Asumir responsabilidades teniendo como eje el bien común
En la ciudad de Resistencia (Chaco), a principios de agosto próximo pasado, se llevó a cabo un Encuentro para ‘Nuevos Dirigentes’, organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
El acontecimiento, al menos en los medios de comunicación social, no fue reflejado con la importancia debida, teniendo en cuenta que el tema era nada menos que: “Argentina: estrategia país. Pensando un proyecto de país; de permanente búsqueda del Bien Común”.
Los ‘invitados especiales’ a estas jornadas eran los jóvenes laicos que se encuentran involucrados en la vida social, política, sindical y miembros de movimientos eclesiales.
Por nuestra Arquidiócesis pudieron asistir jóvenes que se encuentran trabajando pastoralmente en la Iglesia “Jesús Nazareno”.
Uno de ellos, llamado Augusto Ledesma, comentó al Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, que este encuentro fue desaprovechado por los jóvenes teniendo en cuenta su escasa participación en él.
Una opinión personal
Por su parte dio su opinión con respecto al título con que fue presentado esta jornada (‘Nuevos dirigentes’). “Yo considero que es muy difícil que en este país surjan nuevos dirigentes desde nuestros jóvenes, teniendo en cuenta que muchos de ellos, desde su niñez y adolescencia, no satisfacen las necesidades básicas”, señaló Ledesma. Y agregó: “Hoy somos testigos que muchos de nuestros niños y jóvenes no tienen para comer a diario, y también no tienen acceso a una buena educación. Me atrevo a decir que muchos llegan a adolescentes sin leer ni escribir”.
Asimismo Ledesma se refirió a aquellos jóvenes que sí tienen muchas más oportunidades que los que mencionamos arriba, pero carecen de participación y compromiso con la sociedad. “Los jóvenes que están aptos y pueden llegar a ser ‘nuevos dirigentes’, que poseen una cultura más elevada, etc., observo en ellos que no quieren estar comprometidos con lo social. Un ejemplo de ello son algunos universitarios, donde el Estado se ‘hace cargo’ de los estudios de estos jóvenes, pero ellos, como contrapartida de ese servicio, deberían dar una ayuda a nuestra sociedad, sin embargo, a veces, la realidad es otra”.
Por eso el joven Augusto exhortó a los jóvenes “a que se involucren más con la sociedad, que su militancia sea más apasionada. Yo sueño con una pastoral más abierta a los demás. Y que también nuestros dirigentes políticos, sindicales y gremiales, sepan acompañar a aquellos jóvenes que tienen vocación para desarrollar sus actividades en estos ámbitos”, indicó.
Los objetivos
Cabe señalar que este encuentro estuvo enmarcado dentro del trabajo realizado por la Pastoral Social de Argentina iniciado desde el año 2005 con el “Foro Debate Estrategia País”.
El objetivo último de esta jornada fue favorecer espacios para que los jóvenes laicos descubran su misión en conjunto en el momento actual, entendiendo como una herramienta fundamental de la búsqueda de consensos para un proyecto de país.
Estas son algunas líneas de conclusión que pudieron llegar los jóvenes que participaron en este encuentro:
“El aporte que podemos realizar, desde nuestra vocación de servicio, pasaría por un compromiso real con la gente en la función que nos toca desempeñar, con un verdadero y sincero servicio y asumir las responsabilidades pensando en el bien común”.
Estos son algunos valores que se conversó en el taller: la solidaridad, la cooperación, la lealtad y la fidelidad y la familia como principal formadora de valores.
También, por supuesto, no pudieron estar ausentes las dificultades y aportes que se está teniendo a nivel regional (NEA) para pensar en un proyecto país.
Pero más allá de los objetivos, conclusiones, etc., lo importante es destacar que se está buscando, por los medios más legítimos, que el joven argentino tome conciencia que, si queremos un país renovado, es necesario también que el joven dirigente se renueve y se comprometa con la gente pero con un espíritu nuevo, sano, no ‘contaminado’. Y para ello son necesarios estos tipos de encuentros. Quizás con la insistencia, hasta el cansancio, logremos que nuestros jóvenes tengan un protagonismo más relevante en los político, social, cultural, etc., donde sólo se piense en el ‘Bien Común’. Esa es la meta.
