
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