En la ciudad de Resistencia (Chaco), a principios de agosto próximo pasado, se llevó a cabo un Encuentro para ‘Nuevos Dirigentes’, organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
El acontecimiento, al menos en los medios de comunicación social, no fue reflejado con la importancia debida, teniendo en cuenta que el tema era nada menos que: “Argentina: estrategia país. Pensando un proyecto de país; de permanente búsqueda del Bien Común”.
Los ‘invitados especiales’ a estas jornadas eran los jóvenes laicos que se encuentran involucrados en la vida social, política, sindical y miembros de movimientos eclesiales.
Por nuestra Arquidiócesis pudieron asistir jóvenes que se encuentran trabajando pastoralmente en la Iglesia “Jesús Nazareno”.
Uno de ellos, llamado Augusto Ledesma, comentó al Centro de Investigación y Capacitación Social (CICSO), dependiente del Arzobispado de Corrientes, que este encuentro fue desaprovechado por los jóvenes teniendo en cuenta su escasa participación en él.
Una opinión personal
Por su parte dio su opinión con respecto al título con que fue presentado esta jornada (‘Nuevos dirigentes’). “Yo considero que es muy difícil que en este país surjan nuevos dirigentes desde nuestros jóvenes, teniendo en cuenta que muchos de ellos, desde su niñez y adolescencia, no satisfacen las necesidades básicas”, señaló Ledesma. Y agregó: “Hoy somos testigos que muchos de nuestros niños y jóvenes no tienen para comer a diario, y también no tienen acceso a una buena educación. Me atrevo a decir que muchos llegan a adolescentes sin leer ni escribir”.
Asimismo Ledesma se refirió a aquellos jóvenes que sí tienen muchas más oportunidades que los que mencionamos arriba, pero carecen de participación y compromiso con la sociedad. “Los jóvenes que están aptos y pueden llegar a ser ‘nuevos dirigentes’, que poseen una cultura más elevada, etc., observo en ellos que no quieren estar comprometidos con lo social. Un ejemplo de ello son algunos universitarios, donde el Estado se ‘hace cargo’ de los estudios de estos jóvenes, pero ellos, como contrapartida de ese servicio, deberían dar una ayuda a nuestra sociedad, sin embargo, a veces, la realidad es otra”.
Por eso el joven Augusto exhortó a los jóvenes “a que se involucren más con la sociedad, que su militancia sea más apasionada. Yo sueño con una pastoral más abierta a los demás. Y que también nuestros dirigentes políticos, sindicales y gremiales, sepan acompañar a aquellos jóvenes que tienen vocación para desarrollar sus actividades en estos ámbitos”, indicó.
Los objetivos
Cabe señalar que este encuentro estuvo enmarcado dentro del trabajo realizado por la Pastoral Social de Argentina iniciado desde el año 2005 con el “Foro Debate Estrategia País”.
El objetivo último de esta jornada fue favorecer espacios para que los jóvenes laicos descubran su misión en conjunto en el momento actual, entendiendo como una herramienta fundamental de la búsqueda de consensos para un proyecto de país.
Estas son algunas líneas de conclusión que pudieron llegar los jóvenes que participaron en este encuentro:
“El aporte que podemos realizar, desde nuestra vocación de servicio, pasaría por un compromiso real con la gente en la función que nos toca desempeñar, con un verdadero y sincero servicio y asumir las responsabilidades pensando en el bien común”.
Estos son algunos valores que se conversó en el taller: la solidaridad, la cooperación, la lealtad y la fidelidad y la familia como principal formadora de valores.
También, por supuesto, no pudieron estar ausentes las dificultades y aportes que se está teniendo a nivel regional (NEA) para pensar en un proyecto país.
Pero más allá de los objetivos, conclusiones, etc., lo importante es destacar que se está buscando, por los medios más legítimos, que el joven argentino tome conciencia que, si queremos un país renovado, es necesario también que el joven dirigente se renueve y se comprometa con la gente pero con un espíritu nuevo, sano, no ‘contaminado’. Y para ello son necesarios estos tipos de encuentros. Quizás con la insistencia, hasta el cansancio, logremos que nuestros jóvenes tengan un protagonismo más relevante en los político, social, cultural, etc., donde sólo se piense en el ‘Bien Común’. Esa es la meta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario